Entre los pacientes con la condición conocida como esófago de Barrett, el tratamiento de las células anormales mediante ablación por radiofrecuencia, que consiste en aplicar calor a través de un endoscopio para destruir las células, produjo una reducción del riesgo de que esta condición progrese a cáncer, según los resultados de un estudio que se publica en la edición de la revista 'JAMA'.
En las tres últimas décadas, la incidencia de cáncer de esófago ha aumentado más rápidamente que otros tipos de cáncer en el mundo occidental. Este cáncer a menudo se origina en el esófago de Barrett, una condición que conlleva cambios anormales en las células de la porción inferior del esófago, una complicación de la enfermedad gastrointestinal crónica severa por reflujo (ERGE), según la información de respaldo del artículo.
La ablación por radiofrecuencia (ARF) es un tratamiento eficaz para el esófago de Barrett y sus beneficios han sido ampliamente demostrados en pacientes con displasia de alto grado (cambios precancerosos más propensos a progresar rápidamente a cáncer).
La cuestión de si la ARF es eficaz para los pacientes con esófago de Barrett y displasia de bajo grado (cambios precancerosos que progresan más lentamente a cáncer) 'es una cuestión de importancia clínica, porque entre el 25 por ciento y el 40 por ciento de los pacientes con esófago de Barrett son diagnosticados con bajo grado de displasia en algún momento durante su seguimiento', escriben los autores.
K. Nadine Phoa, de la Universidad de Ámsterdam, en Holanda, y sus colegas asignaron aleatoriamente a 136 pacientes con un diagnóstico confirmado de esófago de Barrett y displasia de bajo grado a ablación por radiofrecuencia (a un máximo de las cinco sesiones permitidas) o vigilancia endoscópica (grupo de control).
Los autores de este trabajo evaluaron la tasa de progresión a displasia de alto grado y cáncer de esófago. La investigación se realizó en nueve sitios en Europa, entre junio de 2007 y junio de 2011, y su seguimiento finalizó en mayo de 2013.
Los científicos vieron que la ablación se vinculó con una reducción del riesgo absoluto de progresión a displasia de alto grado o cáncer del 25 por ciento (1,5 por ciento frente a 26,5 por ciento para el control) y una disminución del riesgo absoluto de progresión a cáncer del 7,4 por ciento (1,5 por ciento frente a 8,8 por ciento). La erradicación completa de la displasia ocurrió y persistió en la mayoría de los pacientes en el grupo de ablación.
'En este estudio multicéntrico, la ablación por radiofrecuencia frente a la vigilancia en pacientes con esófago de Barrett y un diagnóstico histológico confirmado de displasia de bajo grado redujo sustancialmente la progresión a displasia de alto grado y adenocarcinoma en más de tres años de seguimiento. Por lo tanto, los pacientes con un diagnóstico confirmado de displasia de bajo grado deben ser considerados para someterlos a terapia de ablación', concluyen los autores.