El desarrollo de una enfermedad crónica a menudo desemboca en problemas psicológicos o psicosociales, por ejemplo, la ansiedad o la depresión. Por desgracia pocas son las familias que atienden este tipo de necesidades porque ignoran que existan terapias que ayuden a los pacientes de enfermedades crónicas o terminales y a sus familias.
El tema de la aceptación del diagnóstico del paciente no se encuentra aislado de la familia, pues el desarrollo integral familiar es esencial para facilitar el proceso, por ejemplo, del reconocimiento de hábitos nocivos y aceptar ayuda para poder cambiar el estilo de vida que llevaba hasta antes de determinar su padecimiento.
En la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha realizado diferentes investigaciones en las cuales resaltan la importancia de la intervención psicológica no solo en adultos, sino también en niños.
Entre los padecimientos más comunes en los cuales se recomienda acudir a estas terapias está el cáncer de mama, de estómago, leucemia, también enfermedades de discapacidad crónica degenerativas o Insuficiencia Renal Crónica.
Los objetivos de este tipo de terapias se enfocan en que el paciente logre vivir su fase terminal con dignidad, que acepte que su muerte está cercana y lo entienda de una manera real junto con su familia, facilitando un proceso de despedida y pérdida.
La tanatología y la psicología ayudan a adoptar el proceso de duelo de la familia de una manera natural y activa, generando una de adaptación digna a la pérdida del familiar o ser querido.
Las principales pérdidas que debe enfrentar un paciente terminal o crónico son: de la salud y el bienestar, del estatus social, familiar y profesional, de la libertad y la autonomía, después se aborda la definición de la muerte y la percepción del paciente ante ella, mediante su propia definición y la definición social.
Se ha comprobado que el avance del paciente es mayormente favorable con la participación de su red social o familiar pues con ayuda adecuada son capaces de reorganizar los lazos y generar una nueva estabilidad que hace que el paciente crónico se sienta protegido y logre realizar sus actividades cotidianas, para establecer una nueva independencia el mejoramiento se incremente gradualmente.
En México existen terapias de grupo para atender a estos pacientes, por desgracia para abrir los grupos deben existir al menos 10 pacientes interesados para que el hospital asigne a los psicólogos para atender integralmente a las familias, es por eso que llegan a solicitar servicios de psicólogos del sector privado para obtener terapia personalizada.
Desde el año 2013 en el Instituto Nacional de Cancerología existe el Programa de Atención y Cuidados en Oncología con el propósito de incrementar el bienestar del paciente en autoestima, visión y adaptación a la enfermedad y sus consecuencias, la comunicación, la expresión emocional y psicológica, así como el funcionamiento social,
Toda terapia psicológica integral debe tomar en cuenta la cultura, los valores, las creencias, la esfera espiritual, los factores sociales del paciente, y también los aspectos prácticos, como las finanzas y la vivienda además de los problemas sociales y familiares.