Aumenta la preocupación por el consumo de
cigarrillos electrónicos en jóvenes. Con motivo de la XXV Semana Sin Humo, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha presentado esta mañana los datos de la encuesta sobre tabaquismo que realiza de forma anual. En la edición de este año se ha batido de nuevo el récord de participación, con 11.774 personas encuestadas.
Uno de los principales datos es que, un año más, los encuestados han señalado su
preocupación por el consumo entre adolescentes y jóvenes del cigarrillo electrónico (popularmente conocido como váper). Las cifras indican que un 6,6 % de la población encuestada, de 14 a 18 años vapea, cuando no deberían siquiera poder comprar este producto.
Otra cifra relevante es que la mayoría de participantes –el 91,7 %– se muestra favorable a la ampliación de los espacios libres de humo. Así, el 81,9 % considera que debe prohibirse fumar alrededor de los centros educativos.
El peligro del vapeo
La práctica totalidad de los encuestados –el 92,8 %– cree que el tabaco perjudica el medioambiente. Por otro lado, el 94,3 % está de acuerdo con impulsar sanciones por tirar colillas al suelo. Esta última idea está reforzada por el hecho de que muchas personas –el 70,5 %– opinan que, si se sancionase tirar colillas, gran parte de los fumadores abandonarían el consumo.
Sara Cascón, coordinadora de la
XXV Semana Sin Humo, ha insistido que debe recordarse a los jóvenes y la población en general que vapear es igual de peligroso que consumir tabaco convencional. “Y además, no ayuda a dejar de fumar. Vemos también un amplio consenso a ampliar los espacios sin humo y a sancionar que se tiren colillas al suelo”.
Otro aspecto que ha destacado es que aumente el número de menores que vapean, cuando son productos que, por ley, no podrían poder adquirir. “Los últimos años estamos viendo cómo desciende el consumo de tabaco. Y la industria tabaquera ha desarrollado
nuevos productos dirigidos a los más jóvenes, con campañas muy potentes. Y se han comercializado pese a que, de inicio, se dijo que era para que los adultos dejaran de fumar. Por eso tienen formas de personajes infantiles, con un diseño muy moderno y muchos sabores, dirigidos al público joven. El resultado es que los jóvenes vapean ocho veces más que la media”, ha lamentado.
Consumo dual
Otro aspecto que debe tenerse en cuenta es que, en jóvenes, el consumo es dual. “Estamos viendo que el vapeo es una puerta de entrada al consumo de tabaco convencional. Y, por otro lado, estamos constatando que
el vapeo perjudica antes que el tabaco”, ha añadido.
Por todos estos motivos, ha recomendado que comiencen a desarrollarse estrategias de deshabituación tabáquica en jóvenes, “ya que empiezan a consumir antes”.
Papel clave de AP
Respecto al papel del médico de Atención Primaria en este ámbito, considera que es “fundamental porque los adolescentes no suelen acudir a otros especialistas. Y van a nuestras consultas porque una faringitis o porque se cansan. Y, cuando les preguntamos, vemos que están consumiendo.
La Atención Primaria es fundamental para actuar”
En la actualidad, no existe ningún fármaco aprobado en menores para deshabituación tabáquica. Para la experta, “quizá convendría empezar a realizar estudios en esta población, aunque probablemente en muchos de ellos una
terapia cognitiva-conductual, sin fármacos, podría ser suficiente”.