A veces se siguen escuchando propuestas para crear centros especiales que acojan a personas con trastornos mentales, pero creo que no debemos repetir la historia de los manicomios", manifiesta Aquilino Alonso, consejero de Salud de Andalucía. Esta comunidad presume de ofrecer una atención integral pública…
A veces se siguen escuchando propuestas para crear centros especiales que acojan a personas con trastornos mentales, pero creo que no debemos repetir la historia de los manicomios', manifiesta Aquilino Alonso, consejero de Salud de Andalucía. Esta comunidad presume de ofrecer una atención integral pública en salud mental. En el caso de los programas de apoyo social para personas con trastorno mental grave, dispone de la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (FAISEM). El Servicio Andaluz de Salud (SAS) y FAISEM cuentan con una serie de recursos que tienen como objetivo 'desarrollar una red comunitaria de salud mental para la atención sanitaria y social y además promueven la eliminación del estigma social, con la colaboración de diversas entidades'. Este fue uno de los planteamientos claves con el que nació el primer Plan Integral de Salud Mental de Andalucía, recuerda Manuel Alén, gerente de FAISEM.
Otra muestra de integración se observa en la formación del Patronato de FAISEM, que actualmente está presidido por el consejero de Salud; y del que también forman parte la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales y la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio. El objetivo es conseguir una estrecha colaboración entre las redes de servicios sociales, salud, empleo, educación, justicia, cultura y deporte, el movimiento asociativo y otras instituciones.
El primer nivel de coordinación debe darse entre los servicios de salud mental y los de Atención Primaria (Enfermería, Trabajo Social, etc.), como defiende José Carmona, director del PISMA: 'Los profesionales de AP y los de Salud Mental debemos hacer un trabajo conjunto y continuado. Los procesos asistenciales integrados suponen una herramienta excelente en este ámbito y seguiremos avanzando en la consolidación de ese espacio compartido'.
Juan Tomás García, director general de Asistencia Sanitaria y Resultados en Salud del Servicio Andaluz de Salud (SAS), añade que una herramienta fundamental para realizar ese trabajo conjunto son las 'unidades de gestión clínica'. Para alcanzar los objetivos del nuevo Plan, sus responsables consideran necesario emplear todos los instrumentos disponibles, como la historia clínica digital, el Plan Andaluz de Atención Integrada a Pacientes con Enfermedades Crónicas o la Comisión Central para la Optimización y Armonización Farmacoterapéutica, que promueve el uso racional del medicamento, sobre todo respecto al consumo de psicofármacos.
Para José Carmona, las unidades de gestión clínica en Andalucía 'han aportado calidad a la asistencia, han permitido mejorar la accesibilidad, reducir la demora, definir indicadores de la actividad asistencial, obtener mayor eficiencia y la continuidad asistencial. Además, los profesionales participan en la gestión de sus propios recursos y ha supuesto un impulso importante a la investigación'.
En estos años, se ha venido trabajando en el desarrollo profesional y la gestión clínica, con el enfoque de la recuperación del paciente. Además, se ha consolidado FAISEM como fundación pública de referencia para la atención social a pacientes con enfermedad mental grave. Igualmente, se ha afianzado la participación de los pacientes, como reconoce el consejero Aquilino Alonso: 'Para mí, ha sido todo un descubrimiento, creo que debemos aprender de ellos y de sus vivencias'.
De hecho, la Administración andaluza continúa trabajando y avanzando en la atención a la salud mental y prevé publicar, antes de julio de 2016, el nuevo Plan Integral de Salud Mental que vendrá a consolidar el protagonismo del ciudadano, la gestión clínica, el fortalecimiento del modelo de atención comunitario y el enfoque hacia la recuperación. 'No se trata solo de palabras, sino de llevar estas iniciativas a la realidad de la práctica clínica y a la sociedad. Es necesario un cambio social para no solo reducir, sino también conseguir eliminar el rechazo social', dice Alonso.
El nuevo Plan continuará avanzando en el respeto a los derechos de las personas con problemas mentales y su participación, en actividades de promoción y prevención en salud mental, mejorando la calidad de la atención a las personas con problemas de salud mental. Entre las líneas de trabajo, destaca: la atención a la población infantil y adolescente, el incremento de intervenciones de carácter psicológico, el uso racional de medicamentos, las intervenciones de detección y atención precoz, la recuperación y la atención a poblaciones con dificultades de accesibilidad a los servicios. Además, se desarrollará un plan de gestión del conocimiento, apoyo y desarrollo de la investigación.
El futuro Plan Integral abordará además la cronicidad desde el ámbito de la recuperación social y, para ello, juega un papel esencial el empoderamiento de la persona y el apoyo mutuo. Asimismo, 'la situación de crisis económica de estos años conlleva que el nuevo Plan se oriente también a la búsqueda de la eficacia e innovación también en la atención a la salud mental', comenta José Carmona, director del Plan.
Lucha contra el estigma
La estrategia de la lucha contra el estigma ha sido uno de los objetivos fundamentales del actual Plan de Salud Mental y lo seguirá siendo en el nuevo documento. En estos años, se ha trabajado especialmente con los medios de comunicación y en el marco de la estrategia 1decada4, cuya página web se ha convertido en referente en salud mental y ha sido visitada, en el último año, por más de 70.000 personas con 128.000 páginas consultadas.
Se han realizado múltiples actuaciones, editado videos y guías sobre el estigma, la salud general de las personas con enfermedad mental, 'La Experiencia importa', 'No decidas por la cara' y sensibilización en las aulas con 'Lo Hablamos'.
También se han convocado dos premios contra el estigma, con el objetivo de potenciar las acciones locales de sensibilización, el trabajo en red, la coordinación entre los agentes implicados enfocadas a la recuperación y la integración social de las personas con enfermedad mental.
En el ámbito de la promoción y la prevención y, específicamente, en la infancia y adolescencia, se han puesto en marcha medidas para fomentar una parentalidad positiva; acciones para promocionar un desarrollo positivo en la adolescencia y se ha incorporado la educación socio-emocional en los programas de promoción de la salud en el ámbito educativo 'Creciendo en Salud' y 'Forma Joven'. Asimismo, destacan en este ámbito los programas de prevención destinados a hijos de padres con enfermedad mental.
En población adulta, se han impulsado además los Grupos Socioeducativos en Atención Primaria (GRUSE), por los que hasta la fecha han pasado más de 11.000 mujeres con malestar psicosocial. Asimismo, se está realizando un intenso trabajo intersectorial en el ámbito de la prevención del suicidio, poniendo en valor las redes locales de prevención.
Respecto a la atención de familiares y cuidadores, Gonzalo Fernández Regidor, responsable del PISMA, recuerda que existen programas de acompañamiento para pacientes con enfermedad mental grave y una colaboración permanente con el movimiento asociativo.
Desde FAISEM también se favorece la recuperación y la consideración de ciudadanos y ciudadanas de personas con trastorno mental, y se les facilitan casas-hogar donde viven no más de 20 pacientes con personal de apoyo. También hay un programa de empleo y servicios de orientación para buscar salidas laborales a personas con este tipo de trastorno, ya que el paro afecta a casi el 90 por ciento de este colectivo. Asimismo, es necesario cierto apoyo para la vida cotidiana, con centros de día, centros ocupacionales, clubes sociales. Andalucía cuenta también con programas para personas con especial vulnerabilidad, que viven en la calle o están en prisión. La idea es complementar la actuación sanitaria con soporte social para que la gente viva integrada en la sociedad.
Desde los estamentos públicos, en especial FAISEM, se intenta desarrollar programas de sensibilización de familias, clubes sociales, actividades deportivas, entre otras iniciativas. Una de las más novedosas ha sido la realización del documental 'Me gano la vida', que refleja la recuperación de personas con problemas de salud mental a través del empleo. Este trabajo audiovisual demuestra que es posible la integración de los pacientes en las empresas, con lo que se reducen o eliminan los estigmas y la discriminación.
Autonomía pionera en política farmacéutica
La política farmacéutica en salud mental de Andalucía está estrechamente ligada a la estrategia económica de la Consejería de Salud. Antonio Peinado, subdirector general de Farmacia y Prestaciones del SAS, explica que esta autonomía 'ha sido pionera y sigue siendo líder en la toma de medidas para conseguir un uso racional del medicamento', y uno de los ejemplos ha sido, desde 2001, la prescripción por principio activo. En la actualidad, este criterio para prescribir un fármaco alcanza casi el 95 por ciento, tanto en Atención Primaria como en Hospitalaria.
Asimismo, la comunidad andaluza mantiene una colaboración público-privada 'con luz y taquígrafos' con la industria farmacéutica a través de la conocida como 'subasta'. 'Algunos laboratorios nos ofrecen un ingreso por cada envase que se dispensa de su medicamento cuando son prescritos por principio activo. Por este concepto se han ingresado 121 millones de euros en 2015, una cantidad que permite afrontar la innovación, sobre todo en Atención Hospitalaria, donde el crecimiento del gasto farmacéutico se debe fundamentalmente a la innovación. Siempre queremos incorporar las novedades cuando supongan un beneficio respecto al tratamiento anterior y manteniendo la sostenibilidad del sistema', asegura Antonio Peinado.
El nuevo plan de Salud Mental de Andalucía también considera clave la evaluación de resultados, 'para saber en qué aspectos debe mejorar el sistema y qué problemas quedan por resolver', explica Juan Tomás García, del SAS. En este sentido, Ramón González Carvajal, secretario general de Investigación, Desarrollo e Innovación en Salud, resalta que el plan 'se evalúa con transparencia y se marcan objetivos que se corrigen'. 'Esta idea está relacionada con una estrategia central que busca la calidad de la gestión. Todavía hay mucho trabajo por hacer, somos autocríticos, pero ya hemos alcanzado muchos logros'.
Investigación en Salud Mental
Respecto a la investigación en salud mental, Juan Ramón Castillo, presidente del Centro Andaluz de Farmacovigilancia, ensalza la labor que se realiza en la Unidad de Ensayos Clínicos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, sobre todo con estudios en fase 1. 'Se necesita más esfuerzo por parte de los profesionales que están en contacto con los pacientes para incrementar la participación de pacientes en estos estudios', explica.
Precisamente una de las investigaciones más recientes promovidas por FAISEM ha sido el análisis de la prevalencia de problemas de salud mental en varones que cumplen condena en centros penitenciarios de Andalucía, como señala Marcelino López, director de Programas de FAISEM. El 82,6 por ciento de los hombres analizados tenía antecedentes de haber padecido algún tipo de problema de salud mental a lo largo de su vida, y el 25,8 por ciento lo había tenido durante el último mes. Los trastornos más frecuentes son los relacionados con el abuso y dependencia de sustancias psicoactivas, seguidos por trastornos de personalidad, depresivos, de ansiedad y en mucha menor medida Trastornos Mentales Graves. En las conclusiones de esta publicación se indica que 'se trata de perfiles y cifras que coinciden básicamente con las de otros estudios nacionales e internacionales'.
Andrés López, psiquiatra de FAISEM, considera necesario no solo reducir el periodo de internamiento de la población penitenciaria con problemas de salud mental (en aquellos casos en los que la situación clínica y judicial lo permitan), sino también prevenir la comisión de hechos delictivos y evitar la judicialización innecesaria: 'Desde FAISEM queremos dar información a los jueces, a las fuerzas de seguridad, a la abogacía para plantearles cómo tienen que actuar en situaciones de emergencia sanitaria. Debemos intentar que estos pacientes eviten su entrada en el sistema penal'. En este ámbito es imprescindible la coordinación entre los sistemas sanitarios, sociales, judicial y penitenciario.
En el modelo andaluz, existen experiencias en los que un psiquiatra del sistema público acude al centro penitenciario, se coordina con el servicios médico del centro y atiende pacientes, que pueden beneficiarse de alguno de los programas que desarrolla FAISEM en colaboración con el movimiento asociativo, posibilitando la asistencia de la fundación, que, junto con el SAS, también hace un seguimiento de estas personas cuando salen de prisión. 'Estos pacientes están doblemente estigmatizados por la enfermedad mental y por estar en la prisión', dice Andrés López.