El hecho de que la agresión a un médico se reconozca como delito, que se haya conseguido sensibilizar a la población sobre esta lacra, la mejora de las habilidades comunicativas de los profesionales, y quizás y sobre todo, que las expectativas de los pacientes ya no son las que eran, han contribuido a que, según datos del Observatorio de Agresiones de la OMC, en 2012 se hayan producido un 16 por ciento menos de agresiones que en 2011. Una buena noticia, sin duda, pero con una doble lectura, y es que existieron 416 agresiones, y tal como explicaba Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, 'esta buena noticia no quiere decir que sean tolerables ni una de las agresiones que aún se producen'.
No sólo descienden las cifras, sino que también cambian en parte los perfiles, tanto de los agredidos, como de los agresores. El dato más significativo, es que si en anteriores informes solían ser los hombres los médicos más agredidos, en esta ocasión, han aumentado significativamente el número de mujeres (un 55 por ciento), sobre todo en los tramos de edad de entre 46 a 55 años. Lo que no varía sin embargo es el ámbito donde se producen estas agresiones, que sigue siendo mayoritariamente dentro de la Sanidad Pública, y dentro de la Atención Primaria, que supone un 68 por ciento de los casos, incluyendo consultas y urgencias extrahospitalarias.
En cuanto al perfil del agresor, aunque sigue predominando en un 29 por ciento los casos en los que el agresor es el familiar del paciente, han aumentado los casos en los pacientes no programados, es decir, aquellos que son atendidos sin cita. Este dato, sumado a que en los motivos de la agresión, también han aumentado los casos debidos a los tiempos en ser atendido, dan a entender que los recortes y el aumento de las listas de espera sí han tenido, aunque leves, sus consecuencias. Aún sí, desde el Observatorio querían destacar especialmente que, pese a la situación crítica actual, la actuación tanto de los pacientes, como de los profesionales, estaba siendo ejemplar.
Otra de las novedades del informe era el estudio sobre los datos de las denuncias, aprovechando que otra de las mejoras en cuanto al Observatorio es que había mejorado sensiblemente el registro de los casos. En un 68 por ciento de los casos había existido denuncia, y de las mismas, un 46 por ciento había llegado a juicio. De las sentencias analizadas (un total de 83), 29 habían sido tomadas como delitos y 75 como faltas (teniendo en cuenta que algunas eran ambas cosas). Aquí el problema lo señalaba Serafín Romero, secretario general de la OMC, y es que 'ocurre que a veces se trata un delito como falta, o viceversa', para lo cual es muy necesario una regulación en el ámbito judicial.
Implicando al sector judicial
José Alberto Becerra, coordinador del Observatorio de Agresiones, explicaba que si el año pasado se quiso sensibilizar especialmente al sector político, y el que viene se incidirá en las asociaciones de pacientes, este año ponen su atención en el ámbito judicial. De hecho, los representantes del Observatorio se reunían posteriormente con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, para hacerle entrega del Manifiesto del 'Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario'. En el mismo se abordan cuestiones como que un 25 por ciento de las agresiones en el ámbito laboral se producen en el entorno sanitario, así como la necesidad de 'seguir desarrollando un abordaje institucional, coordinado e integral, que permita avanzar en el diseño de procedimientos judiciales rápidos, expeditivos y ejemplarizantes'.
De hecho, según Becerra, la idea es conseguir un cambio legislativo en el que las agresiones a médicos sean consideradas como violencia laboral y violencia social. Queda camino por avanzar, ya que ni si quiera todas las autonomías tienen los mismos convenios a este respecto, o algunas ni si quiera han comenzado a desarrollar alguno.
Encuentro con la ministra de Sanidad
Los representantes del Observatorio de Agresiones se reunían también por la tarde con la ministra de Sanidad, Ana Mato, y la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas. En el encuentro, el presidente de la OMC agradeció a la ministra la sensibilidad mostrada ante este problema y le expuso los datos del Estudio sobre Agresiones a médicos elaborado por el Observatorio de Agresiones, así como los trabajos realizados por este grupo desde su creación hace tres años y los objetivos de futuro.
Por su parte, la Ministra resaltó la 'excelente labor' desarrollada por el Observatorio de Agresiones, en especial el Estudio de Agresiones aportado que consideró una valiosa fuente de información a la hora de abordar este problema.
Ana Mato expresó a los representantes de la OMC que 'la lucha contra estas injustas agresiones constituye una de las prioridades dentro de la política de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud' y anunció que el Ministerio adoptará todas las iniciativas y planes de prevención y actuación necesarios para combatirlas, en coordinación con las comunidades autónomas y con las organizaciones profesionales.