El grupo portugués Bial, que ya lleva 14 años en España, pretende expandirse con una nueva puesta de internacionalización de su mercado de la inmonuterapia alérgica. Para ello, António Portela, CEO del grupo, presentaba la nueva planta en Bilbao, donde la empresa pretende aumentar su inversión en I+D+i mediante nuevos procesos de biotecnología e investigación de producción de vacunas antialérgicas personalizadas. Con este objetivo se crea 'este centro con mayor capacidad de expansión para cumplir nuestro plan estratégico'. Para ello se han invertido 12 millones de euros en construir la nueva planta, pero se tiene prevista una inversión de 28 millones más para los proyectos de vacunas antialérgicas y medios de diagnóstico que la compañía ya tiene en curso. Todo ello supondrá también 'la creación de nuevos puestos de trabajo de alta cualificación así como de personal de producción'. Será además uno de los tres únicos centros, incluidos uno en Alemania y otro en Austria, donde se producirán alérgenos recombinantes bajo los estándares de Buenas Prácticas de Producción (cGMP).
Otra de las iniciativas que quería remarcar Portela era la apertura del plazo de presentación de los Premios de la Fundación Bial, en su XV edición, que tienen una asignación de 200.000 euros en 'el Gran Premio Bial de Medicina' a fondo perdido para investigadores internacionales y un segundo premio de 100.000 euros para un tema libre dirigido a la práctica clínica.
La progresión de la enfermedad de la alergia
La alergia, según António Portela, 'es la enfermedad crónica más prevalente en el mundo desarrollado' y es que se calcula que 1 de cada 3 personas tiene algún tipo de alergia. En total, son 150 millones de personas en Europa las que sufren enfermedades alérgicas y la prevalencia va en aumento, ya que 'tenemos más prevalencia en niños que en adultos'. Esto se debe a la vida en las sociedades desarrolladas donde existen mayores medidas de higiene, se tiene menos contacto con la naturaleza y existen altos niveles de polución.
Lo que sí es cierto es que 'sólo de un 15 a un 20 por ciento tienen alergias severas, que son los pacientes indicados para nuestro tipo de vacunas', explicaba Portela, pero estos casos también se prevé que vayan en aumento, y que igualmente se vuelvan más problemáticas, como ocurre en el caso del asma.
En este sentido, la apuesta del laboratorio, que no está tanto en cambiar el modo de administración, ya que la subcutánea ha demostrado ser la más eficaz, está en avanzar hacia las que serán las vacunas del futuro de alérgenos recombinados. Sin embargo, en la actualidad, la inmunoterapia alérgica para alergias severas tiene dos dianas de mercado, por una parte las vacunas personalizadas- existen más de 250 tipos de alérgenos- y por otro las vacunas estandarizadas para el tratamiento de un alérgeno único. En este sentido, Bial quiere trabajar en la nueva central con trabajos y ensayos clínicos con pacientes.