Con apoyo de la Universidad Nacional Autó.noma de Mé.xico (UNAM), el .mé.dico .cirujano .Leopoldo Hera Gonzá.lez, jefe del Servicio de Neurocirugí.a, y su equipo de trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social de la Unidad Mé.dica de Alta Especialidad (UMAE)
17 de enero 2017. 3:46 pm
El joven de 24 años de edad que sufrió una hemorragia cerebral a causa de un accidente vehicular-peatonal fue atendido de emergencia en el Hospital de Traumatología Dr. Victorio de la Fuente Narváez en el cual sufrió múltiples lesiones cerebrales.La operación a la que el joven…
El joven de 24 años de edad que sufrió una hemorragia cerebral a causa de un accidente vehicular-peatonal fue atendido de emergencia en el Hospital de Traumatología Dr. Victorio de la Fuente Narváez en el cual sufrió múltiples lesiones cerebrales.
La operación a la que el joven Edwin Monroy fue sometido se trata de una Craniectomía Descomprensiva, la cual consiste en la extirpación de una sección del cráneo con el objetivo de reducir la inflamación cerebral y drenar de manera rápida y segura el líquido del tejido causado por el golpe.
Para realizar este procedimiento solo son candidatos los pacientes con lesión cerebral traumática y aumento de la presión intracraneal que aunque reduce la mortalidad de 48.9% a 26.9%, también esta comprobado que puede aumentar el riesgo de una discapacidad, según el estudio Randomised Evaluation of Surgery with Craniectomy for Uncontrollable Elevation of Intracranial Pressure (RESCUEicp) realizado en Inglaterra.
El doctor Herrera Gómez comentó que la intervención fue una decisión eficiente y oportuna, pues haber esperado un poco más de tiempo habría resultado fatal. El joven reaccionó de manera favorable al término de la cirugía y se recuperó con rehabilitación en terapia intensiva por seis meses.
Pasado este tiempo y gracias a la donación de una prótesis hecha de metilmetacrilato, el joven fue preparado para someterse a una Craneoplastía, es decir a la recuperación de la sustancia ósea que le fue removida.
La prótesis fue diseñada y elaborada con absoluta seguridad y esterilización, con ayuda de una impresora estereolitrográfica de tercera dimensión en la UNAM, gracias a esto, fue posible la gran hazaña quirúrgica.
La posibilidad de colocar una placa de titanio fue descartada pues el tamaño de la zona a recuperar no alcanzaría para cubrir a la perfección la parte afectada, lo que significaría prolongar su estancia en el área quirúrgica.
Actualmente Edwin Monrroy cuenta con un diagnóstico de función neurológica favorable y se desarrolla como médico de pregrado con el objetivo de ser un doctor ejemplar.
