Un estudio realizado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha señalado que en el año 2015, el cinco por ciento de los españoles serán los conocidos como 'largos supervivientes' de cáncer, es decir, aquellos pacientes curados después de, al menos, cinco años de haber sido diagnosticados. Además, la investigación ha reflejado que esta cifra crecerá un dos por ciento cada año.
Este hecho, según el estudio, conlleva la necesidad de asignar los recursos suficientes a la asistencia sanitaria de los pacientes oncológicos si 'se quieren aprovechar' las 'inmensas' oportunidades que presentan. 'Los servicios de Oncología deben evaluar ya sus necesidades actuales y cómo tienen que evolucionar como consecuencia de los grandes avances que se están contemplando en los últimos años en la especialidad', ha comentado el presidente de la SEOM, Juan Jesús Cruz.
Algunos de estos avances, ha proseguido, pasan por la detección precoz en poblaciones de riesgo a través de marcadores biológicos o genéticos, el farmacodiagnóstico, la quimioprevención en personas sanas o las estrategias terapéuticas dirigidas a dianas específicas. Gracias a todo ello, se incrementarán el número de los 'largos supervivientes' y se necesitará rediseñar las 'nuevas necesidades de seguimiento y control' de este tipo de pacientes que, según Cruz, pueden llegar a 'sobrecargar' las consultas de Oncología.
'Será fundamental establecer nuevas estrategias asistenciales para atender este problema, como planes de prevención multidisciplinar y áreas especializadas en la atención oncológica en 'largos supervivientes', ha recalcado.
Por otra parte, el vicepresidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), Agustí Barnadas, ha destacado la 'gran revolución tecnológica' que se está produciendo en estos momentos en España aunque, ha recordado que el desarrollo de las nuevas moléculas no es 'tan rápido' porque desde que se identifica su actividad antitumoral hasta que se comercializa y llega a los pacientes pasan 'diez años'.
'Es esencial y urgente establecer prioridades y planificación en lo que concierne a innovación en diagnóstico y tratamiento, con el fin de facilitar que el acceso a la innovación sea rápido y equitativo independientemente del lugar de residencia', han comentado los expertos durante el foro 'Por una atención oncológica de calidad. El valor de la innovación', organizado por la Fundación ECO, con la colaboración de Roche.
En este sentido, el vicepresidente de la Fundación ECO, Eduardo Díaz-Rubio, ha recordado que en Oncología es 'difícil' disminuir el gasto farmacéutico, aunque ha destacado la necesidad de determinar 'claramente' cuáles son los pacientes en los que se puede encontrar el 'máximo beneficio' y, de esta forma, se puedan 'priorizar' los tratamientos.
'La entrada de biomarcadores es de una gran ayuda en este sentido. En cuanto a los fármacos nuevos, debería haber una financiación finalista y específica, lo que podría garantizar su llegada a la mayor rapidez a la clínica. Es preocupante que algunas terapias oncológicas innovadoras aprobadas por las autoridades sanitarias norteamericanas y europeas estén a la espera de ser autorizadas en nuestro país', ha comentado Díaz-Rubio.
Por último, este especialista ha hecho hincapié en la importancia de que los políticos y gestores sanitarios establezcan prioridades y planifiquen el acceso a la innovación, con el fin de que el oncólogo pueda decidir, en base a criterios clínico y conjuntamente con el paciente, el mejor tratamiento posible según las características de su enfermedad.
'Sólo así podremos evitar que disminuya la tasa de supervivencia al cáncer con la que contamos en la actualidad en España, que se encuentra por encima de la media de supervivencia de otros países de nuestro entorno', ha zanjado.