La diabetes en México afecta a cerca de 10 millones de personas; es un problema de Salud Pública que, si no se atiende adecuadamente, puede ser incapacitante y causar amputaciones de pies o piernas, así como ceguera, dijo en la UNAM Aída Jiménez Corona, del Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana IAP.
En la conferencia organizada por la División de Investigación de la Facultad de Medicina para la 38° Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en la Ciudad de México, la oftalmóloga indicó que en nuestro país está aumentando la discapacidad visual y la ceguera asociada a la retinopatía en pacientes diabéticos.
Se identificó que la población diabética en adultos ha aumentado paulatinamente de 6.7 por ciento desde 1993 a 7.5 por ciento en el año 2000, después a 14.4 por ciento en 2006 y para el 2012 llegó hasta un 16 por ciento según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
La doctora Jiménez señaló que la diabetes como una enfermedad crónico-degenerativa que no tiene cura puede dañar lentamente diversos sistemas y particularmente en los ojos, cuyo daño es progresivo e irreversible.
Los altos niveles de glucosa en la sangre pueden ser la principal causa de estos daños ya que actúan directamente en los vasos sanguíneos de la retina lo que puede desembocar en retinopatía diabética.
Este padecimiento afecta directamente en la retina, tejido que se encarga de transformar la luz y las imágenes que entran a ese órgano mediante señales nerviosas que son enviadas al cerebro. Cuando hay retinopatía se afecta directamente la agudeza visual y se ven manchas sobre lo observado, hasta que paulatinamente llega la ceguera.
En la mayoría de los casos esta afección no causa síntomas, hasta que el daño es grave; esto se debe a que el deterioro puede ocurrir antes de que la visión se afecte, es este caso la enfermedad puede controlarse.
Los síntomas son: visión borrosa y disminución lenta de la misma, sombras o áreas de visión perdidas y dificultad para ver en la noche. Sin embargo, en la etapa inicial muchas personas no presentan sintomatología, por lo que se recomienda a los diabéticos hacerse exámenes oftalmológicos regulares.