Los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) son variados y algunos de ellos tienen sus propios factores de riesgo. En general, “la edad acentúa estos síntomas, también el sexo femenino. Los embarazos y los partos pueden favorecer la aparición de algunos STUI, como la incontinencia urinaria de esfuerzo”, apunta Irene Díez Itza, de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), Sociedad que también ha participado en la elaboración del Documento Criterios de derivación y manejo integral del paciente con STUI.
La menopausia, y la deprivación hormonal que se produce tras esta, favorece la aparición de algunos STUI, por lo que podría considerarse también como un factor de riesgo; a los que habría que añadir otras patologías del suelo pélvico, como los prolapsos, que favorecen la aparición de dicha sintomatología.
La ginecóloga enumera otros factores de riesgo, en este caso modificables, como son la obesidad, la ingesta excesiva de líquidos o el consumo de alcohol o la cafeína. El tabaco también se ha implicado en la aparición de alguno de estos síntomas.
A la hora de la prevención, la ginecóloga señala que “se puede actuar sobre aquellos factores que son modificables, como la pérdida de peso en pacientes obesas y evitar la ingesta excesiva de líquidos. También deberíamos evitar la ingesta de alcohol y cafeína, así como el tabaco”.
Con respecto al efecto del embarazo y el parto en la incontinencia urinaria de esfuerzo después del parto, se podría prevenir haciendo ejercicios de la musculatura del suelo pélvico durante el embarazo y después para fortalecer esa zona.
Según Díez Itza, muchas pacientes que acuden a nuestras consultas desconocen que los síntomas urinarios pueden verse favorecidos por los factores de riesgo modificables indicados.
Para paliar dicha situación, propone que cualquier medio de divulgación podría ser útil para darlos a conocer. “Existe la posibilidad de organizar conferencias dirigidas a la población general para hacer hincapié en la posibilidad de identificar y tratar los STUI, así como los factores de riesgo favorecedores”, comenta la ginecóloga.
A las pacientes que tienen factores de riesgo como la obesidad se les puede informar de que en ocasiones dicha condición se asocia a STUI. “La pérdida de peso en pacientes aún asintomáticas podría ayudar a que no se desarrollen esos síntomas. Si la paciente es consciente de que determinadas actitudes de la vida pueden favorecer la aparición de STUI podría evitarlas y con ello la aparición de esta sintomatología”.
En el abordaje de los STUI en mujeres, Irene Díez dice que hay que plantearlo en función de la sintomatología y, sobre todo, de la afectación de la calidad de vida. El médico de Atención Primaria podrá dar las primeras pautas de tratamiento o bien derivar a la paciente a los especialistas pertinentes en caso de situaciones complejas.
No obstante, indica que habitualmente se comienza por los cambios en el estilo de vida y se recomienda la reeducación vesical. “Si estas primeras medidas no son suficientes podremos indicar tratamiento de rehabilitación, que incluiría la práctica de ejercicios de la musculatura de suelo pélvico y la electroestimulación”.
También, “cuando las primeras medidas no son suficientes, prosigue, estaría indicada la utilización de fármacos, que actuando directamente sobre la vejiga favorecen su relajación. Además, a aquellas pacientes menopaúsicas en las que se detecte una atrofia vulvovaginal podría indicarse el tratamiento local con estrógenos”.
Algunos síntomas urinarios en mujeres se deben a factores de riesgo modificables
Conocer los factores de riesgo modificables puede ayudar a prevenir o retrasar la aparición de los síntomas del tracto urinario inferior en mujeres
Clara Simón
5 de abril 2019. 1:30 pm