Las amibas de vida libre del género
Acanthamoeba pueden
provocar infecciones en personas inmunológicamente deficientes, por lo cual se consideran patógenos oportunistas.
No hay diagnóstico correcto
Bibiana Chávez Munguía, investigadora del Cinvestav, explica que las infecciones por este tipo de microorganismos
ocurren en el sistema nervioso central, piel, pulmones y ojos.
Agrega que
no son diagnosticadas correctamente porque
las manifestaciones clínicas se confunden con otros padecimientos.
Atacan el sistema nervioso central
Indica que de ocurrir la invasión de
Acanthamoeba en el sistema nervioso central
se produce encefalitis amibiana granulomatosa.
Enfermedad que
no cuenta con un fármaco específico, se usa antibióticos de amplio espectro, en la mayoría de los casos hay consecuencias fatales.
Estudio in vitro
Ante este panorama y con la finalidad de conocer
los mecanismos que las amibas utilizan para causar daño en el sistema nervioso central, investigaron las causas probables.
Esto a través del estudio “
Schwann Cell Autophagy and Necrosis as Mechanisms of Cell Death by Acanthamoeba'.
Con el objetivo de describir in
vitro los eventos que tienen lugar durante
la interacción de Acanthamoeba con las células de Schwann.
Resultados concluyentes
Entre los resultados, destaca que
las amibas provocaron procesos de muerte celular, autofagia y necrosis en las células de Schwann.
Las células de Schwann
forman las envolturas de las prolongaciones de las neuronas para protegerlas y facilitar la transmisión de los impulsos nerviosos.
Lo anterior sugiere que, tras cruzar el epitelio olfativo,
las amibas inhabilitan la función protectora de las células de Schwann, dando paso al sistema nervioso central.
Así,
la muerte celular no solo podría explicar el daño en las funciones motoras del paciente.
También es
la causa del agravamiento de algunos síntomas de la encefalitis amibiana granulomatosa.
Que son
cambios en el comportamiento, convulsiones, dolor de cabeza, fiebre, alteración de la visión, náuseas y falta de control muscular.
Puedes revisar el artículo original en este enlace:
https://doi.org/10.3390/pathogens9060458.