Las muertes y el riesgo de muerte a causa del Alzheimer han aumentado considerablemente en Estados Unidos en la última década, hasta un 39 por ciento entre el año 2000 y el 2010, según un estudio retrospectivo de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC).
Aunque el riesgo de muerte depende de la edad del paciente, sexo, raza e incluso su lugar de residencia, los autores del estudio destacan como la mortalidad en pacientes con Alzheimer ha experimentado un aumento constante en esta última década.
No obstante, el estudio muestra como los mayores de 85 años tienen mucho más riesgo de morir por la enfermedad que quienes tienen entre 65 y 84 años, mientras que las personas de raza blanca y las mujeres también tienen un mayor riesgo.
'En comparación con otras causas seleccionadas, la enfermedad de Alzheimer ha ido en aumento desde la década pasada, y durante los últimos 30 años ha ido en continuo aumento', según los autores del estudio, que defienden que la epidemia del Alzheimer es 'claramente un tema urgente que debe ser abordado'.
Los resultados llegan en medio de un nuevo intento de las autoridades sanitarias de Estados Unidos por combatir la enfermedad, al tiempo que los investigadores y la industria trabajan por encontrar terapias más específicas que permitan ayudar antes a los pacientes.
Aunque no está clara la causa que está detrás del aumento de la mortalidad, el progresivo envejecimiento de la población podría ser un factor probable, así como un aumento de los diagnósticos, de modo que cuando antes se pensaba que alguien moría a causa de la vejez ahora se observa que tienen la enfermedad.
El problema, según los autores del CDC, es que el coste de la enfermedad es muy elevado, ya que se estima que el tratamiento de los pacientes con Alzheimer y otros trastornos de demencia pudo costar alrededor de 200.000 millones en 2012 (unos 155.400 millones de euros), incluyendo 140.000 millones (unos 108.000 millones de euros) en costos para Medicare y los programas de seguro médico de Medicaid. Además, en 2050 el coste de la enfermedad podría ascender hasta el billón de dólares.
