Los datos reflejados en el Informe 'Impacto socioeconómico de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias', elaborado por el equipo de expertos de la FEEN (Fundación del Cerebro), confirma que los casos de demencia se incrementan de forma exponencial con la edad. El equipo ha sido coordinado por la Dra. Cristina Prieto y han colaborado la Dra. Eimil Ortiz, el Dr. Carlos López de Silanes y el Dr. Marcos Llanero.
Así, mientras su prevalencia se sitúa por debajo del 2 por ciento en el grupo de edades comprendidas entre los 65 y 69 años, este valor se duplica cada 5 años, alcanzando un 10-17 por ciento en el grupo de 80 a 84 años y llegando a valores del 30 por ciento por encima de los 90 años. De esta forma se calcula que, en 2050, en España, habrá más de un millón de enfermos, mientras que, en todo el mundo, la cifra llegará hasta los 113 millones. 'Por tanto, es previsible una auténtica epidemia mundial en los próximos años, debido al envejecimiento progresivo de la población', asegura el Dr. David A. Pérez, director general de la FEEN. 'No obstante, se calcula que llevar a cabo actividades preventivas, permitiría retrasar la aparición de la Enfermedad de Alzheimer y, por tanto, reducir unos 12 millones los casos mundiales en 2050'.
La demencia es un síndrome clínico caracterizado por un deterioro persistente y progresivo de las funciones cerebrales superiores con la consiguiente pérdida de la autonomía del enfermo, cada vez más dependiente de los demás, en detrimento de su actividad sociolaboral y la de sus cuidadores. 'Aunque la Enfermedad de Alzheimer supone entre un 60 a un 80 por ciento los casos de demencia, existen numerosas patologías que también la producen, como por ejemplo las producidas por enfermedad vascular cerebral, siendo ésta la segunda causa más frecuente', explica la coordinadora del estudio.
La demencia aumenta la carga de morbilidad de las personas afectadas, con especial incidencia de problemas de índole vascular (17,9 por ciento padece cardiopatía isquémica, 32,3 por ciento ictus cerebrales), riesgo de caídas (el 17,7 por ciento de los pacientes sufre alguna fractura), infecciones (el 14 por ciento ha tenido neumonía) y depresión (más de la mitad de los pacientes). Además, es también un factor de riesgo importante de ingreso hospitalario, ya que se incrementa de manera muy significativa la estancia media de los pacientes (78,11 días frente a 6,9 de media), siendo además los ingresos médicamente complejos. De hecho, los gastos sanitarios de enfermos de Alzheimer son un 34 por ciento mayores que los derivados de una población similar sin la enfermedad.
En España, la mayor parte del gasto ocasionado por la demencia corre a cargo de la familia del paciente (87 por ciento frente al 13 por ciento asumido por fondos públicos). Esto hace que el coste económico esté infravalorado, lo que no permite una buena planificación presupuestaria. Aun así, se calcula que, en 2004, el gasto total fue de 8.200 millones de euros, lo que habría significado, de haber sido asumido por el presupuesto total de sanidad, el 10 por ciento de los gastos. por otro lado, el coste anual por paciente oscilaba entre 18.000 y 52.000 euros, según la gravedad de la demencia. 'Dentro de las medidas que pueden reducir el coste total de las demencias figuran el diagnóstico precoz, la implementación de un tratamiento en las fases leves y el empleo de alternativas terapéuticas no farmacológicas', explica la Dra. Prieto.
Por otra parte, se calcula que el paciente con enfermedad de Alzheimer precisa de unas 70 horas de cuidados a la semana, que recaen, principalmente, sobre los familiares. Dichos cuidadores muestran un incremento considerable de enfermedades psicológicas y físicas: hasta el 75 por ciento sufre estrés y el 50 por ciento depresión, lo que origina una pérdida de calidad de vida y una institucionalización más temprana del paciente.