Es importante reforzar la necesidad de adoptar un estilo de vida saludable, para conseguir un mejor control tanto de las comorbilidades, como de la propia enfermedad inflamatoria
21 de febrero 2023. 2:13 pm
En el marco del IV Curso Multidisciplinar en Reumatología, Dermatología y Enfermedad Inflamatoria Intestinal, organizado por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Pfizer, se ha abordado la relación entre las afecciones cardiovasculares y las enfermedades inflamatorias. En concreto, los pacientes con enfermedades…
En el marco del IV Curso Multidisciplinar en Reumatología, Dermatología y Enfermedad Inflamatoria Intestinal, organizado por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Pfizer, se ha abordado la relación entre las afecciones cardiovasculares y las enfermedades inflamatorias. En concreto, los pacientes con enfermedades inflamatorias inmunomediadas (IMID) crónicas tienen más comorbilidad que la población general. Habitualmente son más frecuentes las afecciones cardiovasculares que, a su vez, suponen una causa importante de mortalidad en dichos pacientes.
Matizaba esta cuestión Cristina Fernández Carballido, reumatóloga del Hospital Universitario San Juan de Alicante. “El aumento de la comorbilidad en estos pacientes tiene varias causas, siendo las más importantes la inflamación persistente y la presencia de factores de riesgo no corregidos. Por eso es importante que la inflamación esté adecuadamente controlada. Para ello, hay que evitar, en la medida de lo posible, que aparezcan brotes o que persista de manera prolongada cierto grado de inflamación residual”. De hecho, “cada vez hay más evidencias que sugieren que el adecuado tratamiento de la inflamación puede conseguir una reducción de la comorbilidad, por lo que es fundamental un control óptimo y estrecho de la actividad de la enfermedad”.
Evitar afecciones cardiovasculares
En opinión de Fernández Carballido, “todos los profesionales sanitarios implicados en el manejo de estos pacientes deben ser conscientes de que ciertas comorbilidades son más frecuentes. Lo primero y más importante es la detección de estas y de sus factores de riesgo. Una vez detectadas, hay que corregir antes que nada los factores de riesgo que son modificables”:
No obstante, algunos como el tabaquismo o la obesidad aumentan el riesgo de múltiples comorbilidades, especialmente de afecciones cardiovasculares y cánceres. Además, reducen la respuesta a los tratamientos. Por ello, es importante reforzar la necesidad de adoptar un estilo de vida saludable, para conseguir un mejor control tanto de las comorbilidades, como de la propia enfermedad inflamatoria. También es importante que, si las comorbilidades se pueden beneficiar de tratamiento, éste se inicie y se controle la respuesta al mismo.
El programa de este IV Curso Multidisciplinar de la SER, además, ha presentado un abanico de temas de gran interés. Así, ha dejado espacio para conocer el estado actual de la derivación, futuras opciones de tratamiento y actualización de las terapias, infecciones o comorbilidades comunes a las tres especialidades, y exposición de casos complejos, entre otras cuestiones.