De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el humo y las cenizas de los incendios forestales pueden causar diversos daños a la salud
Actualmente México cursa por más de 60 incendios forestales activos en diferentes zonas del país, lo que causa diversos síntomas que pueden complicar la salud de los pacientes con asma y otras enfermedades respiratorias, cuyo abordaje es esencial para prevenir o evitar crisis. De acuerdo…
Actualmente México cursa por más de 60 incendios forestales activos en diferentes zonas del país, lo que causa diversos síntomas que pueden complicar la salud de los pacientes con asma y otras enfermedades respiratorias, cuyo abordaje es esencial para prevenir o evitar crisis.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el humo y las cenizas de los incendios forestales pueden causar diversos daños a la salud como irritación en ojos, nariz, garganta y los pulmones con dificultad para respirar, en este sentido, personas con enfermedades pulmonares o alérgicas deben extremar precauciones.
Incendios forestales y mala calidad del aire
La Secretaría de Salud emitió recomendaciones para el público en general para reducir la exposición a las partículas nocivas presentes en el aire, además de mantenerse bien hidratado, ya que, al tomar agua, se eliminan las toxinas inhaladas. Se recomienda el uso de cubrebocas (N95 o N100), evitar las actividades al aire libre.
Para la población que se encuentre particularmente cerca de los incendios debe acudir a revisión médica en caso de presentar dolores de cabeza, debilidad muscular, tos, molestia en la garganta, pulso rápido, dificultad para respirar e irritación en los ojos.
No es recomendable utilizar pañuelos o toallas (mojados o secos) o papel higiénico para cubrir la boca y nariz. Estos puede aliviar sequía pero no ofrecen protección para sus pulmones del humo de incendios forestales.
Recomendaciones sobre comorbilidades
Ante eventos de alta contaminación, pacientes con enfermedades cardíacas y pulmonares, tales como insuficiencia cardíaca congestiva, angina, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC o COPD por sus siglas en inglés), enfisema o asma, o aquellos que han padecido anteriormente de un ataque cardíaco, deben estar atentos a cualquier manifestación de crisis y comunicarse con los especialistas.
Se debe evitar el contacto directo con las cenizas y lave la piel y la boca, en caso de llegar a los ojos, enjuagar con abundante agua hasta eliminar los restos de las mismas.. Los niños, adultos mayores, las mujeres embarazadas, personas fumadoras, que cursan infecciones respiratorias o incluso con diabetes también son personas vulnerables
Finalmente, de acuerdo con el departamento de salud de Washington, el uso de purificadores de aire puede ser una opción viable si se cuenta con filtros adecuados. Por ejemplo, los filtros HEPA con carbón eliminarán o reducirán químicos en el aire, aunque no funcionarán contra el monóxido de carbono.