El aprendizaje de los hospitales durante la pandemia ha sido el tema central que han abordado diversos expertos en el
II Simposio del Observatorio de la Sanidad ‘Las lecciones de la COVID-19’, organizado por el periódico El Español e Invertia en la Universidad Camilo José Cela de Madrid.
Carolina Darias, ministra de Sanidad, ha inaugurado las jornadas. En su discurso ha comentado algunas conclusiones de la reunión internacional del G20 celebrada recientemente en Roma. Según ha dicho, los representantes de la función pública han hablado de la defensa de la sanidad pública y el protagonismo de los profesionales en el diseño de las políticas sanitarias.
Hospitales durante la pandemia
Posteriormente, una de las mesas ha tenido como tema las ‘
Lecciones de la Covid-19, ¿qué han aprendido los hospitales y qué lecciones son relevantes frente a futuras crisis?’. Uno de los intervinientes ha sido
Fernando Prados Roa, director gerente del Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal. Según sus palabras, “con el tiempo” se valorará de una forma más objetiva el valor de un hospital como el Zendal. “Si nos planteáramos construir un hospital monográfico durante una pandemia, todo el mundo pensaría que es algo lógico. El secreto está en tener la valentía de ponerlo en marcha, darle utilidad y combatir la falta de recursos para atender la catástrofe. Agrupar en un centro a los pacientes con esta patología desconocida ha aportado muchos datos que ya se están publicando. Cuando termine la pandemia podremos comprobar que la medida ha sido exitosa”.
Trabajo en red
Por su lado,
Jesús Larrañaga Garitano, director gerente de la Organización Sanitaria Integrada Bilbao Basurto, ha hablado de los beneficios del trabajo en red. Tras explicar su experiencia laboral durante la pandemia, con cambios de ciudad incluidos, Larrañaga ha explicado algunas de las lecciones que ha dejado la crisis sanitaria: “Aprendimos que era necesario trabajar en red. También que debemos tener confianza en la gente, en los profesionales”.
Entre los cambios que ha dejado la pandemia, ha mencionado “la atención longitudinal y la gestión global”. “Aprendimos valores cívicos y ciudadanos. Hicimos resurgir conceptos como la hospitalidad y la integralidad. Aprendimos a reforzar estos dos conceptos, que deberían mantenerse. Nos convertimos en lo único que estaba abierto, porque prestábamos un servicio de primera necesidad”.
Colaboración público-privada
El sector privado ha estado representado por
Carlos Díez, director gerente del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. “Formamos parte de la colaboración público-privada, por lo que tuvimos que abastecer y cubrir una demanda asistencial. Nos tuvimos que adaptar a un nuevo escenario, y desarrollamos una labor que solo se podía hacer en equipo”. El foco, en una primera instancia, estaba “en el personal sanitario”, como ha recordado Carlos Díez.
“Hasta ese momento, la relación médico-pacientes estaba muy establecida con los cánones antiguos. Ahora hemos desarrollado herramientas para dar asistencia al paciente COVID-19, pero también para atender a las personas con el resto de enfermedades”.
El miedo del personal y los pacientes
Igualmente,
Santiago Ruiz de Aguiar, director territorial de HM Hospitales en Madrid, ha hablado de la transformación necesaria que han vivido los centros sanitarios durante la pandemia. “Todos los hospitales nos dedicamos a buscar el último hueco disponible para atender la ingente demanda. Además, también tuvimos que darles respuesta a los pocos pacientes no COVID que también necesitaban asistencia”, ha dicho.
El principal reto para afrontar estas dos situaciones, según Ruiz de Aguiar, era “manejar el miedo del personal, de los pacientes y de la gente, en general”. Según ha dicho, se consiguió “por medio de la comunicación”. “La COVID-19 nos ha enseñado la importancia de comunicarnos entre todos, de tal forma que no haya esa sensación de jerarquía, sino de colaboración entre todos”.
Fallos de coordinación
En su intervención,
Carlos Zarco, director médico del Hospital HLA Universitario Moncloa, ha hablado de “las nuevas rutas” diseñadas por los hospitales. “La pandemia nos ha dado una lección de humildad, porque nos arrasó. Nos dimos cuenta de que no estábamos tan bien como pensábamos, ni los hospitales públicos ni los privados”.
Estos nuevos recursos hospitalarios obligan “a garantizar no solo la seguridad de los pacientes, sino también de los propios profesionales del centro”. Zarco ha apuntado como debilidades las relaciones entre administraciones. “Durante un año y medio han mejorado estas relaciones, pero en momentos ha fallado la coordinación”. Asimismo, también ha comentado que la “salud pública necesita más inversión para tener más recursos y un sistema de alerta”.
Herramientas digitales
Por su parte,
Javier Arcos, director médico de la Fundación Jiménez Díaz, ha hablado de los ajustes realizados durante el último año y medio. “Nosotros planificamos el funcionamiento del hospital según la actividad. Sabemos que en verano es menor, y que en invierno tenemos picos por la gripe. Sin embargo, en marzo de 2020 apareció una nueva patología con una carga asistencial que sobrepasó totalmente la capacidad del sistema”.
El mantra de la Fundación durante ese tiempo era: “Ningún paciente sin cama ni respirador, ningún familiar sin información, y ningún profesional sin protección, tanto física (EPI) como en salud mental”.
Javier Arcos se ha referido también a la patología crónica y a la gran ayuda que han supuesto las herramientas digitales, especialmente para la asistencia no presencial.
Improvisación inteligente
Pedro Rico Pérez, director general de Vithas, ha hablado de los cambios “en creencias y en formulaciones” que ha provocado la pandemia. “Hemos abaratado los procesos y los hemos simplificado”, ha dicho. Respecto a la respuesta que ha dado el sistema, ha defendido que nunca ha sido “una improvisación temeraria”, sino “inteligente y basada en experiencias anteriores”.