La Dermatología española es una de las especialidades mejor valoradas; sin embargo, hay escasez de profesionales y su actividad está muy desaprovechada en la Sanidad pública, tal como resalta Pedro Jaén, presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en una entrevista concedida…
La Dermatología española es una de las especialidades mejor valoradas; sin embargo, hay escasez de profesionales y su actividad está muy desaprovechada en la Sanidad pública, tal como resalta Pedro Jaén, presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en una entrevista concedida a EL MÉDICO. Esta sociedad científica, pese a ser una de las más antiguas de España, se ha ido adaptando a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías hasta convertirse en un referente internacional para los profesionales de la especialidad, y también de cara a la población. Con 2.700 socios, 10 secciones y 16 grupos de trabajo, la AEDV está decidida a ofrecer una respuesta a la creciente demanda, tanto de la especialidad como de la sociedad, de luchar porque haya una mejor salud dermatológica.
¿En qué situación se encuentra la Dermatología en nuestro país con referencia al resto del entorno europeo?
La Dermatología es una especialidad que goza de una salud excelente en nuestro país, en gran parte porque los dermatólogos españoles tienen un nivel científico muy alto respecto a nuestros colegas de los países de nuestro entorno. Hay áreas específicas en las que estamos muy por encima de los dermatólogos de cualquier lugar del mundo como ocurre, por ejemplo, en cirugía, cáncer, láser, estética o dermatopatología, entre otras. Aunque se trata de una especialidad muy antigua, tenemos muchas escuelas y de mucha calidad que están a la vanguardia en áreas en las que hemos sido muy potentes históricamente, como la cirugía, y en otras más recientes como la e-Dermatología o la teledermatología. Todo eso hace que los dermatólogos españoles estén muy capacitados y a la vanguardia de todas las novedades, lo que, a su vez, hace que estemos muy bien considerados internacionalmente en todo el portfolio de especialidades que tratamos. A esto hay que unir que es una de las especialidades más elegidas por los residentes, dado que es un área de la Medicina que es muy atractiva porque es muy amplia y tiene una buena salida. Una especialidad en la que los dermatólogos pueden desarrollarse profesionalmente de forma más fácil y satisfactoria que en otras, tanto desde el punto de vista profesional como económico. Por tanto, los que entran de residentes son los mejores de los mejores tras el proceso de selección, y esto, sin duda, está empujando la especialidad en los últimos años de forma muy determinante. Todo ello hace que tengamos una Dermatología muy saludable.
Esa relevancia de los profesionales en el ámbito mundial se habrá visto reflejada en el 28th Congreso Europeo de Dermatología y Venereología que se ha celebrado recientemente en Madrid…
Efectivamente. En este último congreso ha habido más de 80 ponencias de dermatólogos españoles, es decir, el mayor número de charlas ha sido de profesionales españoles. En parte por el alto nivel que tiene la especialidad en España y quizás también favorecido por el hecho de celebrarse en Madrid. En cualquier caso, de forma habitual, solemos ser el tercer país en presencia en el congreso europeo.
A día de hoy, ¿qué demanda el dermatólogo español? ¿cuáles son sus principales reivindicaciones?
Quizás la principal demanda es el peso que tiene dentro de la Sanidad pública. El dermatólogo es un especialista médico quirúrgico que puede resolver los problemas de forma rápida y eficaz pero su representación no es uniforme en todo el territorio nacional. Un aspecto importante es la falta de desarrollo de la faceta quirúrgica del dermatólogo en el abordaje de los problemas de la piel, a pesar de que son los profesionales que mejor resuelven la cirugía dermatológica o la cirugía del cáncer de piel. En este sentido, las cirugías dermatológicas están desaprovechadas, ya que no hay suficiente presencia del dermatólogo quirúrgico en los hospitales públicos. Otro aspecto que debe mejorar es su papel en el abordaje del diagnóstico y en la orientación del tratamiento de patologías como el cáncer de piel y el melanoma, donde las terapias cada vez son más precisas. En la actualidad, el dermatólogo tiene mucho que decir en el manejo del cáncer de piel. Personalmente, creo que debemos trabajar de forma más conjunta. Es una necesidad tanto de los profesionales sanitarios como de los pacientes. Ocurre también en las enfermedades inflamatorias con repercusión sistémica y expresiones cutáneas, aunque en este ámbito estamos mejor representados.
¿Y en la Sanidad privada?
En lo que respecta a la Sanidad privada, las principales demandas van orientadas a la mejora de las condiciones retributivas, un aspecto que no solo afecta a los dermatólogos, sino que es un mal común de todos los especialistas. El hecho de que la Sanidad privada esté en manos de compañías aseguradoras y grupos hospitalarios hace que decidan de forma unilateral la retribución de los especialistas pagando por acto médico y de forma muy pobre. En este escenario, el médico se ve abocado a aceptar o no las condiciones, pero no puede negociar por lo que su retribución se basa en el volumen de pacientes que ve, lo que hace que la calidad se resienta. Un problema que también afecta a la faceta quirúrgica del dermatólogo, que tampoco está suficientemente reconocido ni bien retribuido.
¿Tiene suficientes profesionales la especialidad para cubrir todas las demandas? ¿Su distribución es homogénea en todo el territorio nacional?
En estos momentos, no. No hay suficientes dermatólogos. De hecho, en los últimos años se está aumentando el número de plazas MIR pasando de 70 plazas a más de 100 en los últimos cinco años. Nos encontramos con que las ofertas de empleo público fuera de los centros de referencia no son muy atractivas, los denominados puestos de difícil cobertura; y los dermatólogos al poder elegir prefieren ir a zonas en las que puedan optar por un mejor desarrollo profesional y económico. Derivado de ello, excepcionalmente, se contrata incluso a médicos de Atención Primaria para atender a pacientes con problemas dermatológicos. La distribución de especialistas no es homogénea en todo el territorio nacional y el acceso a la salud dermatológica no es la misma en todo el país. Un mal común de muchas especialidades.
A causa de estas deficiencias en el empleo público, ¿en la especialidad se da también la fuga de talentos al extranjero?
Yo diría que no las hay y, en cualquier caso, si se dan, en menor proporción que en otras especialidades porque hay una oferta de empleo grande. En la AEDV publicamos unas 400 ofertas de trabajo cada año, lo que ocurre es que algunas de ellas son de poca calidad y en ciudades pequeñas que tardan en cubrirse. Si hubiera más especialistas y las ofertas fueran más atractivas se mejoraría el acceso a la salud dermatológica de la sociedad y se mejoraría el desarrollo profesional del especialista, lo que ayudaría a resolver esta disyuntiva. En el ámbito privado, la demanda también ha aumentado mucho en los últimos años y es muy atractivo para los profesionales porque además de las consultas se hacen procedimientos, cirugía y estética; y al aumentar la cartera de servicios, se incrementa la demanda de especialistas.
Centrándonos en la AEDV, hablamos de una de las sociedades científicas más antiguas, ¿Cómo se ha ido adaptando a los nuevos tiempos?
La AEDV tiene la ventaja de que casi todos los dermatólogos españoles son socios, por lo que sus preocupaciones están muy presentes en el sentir de la Academia. La sociedad se ha preocupado mucho de escuchar las necesidades del dermatólogo y, a pesar de que no somos un sindicato, somos conscientes de que tenemos cierta capacidad de influencia en las instituciones a las que no dejamos de trasladarles los problemas que tiene la especialidad en nuestro país. Conocer esas necesidades de forma fluida ha sido muy importante para irnos adaptando y profesionalizando la sociedad, creando departamentos capaces de gestionar las diferentes áreas como la formación, la investigación, el trabajo diario, la comunicación, etcétera. Todas las sociedades médicas, en el pasado, eran muy voluntaristas y poco profesionalizadas, también la nuestra. Pero ahora hemos conseguido que todo esté más estructurado y profesionalizado y esto ha sido fundamental para poder dar una respuesta a las demandas de nuestros socios tanto en formación como en investigación, influencia o comunicación. Esto sin olvidar que en la AEDV hemos hecho una gran apuesta por mejorar la salud dermatológica de la población acercándose también a la sociedad.
Ha mencionado que la formación es una de las grandes apuestas de la AEDV. Cuéntenos que es AulaDerma, en qué consiste, cuál es su objetivo…
En la Academia queríamos apostar de forma consistente por la formación continuada de los dermatólogos, que fuera uno de los pilares más importantes, y para ello creamos AulaDerma. Se trata de un espacio dentro de la AEDV donde el especialista puede encontrar un amplio abanico de formación, clasificada por temas, en diversos formatos y toda respaldada y avalada por la Academia. Pero la principal característica es que se trata de una formación definida en base a las necesidades del dermatólogo, dirigida por expertos en cada materia, sin influencia de los intereses de los financiadores. Es cierto que la formación médica si no la financia la industria farmacéutica sería menos abundante, pero nosotros hemos conseguido que esa formación sea dirigida en función de los intereses de los socios. La otra característica de AulaDerma es que se trata de una plataforma abierta a todos los profesionales de la especialidad sin ningún tipo de límite al acceso. Por tanto, hablamos de programas formativos hechos y dirigidos por dermatólogos, y abiertos y de libre acceso a todos los socios.
¿Qué hace esta plataforma diferente de otras plataformas formativas?
La diferencia radica en que nos hemos ido adaptando a lo que los profesionales van demandando. Hemos recurrido a grabar formaciones presenciales para poder ofrecerlas online, hemos creado cursos específicos para hacerse de forma digital, otros presenciales y otros mixtos, lo que se ha traducido en una oferta formativa muy amplia y diversa. A día de hoy contamos con más de 800 vídeos formativos y unos 20 cursos online. Por otro lado, estamos trabajando en poder adaptar toda esa formación a los diferentes formatos posibles para que sean consumidos de diferentes formas. Hay temas que deben ser tratados de manera muy extensa y en profundidad, y otros que deben dar respuesta rápida a necesidades muy concretas con píldoras formativas. En ese sentido, estamos trabajando para adaptar la formación a los nuevos tiempos y poder darle al médico determinados conocimientos en distintos formatos a los que pueda acceder de diferentes formas en función de sus necesidades. Es una de las cosas más valoradas por los socios. Un buen ejemplo de estos formatos son los Hightlights de los congresos nacionales e internacionales que están teniendo una enorme aceptación. Se trata de resúmenes con las principales novedades de los congresos filtradas por dermatólogos de prestigio en el ámbito la especialidad que se trate. De esta forma, el profesional que quiera pueda ponerse al día de lo que se ha presentado de forma rápida. Estos Hightlights en ocasiones, en función del congreso, se publican en inglés y en español porque son muchos los profesionales extranjeros que accedían a ellos, y es otro de los impulsos que queremos darle a la AEDV: la internacionalizar de la formación que ofrecemos. En estos momentos estamos acometiendo la reorganización de todo el material formativo que tenemos para adaptarlo a los diferentes formatos para los distintos consumos de los profesionales. Cuando esté todo bien organizado, la idea es internacionalizarlo toda la oferta formativa para llegar a los especialistas de otros países. El alto nivel de la Dermatología española nos permite poder liderar esta apuesta.
Las nuevas tecnologías han supuesto una revolución en la Medicina en general, ¿Hacia dónde camina el futuro de la Dermatología en este sentido?
La especialidad está cambiando mucho y va a cambiar aún mucho más. Ahora mismo la consulta a distancia ya es el presente en Dermatología. Poder consultar con un colega o que un médico que tiene un paciente con un problema dermatológico en un lugar distante pueda consultar con el especialista en tiempo real o de forma diferida aligera la atención y permite el acceso al especialista al que no se podría acceder de otro modo. La inteligencia artificial y el BigData son herramientas que ya están demostrando que van a servir de gran ayuda en el diagnóstico de problemas dermatológicos, y vamos a tener acceso a ellos en nada. Por otro lado, los pacientes también van a tener un acceso fácil a una orientación diagnóstica online, un aspecto que no va a evitar la consulta presencial, sino que las va a aumentar para confirmar el diagnóstico, pero incrementando la interactuación del paciente con nuestra especialidad. Todo lo relacionado con la imagen va a cambiar mucho la forma de abordar la Dermatología, de hecho, ya hay aspectos que hoy en día se están haciendo, como la dermatoscopia digital, la microscopia confocal o las ecografías; y, en un futuro, la tecnología nos va a permitir tomar imágenes macroscópicas y microscópicas que van a poder ser informadas por un experto si se necesitara esa consulta. Por poner un ejemplo, el informe del experto de una dermatoscopia ya existe, aunque no se haga de forma generalizada.
La tecnología también ha permitido la evolución de las redes sociales que han cambiado la forma de abordar algunos temas relacionados con la piel, ¿Cómo se ha adaptado la AEDV a las redes sociales?
Somos muy conscientes de lo que está sucediendo en las redes sociales y en los cambios que han propiciado en la interacción del paciente con el dermatólogo. No en vano contamos con un grupo de trabajo de e-Dermatología que está trabajando en este campo. Y es que, ahora mismo, el mayor enemigo de la salud es la ausencia de información y peor aún es la desinformación y la información no correcta. Por eso, desde la AEDV hemos apostado por tener una presencia activa en las redes sociales difundiendo información veraz, avalada por la propia Academia, para que la población tenga un mayor y mejor acceso posible a esta información. Creo que nos hemos adaptado muy bien a estos tiempos.
¿Han modificado las redes sociales el trabajo del dermatólogo?
Sí, porque el paciente llega con más información o más desinformación, y los dermatólogos hemos tenido que incorporarlo a nuestro día a día. Hay muchos que también tienen perfiles en las redes sociales y hacen una labor pedagógica. De hecho, uno de los objetivos del grupo de e-Dermatología es dar formación a los especialistas para que sean conscientes de la importancia de las redes sociales y que aprendan a interactuar de forma adecuada en estos canales para colocar los mensajes correctos.
La Dermatología también se encarga del abordaje de las enfermedades venéreas cuya prevalencia está en aumento, ¿Qué papel juega el dermatólogo a la hora de detectarlas?
Juega un papel clave, fundamentalmente, en su diagnóstico porque a veces las manifestaciones clínicas se pueden confundir con otras enfermedades dermatológicas. Es cierto que con las medidas de protección ante el VIH se ha ido perdiendo el miedo al contagio de una enfermedad de transmisión sexual, por lo que su prevalencia se ha incrementado y estamos viviendo un repunte de las uretritis gonocócicas y no gonocócicas, la sífilis, los papilomas, y los condilomas, entre otros. Incluso, otras enfermedades más cercanas como la pediculosis del pubis, la sarna, o enfermedades que se transmiten por contacto no sexual también están creciendo.
¿Cómo se está abordando este problema desde la AEDV?
Creemos que la clave está en la información y en la educación de la población, por eso tenemos un grupo que trabaja diseñando e implementando campañas de prevención. Ya se han hecho algunos talleres en instituciones penitenciarias y se está trabajando en una campaña destinada a la población adolescente, que es el segmento que más riesgo tiene de contraer una enfermedad de transmisión sexual. También queremos, a medio plazo, trabajar conjuntamente con las autoridades sanitarias para poner en marcha proyectos o planes de información y formación para la sociedad.
Ya para finalizar, ¿Cuáles son los principales retos de la AEDV y dónde le gustaría ver a la Dermatología española en el horizonte 2030?
Tenemos un reto muy importante que es llevar la salud dermatológica a la población. La información, la formación y la comunicación de hábitos y actitudes correctas para que la población sepa cómo no enfermar dermatológicamente. De cara a los profesionales, lo que queremos es conseguir unas mejoras en las condiciones de trabajo y que la oferta laboral permita el desarrollo profesional, tanto en el ámbito público como en el privado. En cuanto al deseo de futuro, sería que todos los pacientes del territorio nacional tuvieran un acceso fácil y de calidad a la salud dermatológica.