'Lo de AstraZeneca es una especie de pequeño culebrón”, sostiene a EL MÉDICO INTERACTIVO, Gorka Orive, profesor titular de Farmacia de la UPV/EHU y divulgador científico. Desde el principio de la pandemia se han registrado incidencia con esta vacuna, en el muestreo de datos, la polémica con la UE sobre las dosis acordadas... 'Ha sido una relación tortuosa”, recalca. Con respecto al último capítulo, el relacionado con la administración de la segunda dosis, Orive señala que priorizar su administración en grupos esenciales nos ha llevado a la actual tesitura. “Siempre he participado de la idea de que las personas que recibieron su primera dosis de AstraZeneca debieran tener la segunda con la misma'.
Y es así, señala, porque lo recomiendan los ensayos clínicos, la ficha técnica, la EMA, “y porque los efectos adversos en la segunda dosis son mucho menores. Esta es mi apuesta'. En su opinión, ha fallado la comunicación de las autoridades sanitarias 'para indicar a la población la inexistencia de estas vacunas para inmunizar a todas aquellas personas a quienes les había sido administrada la primera dosis'.
Oscar Orive, profesor de Farmacia de la UPV-EHU.[/caption]
Lo peor, una dosis
“Antes de dejar a los vacunados con AstraZeneca sin recibir su segunda dosis sine die habrá que caminar por la vía heteróloga. La segunda opción es inocular con Pfizer antes de dejar a la población con una sola dosis. Porque esta sería la peor solución”, explica. Es consciente de que la mayor parte de los vacunados con AstraZeneca quieren que su segunda dosis sea de la misma marca, “pero como no se ha llevado el tema con claridad, mucha gente está sumida en una gran incertidumbre”. La ciudadanía responde a la información que le llega y si esta te dice que si rechazas la de Pfizer te pondrán en lista de espera “y no te explican si será de días o meses, esto hará que cambien de opinión y opten por otra'. Porque, con razón, según indica el divulgador científico, 'la gente tiene miedo a estar en una larga lista de espera. Como no se sabe cuántas vacunas llegarán, ni las fechas de entrega, la gente está inquieta', asevera Orive.Salud-economía
En ciencia, las prisas no son la mejores consejeras, pero la sociedad demanda resultados inmediatos. “En los países occidentales hemos montado un sistema de convivencia basado en la economía y ante una coyuntura como la actual se ha originado un debate entre salud y economía”. Aunque difícilmente puede haber economía si la salud se ve afectada. Pero, “al mismo tiempo, la ciencia y la innovación han dado una respuesta históricamente rápida en todos los sentidos. Y ha servido un poco para educar científicamente y en parte para educar globalmente a la población”, señala, en otro orden de cosas, Orive. En su opinión estamos conviviendo con el virus y equilibrando la economía. “Nuestro caso es diferente a otros países, porque aquí el turismo y la hostelería tienen un gran peso del PIB”. Tal vez debiera de abrirse una reflexión, pero ahora esta es la realidad. “Los gobernantes han tenido que estar en continuo equilibrio, entre la dificultad de lo que les recomendaban los epidemiólogos pero teniendo en cuenta otras esferas sociales. No podemos esterilizar la economía. Esto está siendo un reto para la política”, subraya. [caption id='attachment_230081' align='alignright' width='482']