La combinación de rosuvastatina y ezetimiba tiene efectos complementarios para el control del colesterol. Conseguir los objetivos de control del colesterol es clave en los pacientes de alto riesgo cardiovascular.
La combinación de ezetimiba y rosuvastatina se ha mostrado eficaz en el manejo de las hiperlipidemias, puesto que se produce una sinergia, potenciación del efecto y una disminución del potencial efecto miopático.
Asociar ambos compuestos es útil en alto riesgo cardiovascular, ya que son fármacos hipolipemiantes complementarios dado que su mecanismo de acción es distinto para cada uno de ellos.
Se consigue una mayor reducción de niveles de LDLc que si se duplica la dosis de estatina. También se obtiene un aumento de HDL que supone una mejoría a nivel de la carga aterosclerótica coronaria y mejora su estabilidad, con una tasa significativamente menor de una variable de morbimortalidad combinada de infarto de miocardio, angina inestable, muerte cardiovascular o ictus.
Evidencia
El estudio EXPLORER2 demostró la superioridad de la combinación con ezetimiba frente al uso de rosuvastatina en monoterapia. En los resultados se observó como la reducción de cLDL fue más marcada en el grupo de terapia combinada, alcanzando un 70% de reducción media, frente a un 57% en el brazo en monoterapia. De igual manera, se produjeron disminuciones superiores de forma estadísticamente significativa, tanto a nivel del colesterol total como de triglicéridos, en el grupo combinado.
El impacto de la combinación sobre el perfil lipídico fue muy significativo a la hora de evaluar el número de pacientes que alcanzaron tras el periodo de estudio los objetivos terapéuticos marcados para su grupo de riesgo. De esta manera, para todas las categorías de riesgo y dianas terapéuticas, la combinación rosuvastatina y ezetimiba fue superior a la monoterapia.
Grupos de pacientes
Así, en el grupo de pacientes de muy alto riesgo, con un objetivo de cLDL < 70 mg/dl, tan solo el 35% del brazo en monoterapia alcanzó objetivos durante el periodo del estudio. Sin embargo, para el mismo grupo de riesgo, los pacientes que recibieron tratamiento combinado alcanzaron el objetivo de cLDL en el 80% de los casos.
Esto implica que rosuvastatina junto a ezetimiba logró alcanzar el objetivo terapéutico en más del doble de pacientes que el grupo en monoterapia.
De igual manera, entre los pacientes con un objetivo de cLDL < 100 mg/dl, el 95% de los pacientes con tratamiento combinado llegó a dicho objetivo, un 15% más con respecto al brazo de tratamiento en monoterapia.
Mecanismo de acción
Ezetimiba actúa a nivel intestinal y rosuvastatina a nivel hepático en la síntesis de colesterol. La rosuvastatina es un inhibor selectivo y competitivo de la 3-hidroxi-glutamil-coenzima A.
La ezetimiba inhibe selectivamente la absorción intestinal del colesterol y de otros esteroles de origen vegetal, actuando sobre el transportador de esterol (NPC1L1) responsable de la captación intestinal de colesterol y filosteroles.
La terapia combinada se debe utilizar cuando no se alcancen los objetivos terapéuticos con tratamiento en monoterapia. Está indicada en las situaciones clínicas en que las estatinas como fármaco de elección no son capaces de conseguir los objetivos terapéuticos necesarios en cada caso, ya sea porque el paciente tenga concentraciones basales de colesterol muy elevadas, tenga disminuida la respuesta a las estatinas o aparezcan efectos secundarios.
En poblaciones con distinto nivel de riesgo, puede suponer que entre el 70 y el 90% de los enfermos puedan encontrarse en objetivos, incluso cuando éstos sean muy exigentes como es el caso de pacientes en prevención secundaria o con muy alto riesgo cardiovascular, en los que se exige un c-LDL inferior a 70 mg/dl'.
Adherencia terapéutica
Es importante tener en cuenta la
adherencia terapéutica en el paciente crónico, que suele ser un paciente polimedicado. La combinación fija permite reducir el número de comprimidos y ofrece un impacto positivo en el cumplimiento de la prescripción, lo que asegura que se obtiene el efecto que se desea conseguir.
La terapia combinada de estatinas con ezetimiba es efectiva teniendo en cuenta los mecanismos de acción complementarios y consigue importantes reducciones de cLDL sin aumentar los efectos secundarios.
La administración combinada de rosuvastatina con ezetimiba produce una disminución en los niveles de LDL entre el 40 y 60%.
Se ha aprobado para el tratamiento de la hipercolesterolemia primaria, hiperlipidemia combinada y la hipercolesterolemia familiar heterocigótica.
Indicaciones específicas
La combinación de ezetimiba más rosuvastatina es útil en alto riesgo cardiovascular, ya que son fármacos hipolipemiantes y complementarios, dado que su mecanismo de acción es distinto.
La sinergia entre ambos permite alcanzar los objetivos en pacientes que requieren un control exhaustivo del colesterol.
Las personas con alto riesgo cardiovascular, con cLDL muy elevado o con intolerancia a las estatinas pueden precisar un tratamiento combinado con estatinas y ezetimiba para conseguir el objetivo de cLDL.
Se sabe que añadir ezetimiba a la terapia con estatinas frente a la monoterapia es beneficioso para la reducción de cLDL, pero también de triglicéridos (TG), y el aumento de colesterol HDL (cHDL).
La combinación ezetimiba a rosuvastatina puede conseguir reducciones de cLDL del 56 hasta el 63 por ciento.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina General John Fredy Cuero Cuero, Claudia Milena Rodríguez Caicedo, Rafael Gómez-Ferrer Cayrols, Francisco Javier Prados del Pino y Ángel Brazales Marcos, y el cardiólogo Hieronymus Braa, de Alicante; Eladio Martínez García, Miguel Mayor Llorca y Juan Davo Soler; los médicos de Familia José Juan Atienza Gaona, María Celia Chumillas Checa, Antonio Manzano Martínez, Julián Alvaruiz Picazo, Emiliano de la Fuente Ila y el cardiólogo Hugo Orellana Figueroa, de Albacete; Juan Aledo Peralta, Francisco José Fernández Galindo y María Luisa Fabrega Valverde, de Cartagena, y Juan Carlo Benites Marín, Herminio Martín Vallés, Manuel Cano Sanz y Elena María Navarro de san Andrés, del Centro de Salud de Alzira.