Si una persona padece una alergia grave en Islas Baleares, no será remitido al alergólogo y, si desea recibir la atención de este especialista, sólo tiene una salida: ir a la medicina privada. La razón, según subraya el presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), doctor José María Olaguibel, es que no existen alergólogos en el Servicio Balear de Salud. Aunque se trata de la única comunidad autónoma donde la presencia de estos especialistas es nula, en muchas otras, como Asturias, Andalucía, Galicia y Castilla y León, su número es críticamente reducido. De hecho, según la SEAIC, ninguna comunidad autónoma española cumple la proporción mínima que establece la organización mundial de la salud (OMS), de un alergólogo por cada 50.000 habitantes.
Se trata por lo tanto de un importante problema de salud pública, sobre todo si se tiene en cuenta que la prevalencia de enfermedades alérgicas está aumentando en la población joven. 'Cada vez es más frecuente y se observan casos más graves', comenta el Dr. Olaguibel. Esta circunstancia hace prever un aumento de la presión asistencial para los pocos alergólogos que trabajan en la sanidad pública, por lo que la SEAIC considera importante resolver el problema, como demuestra en su Plan Estratégico 2011-2018, presentado hoy.
Para el Dr. Olaguibel, es clave aumentar el número de alergólogos para crear una red de atención secundaria ya que, explica, 'se da la paradoja de que, en muchas ocasiones, los pacientes pasan del ambulatoria a un centro de excelencia'. Que hubiera una mayor presencia de alergólogos en los centros de especialidades sería lo idóneo para absorber la gran demanda que supone el aumento de las patologías alérgicas. El presidente de la SEAIC afirma que 'parece que los sistemas de salud no están muy concienciados' de este problema, a pesar de que son patologías 'que afectan a la calidad de vida'.
En la presentación de su plan estratégico, el presidente de esta entidad subraya como las sociedades científicas han 'recogido el testigo de la profesionalización' y se han marcado como objetivo 'marcar los estándares mínimos de calidad'. La SEAIC pretende diseñar un plan de acción que garantice que la calidad de la asistencia sea equitativa en todo el territorio nacional.
Una de las estrategias que quizás podrían ayudar a paliar el incremento de presión asistencial de los especialistas sería el manejo de los casos menos graves de alergia por parte del médico de familia. Sin embargo, la SEAIC denuncia la poca formación sobre esta especialidad en la mayoría de las facultades de Medicina, un punto que también quieren modificar desde la actual junta directiva.
'Los conocimientos de muchos facultativos son escasos; en la mayoría de las facultades no se da una formación en Alergología como una asignatura, sino que se fragmenta en varias', explica el Dr. Olaguibel, que señala que algunas universidades sí que incluyen la Alergología como asignatura, como la de Navarra o la de Salamanca.
Para la SEAIC, es importante invertir esta situación y que sean la mayoría de las facultades las que den una formación específica sobre un grupo de patologías tan frecuente como las alérgicas. 'Por ejemplo, todos los médicos prescribimos y uno de los efectos que puede tener la medicación es causar alergias', especifica el Dr. Olaguible para explicar la importancia de una buena formación en su especialidad.
Para mejorar dicha formación, la SEAIC no sólo está en contacto con las Universidad sino también con otras sociedades científicas, especialmente con las que agrupan a los médicos de familia.