La Atención Primaria recibe menos del 18 por ciento del total del gasto sanitario catalana. Con estos recursos, la AP atiende los problemas de salud más frecuentes de la población, diagnostica, trata, hace promoción de la salud, prevención y cuida de las personas mayores y de todas las que tienen necesidades de salud. Cuando la Atención Primaria trata a las personas, a menudo enfermos crónicos, lo hace de forma ágil, a bajo coste, de forma personalizada, y con continuidad en el tiempo. Por todo ello, la OMS recomienda a los gobiernos que desarrollen sistemas de salud basados en la AP. Pero en Cataluña se observa una disminución progresiva del presupuesto de salud asignado a la AP: en 2003 representaba un 21,6 por ciento del total, y en 2011 se dispone sólo del 17,5 por ciento.
El Foro Catalán de Atención Primaria (FoCAP) ha analizado por primera vez el alcance de la reducción y la distribución de gastos e inversiones del sistema sanitario catalán en relación con el primer nivel asistencial, la AP.
Uno de los datos más significativos es que en 2011 el CatSalut aplica una reducción presupuestaria global del 6,45 por ciento, pero en la Primaria le adjudica una reducción del 12,86 por ciento (247 millones de euros). En los hospitales, el recorte es del 5,16 por ciento y suma 228 millones de euros. Se da el caso de que la AP ha conseguido reducir su gasto farmacéutico del 23,9 al 14,39 por ciento en los últimos ocho años manteniendo sus niveles de calidad, y en cambio, estos buenos resultados no han repercutido en una mayor asignación de presupuesto para la AP.
Si se analizan las cifras del Instituto Catalán de la Salud (ICS) se ve que el presupuesto por el Programa de AP para 2011 cae un 10,71 por ciento, mientras que la reducción a que se somete la Atención Especializada dentro del ICS es de un 0,32 por ciento.
Cinco millones de usuarios
En Cataluña, durante el 2009, el 73,4 por ciento de la población hizo uso de la Atención Primaria, mientras que un 7,5 por ciento precisó de servicios hospitalarios. En cambio, la AP sólo dispone de la mitad de profesionales que los hospitales. Además, de 2004 a 2009 se ha constatado que los catalanes no hacen más uso de los hospitales y que se produce igualmente una caída de las urgencias hospitalarias y de la tasa de días de hospitalización.
A pesar de las cifras, el presupuesto del CatSalut entre 2003 y 2011 ha aumentado un 24,3 por ciento para la atención de hospital y especializada, y ha caído un 18,77 por ciento a la hora de dotar económicamente la AP. Con todo ello se consolida un modelo de Medicina tecnificada y fragmentada, con evidentes oportunidades para mejorar su eficiencia respecto a resultados de salud.
En cuanto a las manifestaciones del gobierno catalán, FoCAP considera que 'decir que se promueve un sistema sanitario basado en la Atención Primaria se contradice totalmente con las decisiones presupuestarias que se toman'. Y va más allá: 'Los recortes indiscriminados y sin ninguna estrategia están repercutiendo de manera muy seria en la AP y deterioran la calidad y cantidad de los servicios, de forma que se resentirá todo el sistema sanitario'.
FoCAP defiende que 'estamos asistiendo a un giro en la orientación del modelo sanitario, en contra de lo que ha afirmado el consejero de Salud en varias manifestaciones, y que está comportando un rápido deterioro de los servicios de salud y un empeoramiento histórico de las condiciones de trabajo de los profesionales'.
Recortes de personal
El estudio de FoCAP documenta que la disminución de la plantilla global de los centros y servicios de AP en Cataluña supera las 1.000 personas. En el ICS, la plantilla se reduce en 494 personas en 2011, de las cuales 428 trabajan en AP (no incluye eventuales). Los contratos renovados ya no son de 36 horas a la semana sino de 25 horas a la semana, lo que supone un 30 por ciento de reducción horaria de la nueva plantilla.
Hay que decir, además, que sólo se cubren parcialmente jubilaciones, y aunque en menor grado las bajas laborales, y no se cubren las ausencias por vacaciones o formación. De este modo, y teniendo el cuenta los cierres de puntos de atención continuada y urgencias de AP, FoCAP advierte que 'la reducción de la capacidad de la AP de dar respuesta a las urgencias generará, en la época invernal , saturación de los servicios de urgencias de los hospitales y grave riesgo de colapso'.
Igualmente, se ha evaluado la reducción de la capacidad diagnóstica, que en el ICS es del 12,46 por ciento. Los centros de salud podrán hacer menos pruebas a partir de ahora, de forma que habrá un impacto negativo para la ciudadanía y un peor seguimiento de las enfermedades. Esta reducción de capacidad diagnóstica acabará generando más costes para el sistema sanitario. Por otra parte, la rebaja en el gasto por mantenimiento, equipamiento e inversiones en la red, cae en el ICS un 54,4 por ciento, lo que afectará a su funcionamiento y también a su capacidad de servicio y resolución.