Es el principal hallazgo de la investigación cuyos resultados firman
25 médicos internistas en un artículo científico publicado en el
Journal of Clinical Medicine (JCM) bajo el título
“Angiotensin-Converting Enzyme Inhibitors and Angiotensin Receptor Blockers Withdrawal Is Associated with Higher Mortality in Hospitalized Patients with COVID-19”.
El objetivo fue
examinar y describir el efecto que el tratamiento antihipertensivo con IECA y ARA II
sobre estos pacientes durante su hospitalización por COVID-19.
En el estudio se incluyeron pacientes a tratamiento tanto con IECA como ARA II a los que se le mantuvo el tratamiento durante su hospitalización por COVID-19 y a los que se les retiró.
En total, se incluyeron datos de
11.205 pacientes, con una edad media de
67 años, siendo el 43,1% mujeres. De los pacientes analizados,
2.162 recibieron tratamiento con IECA / ARA II durante la hospitalización por COVID-19. En todos ellos, se evaluó su
pronóstico y también el
riesgo de eventos adversos cardiovasculares mayores.
Igualmente, se analizó el resultado compuesto de pronóstico y eventos adversos cardiovasculares en pacientes que continuaron o descontinuaron el tratamiento con IECA/ARA II durante la hospitalización. En el estudio, se incluyeron pacientes hipertensos, pero también todos aquellos que recibieron IECA/ARA II durante la hospitalización por COVID‐19 (no hipertensos incluidos).
Reducción de la mortalidad
Un hallazgo relevante del estudio es que el tratamiento con IECA/ARA II durante la hospitalización se asoció con una
reducción del 30% en la mortalidad. Es especialmente relevante destacar los
beneficios de los IECA/ARA II en pacientes hipertensos con COVID‐19. De hecho, el 92,1% de los que recibieron estos medicamentos durante la hospitalización eran hipertensos. Los resultados mostraron una reducción del riesgo relativo (RRR) del 32% en la variable compuesta de
pronóstico en estos pacientes.
También hubo un beneficio observado en otras variables. 50% de reducción del riesgo relativo para IMV, 43% para ingreso en UCI y 35% para todas las causas mortalidad. No hubo diferencias entre los grupos en cuanto a incidencia de eventos adversos cardiovasculares mayores.
Los resultados obtenidos con IECA / ARA II son destacables si consideramos que el grupo de los pacientes que recibieron estos fármacos tenían
mayor edad media, mayor comorbilidad y mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo.
La edad, la hipertensión y la enfermedad cardiovascular previa son
factores asociados a un peor pronóstico y mayor riesgo de mortalidad en pacientes COVID-19.
IECA/ARA II no deben retirarse
En conclusión, el estudio sugiere que los IECA/ARA II
no deben retirarse de forma rutinaria en pacientes hospitalizados por COVID-19, especialmente en hipertensos. Sin embargo, la investigación apunta que, para confirmar estos resultados, se necesitan más ensayos controlados prospectivos y aleatorizados. El trabajo muestra que debe explorarse el análisis de los mecanismos moleculares que subyacen al
posible efecto protector de IECA/ ARA II contra el SARS-CoV-2.