La figura del paciente en España no sería la que es sin Albert Jovell. No sólo fue el impulsor del Foro Español de Pacientes, compuesto por más de 30 sociedades que agrupan a más de un millón de pacientes españoles, sino que fue quien hizo entender a todos los agentes sanitarios que la relación médico paciente debía volver a sus orígenes.
Meses después de su fallecimiento, a causa del tumor con el que luchó durante 12 años, diversas autoridades del sector sanitario se reunían en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC) no sólo para decirle adiós, sino sobre todo para comprometerse con la fue su causa. La Sanidad Pública y el empoderamiento del paciente. Así lo exponía Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, quien definía a Jovell como 'un médico integral y humanista, preocupado por el ser humano completo', poniendo su figura en valor para diferenciar a aquellos 'que son médicos o que hacen de médicos'. Sendín, que hacía entrega de una placa de honor a la esposa del fallecido, afirmaba igualmente que Jovell, en su doble papel como médico y paciente, percibió antes que muchos que el progreso de las nuevas tecnologías estaba suponiendo a su vez una pérdida del humanismo, olvidando que 'no se trata solo de curar, sino de cuidar'.
A modo de homenaje, Alberto Canals, gerente de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC), anunciaba que la semana pasada se había decidido cambiar el nombre del Instituto Global de Salud Pública y Política Sanitaria de la UIC, por el de 'Instituto Albert Jovell de Salud Pública', en un intento de visualizar el hecho de que 'los distintos actores sanitarios que estamos aquí continuemos con su legado, que es el de entender que los pacientes no son casos clínicos, sino que son personas'. En este mismo sentido, Begoña Barragán, en representación del Foro Español de Pacientes, recordaba que gracias a Jovell, 'nos dimos cuenta de que las asociaciones de pacientes podemos hacer mucho por los enfermos de hoy, pero también por los de mañana, porque estar enfermos es una cuestión de tiempo', comprometiéndose a seguir con la labor que inició su fundador.
Un compromiso también político
También acudían a este acto Mercedes Vinuesa, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, que matizaba que tanto el hecho de poner el valor al paciente, como 'preservar el sistema por encima de todo', serían dos objetivos clave de la política del ministerio, tal como reclamaba Jovell. Por su parte, Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, pese a no conocer al fallecido, recordaba que 'si todos los que estamos aquí somos médicos, y nunca dejaremos de serlo, también acabaremos por ser pacientes', exponiendo la necesidad de mejorar el empoderamiento del paciente por el bien común. Así, ponía de manifiesto la necesidad de incidir más en la faceta humanista en la formación de los actuales y de los futuros médicos, resaltando capacidades como la comunicación.
Por último, Boi Ruiz, consejero de Salud en Cataluña, relataba que uno de los factores clave en la relación médico paciente era la confianza, 'y Albert generaba confianza, porque era competente en lo que hacía, pero además, era honesto'. Por ello, opinaba que quizás los médicos hablen mucho de sí mismos y de los pacientes, pero quienes deberían tener más voz son los propios pacientes, compromiso que en Cataluña se cumple con el Consejo Asesor de Pacientes, que impulsó el propio Jovell. Igualmente, Boi Ruiz explicaba que no sólo fue un defensor de la acción de los pacientes y de la Sanidad Pública, sino que además, 'nada será igual en la Salud Pública dentro de nuestro país después de Albert Jovell'.
Médico, paciente y sobre todo humanista
Albert J. Jovell (Barcelona, 1962-2013), era licenciado y doctor en Medicina, además de especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Master y Doctor in PublicHealth (Harvard University) y licenciado y doctor en Sociología (UB).
Ocupó el cargo de director del Instituto Global de Salud Pública y Política Sanitaria, así como de miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad Internacional de Catalunya (UIC). Fue destacado su papel como fundador y presidente del Foro Español de Pacientes, pero además fue miembro del Consejo de Administración del Instituto Catalán de la Salud, miembro del Consejo de Administración del Instituto Catalán de Oncología (ICO), vicepresidente del Consejo Asesor de Pacientes de Cataluña, presidente de la Asociación Pacientes con Tumores Raros (APTURE), miembro del Consejo de la Profesión Médica y Académico Correspondiente de la Real Academia de Ciencias Médicas de Cataluña. Además, durante 13 años, ejerció como director general de la Fundación Josep Laporte y fue el fundador de la Universidad de los Pacientes.