Sábado, 11 de enero de 2025

Área cardiometabólico

Una correcta adherencia terapéutica reduce el consumo de recursos sanitarios y mejora la calidad y esperanza de vida de los pacientes. Para conseguirla, el paciente se tiene que implicar en su enfermedad.

Existen diferentes tipos de insulinas que cubren las necesidades específicas de los pacientes tanto con diabetes tipo 1 o tipo 2. Se deben elegir en función de cada persona.

La combinación de rosuvastatina más ezetibima es una buena opción para alcanzar los objetivos terapéuticos en reducción del LDL y solventar la inercia y el incumplimiento terapéutico.

La rosuvastatina ofrece un buen perfil en la reducción del LDL y de los niveles de la proteína C reactiva, un marcador de riesgo cardiovascular.

Simplificar el tratamiento con combinaciones a dosis fijas de estatinas y ezetimiba mejora la adherencia terapéutica en prevención primaria y secundaria.

Las insulinas disponibles se clasifican en función de su tiempo de acción, su pico, su duración y su concentración.

La combinación de rosuvastatina/ezetimibe está indicada para lograr objetivos de control de LDL en pacientes de alto riesgo cardiovascular o los que no toleran estatinas a altas dosis.

Existen tres tipos de análogos de insulina de acción prolongada; glargina, detemir y degludec. Son adecuados para el reemplazo de la insulina.

En prevención cardiovascular se puede elegir un fármaco de acción sinérgica frente a duplicar la dosis y/o cambiar a estatinas más potentes.

Para conseguir los objetivos terapéuticos en prevención cardiovascular es necesario simplificar el tratamiento y que el paciente sea consciente de su riesgo.

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