El principal reto que enfrenta la comunidad médica para alcanzar un diagnóstico y tratamiento adecuado de la Psoriasis Pustulosa Generalizada es la capacitación y actualización, según Guillermina Muñoz, directora médica de
Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y el Caribe.
En entrevista con
El Médico Interactivo, la especialista explicó que al ser una enfermedad que se atiende de manera multidisciplinara, es importante la actualización médica, para estar “más abiertos” sobre los avances en tratamientos contra esta rara enfermedad.
“Lo importante es estar abiertos a recibir nueva información, porque como médicos, en ocasiones creemos que ya todo está conocido, pero hay subtipos de enfermedades que no son conocidas por la comunidad médica. Ese es el caso de la Psoriasis Pustulosa Generalizada”, explica.
En este sentido, agrega que es una enfermedad tratada por dermatólogos, aunque si se llega a un médico de primer contacto, éste debe saber hacer la referencia rápida, ya que es una enfermedad que causa mucho dolor y discapacidad y que necesita un tratamiento rápido.
¿Qué es la Psoriasis Pustulosa Generalizada?
La Psoriasis Pustulosa Generalizada (PPG) es una enfermedad cutánea rara, crónica y potencialmente mortal, que va más allá de la piel, condenando a los pacientes a una vida de dolor, incapacidad, hospitalización y riesgo de muerte.
Se caracteriza por brotes repentinos e intermitentes de pústulas dolorosas no contagiosas por todo el cuerpo cuya permanencia se mantiene por días o semanas.
Junto con el dolor, enrojecimiento, sensación de quemazón y agrietamiento de la piel, esta enfermedad suele acompañarse de síntomas sistémicos como fiebre, dolor de cabeza, debilidad muscular y cansancio extremo.
Los brotes de PPG pueden provocar complicaciones como dificultad respiratoria aguda, insuficiencia cardíaca, falla renal y sepsis (respuesta inmunitaria extrema a una infección), las cuales requieren atención de emergencia.
Esta enfermedad aparece con frecuencia alrededor de los 40 años con una mayor prevalencia en mujeres y durante el embarazo. Si bien no existen datos precisos de su incidencia en México, se estima que se presenta en 0.27 a 4.6 personas por cada 10 mil en el mundo.
Tratamiento innovador
En noviembre de 2023, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó la primera terapia en México para el manejo de los brotes agudos de Psoriasis Pustulosa Generalizada.
La nueva terapia se trata de un anticuerpo monoclonal selectivo que bloquea la activación del receptor de la interleucina-36 (IL-36R), vía de señalización del sistema inmunológico implicado en el desarrollo de enfermedades autoinflamatorias como la Psoriasis Pustulosa Generalizada, explica Guillermina Muñoz.
“En noviembre se aprobó en México pero ya tiene más de un año aprobada en Estados Unidos, Japón y en otras partes del mundo donde ya hay experiencia de la vida real, es decir, post aprobación”, añade.
Asimismo, recuerda que es relevante que esa experiencia adquirida en otros países, se traslade a la comunidad médica, se comparta con académicos y que entre todos se logre una actualización y estudio de la enfermedad. “Creo que uno de los retos sería el desconocimiento por los propios médicos, yo creo que ha sido la principal barrera, y a veces de los propios especialistas”, opina.
Enfermedad incurable
En el marco de la presentación de la innovadora terapia de Boehringer Ingelheim enfocada en la Psoriasis Pustulosa Generalizada, la especialista destaca que éste es el primer tratamiento específico para la enfermedad, ya que los otros realmente no han comprobado que den resultados buenos o que controlen los brotes.
La aprobación de la terapia se basa en los resultados del ensayo clínico de fase II EFFISAYIL, de una a 12 semanas de duración, donde participaron pacientes con brotes de PPG, los cuales fueron tratados de manera aleatoria con el anticuerpo monoclonal o con placebo.
Los resultados fueron que, al cabo de una semana, el 54% de los pacientes manejados con la molécula quedaron libres de pústulas en comparación de quienes recibieron placebo. Después de 12 semanas, el 84,4% de los pacientes no presentaban pústulas visibles y tenían un aclaramiento completo o casi completo de las lesiones cutáneas (81,3%).
A pesar de ello, la experta recordó que esta enfermedad hasta hoy es incurable, pero con el tratamiento pueden controlarse los brotes y hacer una vida sin tanto sufrimiento.