'La lista de espera para trasplante renal desciende en España por cuarto año consecutivo. Lo hace gracias a la donación en asistolia y al donante vivo que ascendieron a 4.293 pacientes en diciembre de 2012 frente a los 4.552 en 2009'. Así lo ha Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que ha participado junto al presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), Alberto Martínez Castelao, y los representantes de las tres Sociedad de Atención Primaria más importantes de España, y de María Jesús Rollán, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), en la rueda de prensa que ha tenido lugar con motivo del Día Mundial del Riñón, que este año se conmemora bajo el lema 'Paremos el daño renal agudo'.
El director de la ONT se refirió también al incremento de la donación renal de vivo, que ya representa alrededor del 15 por ciento de todos los trasplantes renales en España. 'Solo el año pasado estos trasplantes subieron un 16 por ciento. Nos vamos acercando a las tasas de otros países de nuestro entorno', reconoció. 'Además, el 60 por ciento de los pacientes que están en lista de espera para recibir un órgano es intervenido en menos de un año'.
Matesanz ha insistido en el coste-beneficio que supone un trasplante renal, 'no solo por la calidad de vida para el paciente, sino también por la cuantía económica que ahorra al SNS. A los dos años del tratamiento ya se ha amortizado los 30.000 ó 40.000 euros que cuesta el injerto', remachó.
En el encuentro con los medios, el doctor Alberto Martínez Castelao, presidente de la SEN, apuntó la necesidad de seguir insistiendo en el mensaje de la prevención y en detectar la enfermedad renal en los primeros estadios, 1 y 2 fundamentalmente, 'para evitar que progresen'. Adelantó también unos datos preocupantes: entre el 25 y el 30 por ciento de los pacientes con daño renal agudo en un hospital son debidos a yatrogenia,el daño que algunos fármacos o medios diagnósticos pueden producir en los riñones. Especialmente propensos a sufrir este daño son los pacientes de las poblaciones de riesgo como los diabéticos, hipertensos, pacientes con insuficiencia cardíaca, daño vascular o síndrome cardiorenal.
Según ha explicado, 'en ocasiones este daño se produce porque a algunos pacientes se les aplican medicamentos sin tener en cuenta que ya tienen un daño renal previo, una dolencia renal crónica oculta, que ha pasado desapercibida o no se ha diagnosticado'.
En el Estado más de 50.000 personas se encuentran en el estadio 5 de una enfermedad renal crónica (ERC) y precisan un tratamiento sustitutivo renal, de ellas más de la mitad está trasplantada, un 44 por ciento en hemodiálisis y un 5 por ciento en diálisis peritoneal. Se estima, además, que el porcentaje de población que puede sufrir una ERC en los estadios 1 a 5 puede situarse en torno al 9,2 por ciento y que los que están en estadios 3 o 4 pueden progresar a estadios 5. En cuanto a las causas de la ERC, la diabetes que ya era motivo fundamental de esta enfermedad, aumenta y es ya el origen de casi uno de cada cuatro casos. De ahí la importancia de detectar los factores de riesgo que llevan a sufrir esta grave dolencia. Y aquí es donde entre el importante papel que juegan los médicos de Atención Primaria, como se ha destacado.
Según el doctor José Luis Listerri, presidente de Semergen, 'en la actualidad con sencillas pruebas complementarias al alcance de cualquier facultativo de Primaria se pueden identificar y valorar el seguimiento de médicos del ámbito hospitalario. En este sentido, un protocolo local consensuado por grupos de trabajo, constituido por especialistas en Nefrología y en AP, es clave para la mejora de la calidad de la asistencia prestada al paciente con enfermedad renal crónica'.
La importancia del diagnóstico precoz
Con este mismo hilo conductor, Benjamín Abarca, presidente de SEMG, reconoció que muchos de los pacientes con ERC desconocen que sufren la dolencia y por lo general suele ser el médico de AP quien, al realizarlo alguna otra prueba, el que descubre el padecimiento. 'La importancia de realizar un diagnóstico precoz radica en que se puede optimizar su tratamiento, retrasar su progresión, disminuir la morbimortalidad y también su coste sanitario'.
Una opinión compartida por el doctor Salvador Tranche, secretario de la semFYC. 'el primer ámbito asistencial tiene un papel decisivo no solo en la detección temprana, sino también en su seguimiento. Es imprescindible que el facultativo tenga acceso a pruebas tan sencillas como la estimación del filtrado glomerular, la presencia de proteínas en la orina o la ecografía renal. Desgraciadamente en muchos de los centros de atención primaria de España no se pueden llevar a cabo las citadas pruebas', se quejó.
En la rueda de prensa, el presidente de la SEN quiso poner también en valor el importante papel de la Enfermería en la atención a estos pacientes. En representación de este colectivo sanitario intervino María Jesús Rollán, presidenta de SEDEN, quien recordó que, a pesar de que están definidos claramente los criterios para la detección precoz de los pacientes de riesgo con insuficiencia renal en fase inicial, aún queda un elevado número de enfermos que son derivados tarde al nefrólogo y a las consultas de Enfermería Nefrológica. En su opinión, existe un gran desconocimiento por parte de los gestores sobre el paciente renal. 'Deberíamos hacerles llegar la necesidad de implantar las consultas de Enfermería', subrayó.
Documento de consenso
El presidente de la SEN aprovechó la rueda de prensa del Día Mundial del Riñón para dar a conocer el documento de consenso sobre enfermedad renal crónica publicado con la colaboración de otras nueve sociedades científicas. Un documento que recoge los principios para disminuir el impacto social, clínico y económico de esta realidad, que a pesar de tener una prevalencia menor que otras patologías, como la cardíaca y la respiratoria, supone un gasto muy elevado para el SNS. Y es que los pacientes con ERC consumen el 2,5 por ciento del presupuesto. Solo el coste anual asociado al tratamiento de las fases más avanzadas de ERC (estadios 4 y 5) se estima en 2.362 millones de euros. 'Se trata de concienciar sobre el impacto que tiene la ERC y mejorar la prevención y facilitar la detección y el manejo adecuado de la patología', sentenció.