La Organización Mundial de la Salud (
OMS) estima que en el mundo una de cada 100 personas padece de autismo, mientras que en México se calcula que alrededor de 6.200 personas nacen al año con esta enfermedad.
En el caso de la población infantil, se considera que la incidencia de autismo a nivel mundial es de 3 a 6 niños/as por cada 1.000, existiendo cuatro veces más probabilidades de aparición en los varones que en las mujeres, sin distinción de razas, nivel socioeconómico o área geográfica.
En el caso de México, un estudio de prevalencia del autismo realizado en 2016 por la Secretaría de Salud indicó que uno de cada 115 niños estarían en esa condición.
Padecimiento de origen desconocido
En el marco del Día Mundial de la concienciación sobre el Autismo, especialistas de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de la Secretaría de Salud han hecho un llamado a la sensibilización social sobre el autismo.
Expertos en neurología, psiquiatría y salud mental han explicado que el autismo, cuya denominación correcta es
trastorno del espectro autista (TEA), consiste en una condición de origen desconocido que implica el desarrollo atípico del cerebro y que plantea dificultades en la interacción social y en la incorporación a la vida comunitaria de quienes lo padecen.
Las alteraciones se identifican desde el inicio del desarrollo infantil, neuronal y del cerebro.
¿Cómo detectarlo?
Los principales rasgos se pueden detectar desde los primeros meses de vida en los que se hacen evidentes diferencias con respecto al denominado desarrollo típico de la mayoría de bebés.
El TEA pertenece al mismo grupo que el trastorno de déficit de atención, los trastornos del aprendizaje y los trastornos del desarrollo intelectual, antes conocidos como retraso mental.
Han enfatizado que el diagnóstico se realiza mediante una entrevista clínica al paciente y a familiares, cuidadores, profesores y compañeros que aporten información complementaria de la escuela o de los lugares en que la persona se desarrolla.
De esta manera, dicen, es posible realizar una evaluación poliédrica y multidimensional del individuo y certificar que las características propias de la condición se presentan en todos los contextos y no solo en algunos.
Alteraciones socioemocionales
Las personas con TEA suelen presentar alteraciones en la comunicación socioemocional y en el lenguaje, patrones de comportamiento restringidos y repetitivos.
En muchos casos suelen presentar ecolalia, una perturbación del lenguaje que consiste en repetir involuntariamente una palabra o frase que acaba de pronunciar otra persona en su presencia, generalmente sus padres o cuidadores primarios.
Con respecto al desarrollo socioemocional, personas con TEA suelen comportarse de forma distinta a la mayor parte de los infantes.
Los infantes con TEA no miran a los ojos y no manifiestan reciprocidad social con la persona que los cuida, lo que debe tomarse en cuenta para acudir a valoración exhaustiva.
Un rasgo adicional es que las personas con TEA a menudo presentan hipersensibilidad o hiposensibilidad a los estímulos sensoriales: pronto les puede molestar mucho el ruido o estar en lugares muy concurridos puede generarles altos niveles de angustia.
Asperger Autismo México
“El Asperger (autismo Nivel 1) es una condición no prevenible. Por eso es muy importante realizar una intervención lo antes posible. Los esfuerzos deben de enfocarse en el desarrollo de las capacidades de comunicación, de socialización y cognitivas; éstas mejoran considerablemente mediante el trabajo constante”.
Así lo señan los miembros de la
Asociación Asperger México, quienes también anuncian que, como parte de los trabajos de conscientización por el autismo, este organismo cambió su nombre a “Asperger Autismo México”.
El organismo que preside Susana de la Fuente aclara que el cambio en la denominación de la Asociación “es consecuencia de la evolución y dedicación constante que realizan para promover y contribuir con la transformación hacia una sociedad más informada, incluyente, actualizada y sin discriminación”.