Los resultados del estudio fase III ALSYMPCA 'acrónimo en inglés de Alpharadin en Cáncer de Próstata Sintomático' fueron presentados el pasado sábado, en el marco del congreso ESMO que se celebra en la capital sueca. El ensayo, que reclutó a 922 pacientes en más de 100 centros en 19 países, alcanzó el objetivo primario al mejorar significativamente la supervivencia global en un 44 por ciento en pacientes con cáncer de próstata resistente a castración y metástasis ósea sintomática. También se alcanzaron todos los objetivos secundarios, incluyendo el retraso en la aparición de los primeros eventos relacionados con el esqueleto.
Los pacientes que recibieron el fármaco, que ha sido desarrollado por Bayer HealthCare, mostraron una supervivencia media de 14 meses en comparación con los 11,2 del grupo placebo, con un tiempo medio de aparición del primer evento relacionado con el esqueleto de 13,6 y 8,4 meses respectivamente, lo que supone una mejora del 64 por ciento en el grupo de pacientes que recibió el fármaco.
Por otro lado, la normalización de la fosfatasa alcalina total fue del 33 por ciento en los pacientes que recibieron alpharadin versus el 1 por ciento de la rama placebo, con una mejora de los primeros del 49 por ciento en el tiempo de progresión del antígeno específico prostático (PSA en sus siglas en inglés).
Como señaló el doctor Chris Parker, del Royal Marsden Hospital de Londres e investigador principal de ALSYMPCA, 'los tratamientos actuales para las metástasis óseas en cáncer de próstata están limitadas, especialmente desde el punto de vista de la supervivencia ya que ninguno ha logrado prolongarla. Alpharadin 'radio 223' es el primer fármaco dirigido a hueso que ha prolongado la supervivencia. Además, es muy bien tolerado y, en mi opinión, podría convertirse en un nuevo estándar de tratamiento para muchos de los cánceres de próstata que desarrollan metástasis ósea'.
Una de las características más relevantes de alpharadin es que imita al calcio. Como recordó el experto, 'el radio y el calcio son similares desde el punto de vista químico y si se administra una inyección de calcio en el torrente sanguineo el calcio se deposita en el hueso. Lo mismo pasa con el radio que, en particular, se posiciona en las áreas donde se está formando hueso nuevo como donde se está formando una metástasis ósea. De este modo la metástasis se convierte en diana del fármaco pero hay una gran diferencia entre calcio y radio: el radio emite en un ámbito muy corto de menos de 100 micrones gran cantidad de alfapartículas que matan las células vecinas, de manera que las células que están más alejadas de esta distancia permanecen tal cual. La teoría es que las células cancerosas cerca del hueso mueren y las células de la médula ósea no son expuestas al fármaco.
Sin apenas efectos secundarios
En cuanto a la tolerancia, Parker ha señalado que no hubo diferencias significativas en ambos grupos de estudio, con más eventos adversos en la rama placebo 'aunque hay algunos efectos secundarios del radio 223, con un pequeño riesgo de efecto en glóbulos blancos y plaquetas. También hay un riesgo aumentado de diarrea leve y vómito leve. Pero, sobre todo y como he comentado, se presentaron más eventos adversos en el grupo placebo que entre los pacientes que recibieron radio 223'.
El futuro del fármaco pasa por los resultados de dos ensayos clínicos en marcha. El primero combina radio 223 con quimioterapia en cáncer de próstata y el segundo es un estudio temprano en cáncer de mama con metástasis ósea. 'Desde un punto de vista teórico, debe esperarse que el radio 223 sea efectivo en metástasis óseas de otros cánceres', concluyó.