Publicado en la revista Cancer, el estudio indica que son necesarios mayores esfuerzos para ofrecer calidad en el seguimiento de la salud de los sobrevivientes de cáncer adolescentes y adultos jóvenes, y animarles a vivir de una forma más saludable.
Los jóvenes diagnosticados con cáncer tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades de larga duración y muerte temprana, no sólo a causa de su enfermedad, sino también debido a los efectos secundarios tardíos de los tratamientos.
En el nuevo estudio, Eric Tai, de la División para la Prevención y Control del Cáncer, en Atlanta, y sus colaboradores, examinaron los datos registrados en 2009 por el Sistema de Vigilancia sobre el Factor de Riesgo del Comportamiento, una encuesta telefónica que controla los comportamientos que afectan a la salud, las enfermedades crónicas, las lesiones, el acceso a la atención médica, y el cuidado preventivo.
Los investigadores compararon la información de la encuesta realizada a 4.054 supervivientes de cáncer adolescentes y adultos jóvenes (cuya edad en el primer diagnóstico de cáncer fue de entre 15 y 29 años), con la información de 345.592 personas sin un historial de cáncer.
En comparación con los encuestados sin cáncer, los sobrevivientes adolescentes y adultos jóvenes con cáncer reportaron una mayor prevalencia de tabaquismo, obesidad , enfermedades del corazón, presión arterial alta, asma, discapacidad, mala salud física y mental y mayor renuncia a la atención médica, debido a su costo.
Los hallazgos sugieren que los supervivientes de cáncer adolescentes y adultos jóvenes experimentan comúnmente rasgos negativos de comportamiento. 'Muchos de estos comportamientos negativos son potencialmente modificables', afirma Tai.
Según el investigador, las guías clínicas ofrecen a los médicos y otros profesionales clínicos información valiosa sobre cómo proporcionar un seguimiento adecuado de los sobrevivientes de cáncer, y la forma de intervenir para promover hábitos saludables.