Para conseguir un diagnóstico precoz de los signos y síntomas de sensibilización central, es imprescindible fomentar la formación entre los médicos de Atención Primaria. Pablo Baz, coordinador del grupo de trabajo de Neurología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), explica que…
Para conseguir un diagnóstico precoz de los signos y síntomas de sensibilización central, es imprescindible fomentar la formación entre los médicos de Atención Primaria. Pablo Baz, coordinador del grupo de trabajo de Neurología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), explica que los médicos de Atención Primaria tienen “una formación cada vez más específica y completa para diagnosticar estos síndromes”.
“El dolor es un problema muy prevalente en Atención Primaria”, dice el Dr. Baz, quien añade: “En nuestro sistema de salud, la AP debe ser el nivel inicial de atención donde actuamos manejando, gestionando y coordinando no solo este problema de salud, sino todos los que el paciente presente. Vemos al paciente en un entorno multidimensional”.
Se han elaborado documentos de consenso en atención al paciente crónico entre todas las sociedades científicas para ayudar a elaborar planes terapéuticos integrales con tratamientos farmacológicos, no farmacológicos, monitorización y seguimiento, plan de autocuidados y alianzas con el paciente.
Cuando hay sospecha de sensibilización central, el médico de Primaria debe monitorizar y seguir al paciente, no solo en el manejo farmacológico, sino con medidas de autocuidado, ejercicio físico reglado y nutrición cardiosaludable, como indica Pablo Baz.
El abordaje terapéutico de este tipo de paciente requiere una combinación de medidas farmacológicas y no farmacológicas. Es necesario adecuar el tratamiento analgésico al tipo de dolor que presenta el paciente teniendo en cuenta los mecanismos de acción de los fármacos y manejar con precaución el tratamiento farmacológico, sobre todo en pacientes con alteraciones cardiacas, hepáticas, renales o gastrointestinales.
Derivación del paciente
Respecto al momento de derivar al paciente, y las especialidades indicadas, Pablo Baz explica que debe llevarse a cabo cuando se requiere de un tratamiento que favorezca su mejoría y no se esté disponible en Atención Primaria, sino en unidades específicas del dolor hospitalarias para la aplicación de técnicas invasivas. El paciente debe ser derivado también si al cabo de seis meses de tratamiento no se han conseguido los objetivos iniciales. Unos objetivos que van a depender del buen diagnóstico y adecuado tratamiento.
En cuanto al seguimiento desde Atención Primaria del paciente con sensibilización central, este facultativo señala que se debe realizar “una gestión consensuada desde una perspectiva biopsicosocial”. Todos los profesionales del equipo de AP, como Medicina, Enfermería, trabajador social, Fisioterapia o unidades de salud mental conforman un equipo multidisciplinar. Sería también necesaria la participación de las asociaciones de pacientes para el abordaje comunitario.
Aparte del tratamiento farmacológico, Pablo Baz destaca que la relación médico-paciente es fundamental, así como el empoderamiento del paciente, al que se le debe educar en cuanto a su enfermedad, explicarle el objetivo del tratamiento e invitarle a adherirse.