Las mujeres que viven y trabajan en
lugares en los que las concentraciones de partículas contaminantes en el aire son elevadas tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que aquellas que viven y trabajan en áreas menos contaminadas.
Los resultados del primer estudio que analiza los efectos de la exposición a la contaminación atmosférica en el domicilio y el lugar de trabajo en el riesgo de cáncer de mama se presentan en el
Congreso ESMO 2023 en Madrid.
“Nuestros datos muestran una
asociación estadísticamente significativa entre la exposición a pequeñas
partículas contaminantes a largo plazo, en casa y en el trabajo, y el riesgo de cáncer de mama. Este hallazgo contrasta con investigaciones previas que tenían como objeto únicamente la exposición a dichas partículas en el lugar de residencia de las mujeres, y que mostraron efectos insignificantes o ausencia de efectos en el
riesgo de cáncer de mama”, ha declarado la profesora Béatrice Fervers, directora del Departamento Medioambiental para la Prevención del Cáncer del Centro Léon Béhard para el Cáncer (Francia).
Consecuencias de las partículas en suspensión
En el estudio se comparó la exposición a la contaminación en el hogar y el lugar de trabajo de 2.419 mujeres con cáncer de mama con la de 2.984 mujeres que no padecían la enfermedad entre 1990 y 2011.
Los resultados muestran que
el riesgo de cáncer de mama se incrementa en un 28 % cuando la exposición a pequeñas partículas en suspensión en el aire se incrementa en 10 µg/m3 – que es aproximadamente la misma diferencia que existe en concentración de partículas en los entornos rurales respecto a las áreas urbanas de Europa.
También se documentaron
pequeños incrementos en el riesgo de cáncer de las
mujeres expuestas a niveles elevados de contaminación atmosférica por partículas de mayor tamaño (PM10 y dióxido de nitrógeno).
Desplazamientos
Fervers y sus colaboradores se proponen ahora investigar los efectos de la exposición a la contaminación durante los desplazamientos al trabajo para obtener un panorama completo de los efectos en el riesgo de cáncer de mama.
El profesor Charles Swanton, del Instituto Francis Crick de Londres (Reino Unido) ha subrayado la importancia de los nuevos hallazgos en cáncer de mama.
“
Estas partículas de pequeño tamaño pueden adentrarse en el interior de los pulmones y llegar al riego sanguíneo, desde donde llegan a la mama y a otros tejidos. Ya hay evidencia de que los contaminantes del aire pueden
alterar la arquitectura de la mama. Será importante estudiar si la polución permite que las células del tejido mamario con mutaciones preexistentes promueven el crecimiento de tumores, probablemente por procesos inflamatorios, similares a nuestras observaciones en no fumadores con cáncer de pulmón”, ha declarado.
“Es muy preocupante que las pequeñas partículas contaminantes del aire y que las partículas de microplástico de tamaño similar estén entrando en el ambiente cuando aún no comprendemos su potencial para facilitar el desarrollo de cáncer. Existe una urgente necesidad de llevar a cabo estudios de laboratorio para
investigar los efectos de estas pequeñas partículas contaminantes en la latencia, grado, agresividad y progresión de los tumores de mama”, ha añadido.
“Ahora hay evidencias epidemiológicas y biológicas sólidas del
vínculo entre la exposición a partículas PM2.5 y el cáncer, y contamos con buenos motivos clínicos y económicos para reducir la contaminación para prevenir el cáncer”, ha señalado el profesor Jean-Yves Blay, director de Políticas Públicas de ESMO.
Reducir la cantidad de partículas
Tras una propuesta de la Comisión Europea en octubre de 2022 para
reducir el límite de partículas PM2.5 en el aire desde el actual umbral de 25 µg/m3 a 10 µg/m3 en el año 2030, ESMO ha hecho un llamamiento urgente para la reducción del límite de PM2.5 aún más, a 5 µg/m3, de acuerdo con las guías de la OMS sobre la calidad del aire.
“Reducir las partículas PM2.5 presentes en el aire hasta el nivel recomendado por la OMS es crucial, por su asociación con diversos tipos de tumores, incluyendo los de mama”, ha añadido Blay.
“Tenemos la responsabilidad de impulsar ese cambio, no solo por la gente de Europa, sino en todo el mundo, donde hay grandes variaciones en la contaminación”. El límite inferior es el que adoptó el Comité para el Medioambiente, la Seguridad Alimentaria y la Salud Pública del Parlamento Europeo en 2023.
Negociaciones pendientes
Más recientemente, en septiembre de 2023, el Parlamento Europeo adoptó en una sesión plenaria su informe sobre la actual revisión de las Directivas Europeas sobre Calidad del Aire, que recoge las recomendaciones de ESMO para establecer un
límite anual de PM2.5 en 5µg/m³. Esta adopción da el pistoletazo de salida a las negociaciones entre colegisladores para llegar a un acuerdo final en la directiva.
“Apoyando nuestra petición con evidencia científica sólida, estamos ofreciendo una
nueva dimensión a la política de salud pública. El trabajo no ha terminado, y el cambio no se va a producir de un día para otro, pero vamos en la dirección correcta”, ha concluido el director de Políticas Públicas de ESMO.