Se ha establecido que la generación nacida entre los años 1945 y 1965, mejor conocida como Baby Boomers, corre cinco veces más riesgo de padecer Hepatitis C y que aún no haya sido diagnosticada es debido a que la enfermedad puede no generar síntomas hasta por veinte años.
El doctor Enrique Wolpert Barraza, presidente del Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa), detalló que dicha generación es más propensa a padecer esta enfermedad por ciertas prácticas médicas que se realizaban en esa época.
La Hepatitis C es una enfermedad hepática, consecuencia de una infección por el virus del mismo nombre que puede convertirse en una infección crónica, con la cual puede desarrollarse el cáncer hepático.
Se cree que esta generación pudo contraer el virus entre las décadas de 1960 y 1980 que además de ser un referente alto de contagio pudieron haber sido infectados a través de equipos médicos o instrumental no esterilizado.
Otra de las prácticas médicas de riesgo está en las transfusiones con sangre contaminada o por el uso de productos derivados de la sangre, también cabe la posibilidad de la reutilización del material quirúrgico, pues en aquellos años no existía un régimen sanitario universal.
De acuerdo con el Centers for Disease Control and Prevention (CDC), tres de cada cuatro personas con hepatitis C pertenecen a esta generación y pueden vivir con la enfermedad sin saberlo debido a que puede tardar años en manifestarse.
Debido a sus complicaciones como la cirrosis o el cáncer de hígado, es una de las causas principales de trasplante de dicho órgano. Por ello, recomienda que la prueba de escrutinio en la sangre se realice en toda la población, especialmente, a la generación de Baby Boomers
La prueba para el Virus de la Hepatitis C es un procedimiento sencillo de toma de sangre que puede salvar vidas. Además, el primer antiviral libre de interferón aprobado en México por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en mayo de 2015 tiene una efectividad de cura de hasta el 100% con una duración de tratamiento de 12 o 24 semanas.
Finalmente, el doctor Enrique Wolpert enfatizó la importancia del diagnóstico oportuno de la hepatitis C ya que los pacientes tratados a tiempo han encontrado una esperanza y mejorado considerablemente su calidad de vida al lograr la cura virológica.