Cada año se diagnostican en México aproximadamente nueve mil nuevos casos de cáncer de pulmón y solo cerca de mil personas sobreviven, ya que la
detección es tardía.
Así lo señala el académico de la
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, Horacio Tovalín Ahumada.
A través de un análisis difundido por la UNAM, el académico explica que el cáncer de pulmón es el
segundo tipo de cáncer más frecuente entre los hombres adultos mayores de 40 años.
Además, califica como 'preocupante' su incremento en las mujeres, porque se ubica como el cuarto tipo de neoplasias más común en ellas.
El también integrante del Laboratorio de Fisiología Pulmonar y Neumología Laboral, refiere que la tendencia es que, en algún momento, el riesgo, la posibilidad y el número de casos de este cáncer va a ser muy parecido entre ambos géneros.
Tal y como ocurre con las enfermedades cardiovasculares, así lo destaca en el documento.
“A cierta edad, las muertes por problemas de corazón son mayores en mujeres que en hombres”, dice.
Causas y efectos
El experto universitario puntualiza que
85 % de los casos de
cáncer de pulmón ocurren por estar
expuestos al humo de tabaco, lo que es posible evitar.
En tanto, el restante 15 % se relaciona con la exposición, durante actividades labores, a radiaciones, asbesto, diésel, sílice, y a compuestos atmosféricos sobre los que no hay control.
Para el académico, el dejar el tabaco es difícil, pero recuerda que a partir de los años 40 del siglo pasado se demostró que es un agente cancerígeno potente.
'El más potente al que nos exponemos los humanos, y desgraciadamente lo hacemos voluntariamente', resalta.
Estadísticas a nivel nacional
El experto refiere la
Encuesta Nacional de Salud, la cual reportó que en 2020 el 19 % de la población adulta dijo ser fumadora. De ellos, 9 % consumían tabaco diario.
Además, 17 % declaró haberlo sido con anterioridad.
“Estaríamos hablando de que un
36 % de los adultos son la población de mayor riesgo a este cáncer”, lamenta.
Por otro lado, recuerda que hay otro sector que no es tan fácil de cuantificar: Los llamados fumadores pasivos, que generalmente son las parejas o hijos de los usuarios de cigarrillos.
Tovalín Ahumada sugiere que las
campañas contra el tabaquismo han generado reducción de fumadores, sobre todo en adultos mayores de 40 años.
En los jóvenes se incrementó el consumo, pues los
vapeadores o cigarros electrónicos que, aunque no tienen tantas sustancias nocivas como el cigarro, favorecen el tránsito hacia este.
Finalmente, el especialista se manifiesta a favor de la prohibición de esos dispositivos y que haya más vigilancia sobre su venta.
“Lamentablemente no tenemos programas como en otras enfermedades, por ejemplo la diabetes, la hipertensión, que fomenten periódicamente checar la glicemia -cantidad de glucosa o azúcar en la sangre-, o la presión arterial. En el caso de los fumadores no hay una estrategia que promueva realizarse una radiografía de pulmón”, alerta.
En ese sentido, considera que deberían someterse a radiografías periódicamente y si tiene algún síntoma como tos frecuente, realizarse también una espirometría -estudio mediante el cual se avalúa cuánto aire entra a los bronquios y si hay alguna limitación-.
“El 90 por ciento de casos de este cáncer se podría detectar en un estadio que todavía permite una buena sobrevivida, con una radiografía de pulmón y con buenos tratamientos que dan sobrevida”, asevera el universitario.
Focos rojos
Tovalín Ahumada urge investigar
por qué las jóvenes están fumando más, es decir, si se debe a cuestiones culturales, de socialización, pues los efectos biológicos del tabaco son más severos en ellas.
“Hoy en día la mayoría de los casos de este tipo de cáncer son de hombres, pues históricamente eran los que fumaban más. Son quienes están llegando a los 40 o 60 años y porque en esas generaciones pocas mujeres fumaban. Es también un problema más urbano, aunque impacta a las áreas rurales, no es de manera tan importante”, detalla.
Remarca que las tabacaleras se han centrado en los jóvenes, ya que buscan generar un mercado de clientes que desarrollen una adicción por un periodo prolongado.
Para el especialista es necesario mantener y reforzar diversas
medidas que ayuden a reducir el consumo del producto.
Por ejemplo, estudios han demostrado que aumentar el impuesto a las cajetillas puede disminuirlo hasta 15 %, ya que al incrementar su costo es menos accesible para grupos de alto riesgo.
Sin embargo, recalca que hace falta que las autoridades combatan mercados irregulares como la venta individual, que está prohibida pero hay nula vigilancia al respecto.