Ante el anuncio de la puesta en marcha del sistema denominado 'alternativas terapéuticas equivalentes', por parte de la Consejería de Salud, el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) ha señalado en un comunicado que considera imprescindible mantener la libertad de prescripción del médico. 'La implantación de un sistema de equivalencias terapéuticas que no contemple alternativas razonables científicamente, elimina la posibilidad de recetar medicamentos que puedan resultar más beneficiosos para los pacientes, los cuales somos el centro de la Sanidad pública y sólo el médico está capacitado para decidir que medicamento debe tomar cada paciente concreto'.
No se puede seleccionar únicamente por criterios económicos, señalan desde el Consejo. 'Es obligación ineludible de las administraciones públicas, concretamente de la Consejería de Salud y el SAS, en Andalucía, y del Ministerio de Sanidad, consensuar con la profesión médica, que es la que conoce y trata directamente la salud de los pacientes, todas las cuestiones que tengan que ver con fármacos y sus efectos, siendo un enorme error seleccionar únicamente con criterios económicos, sin atender a criterios científicos médicos objetivados universalmente'.
Cuestiones como equivalentes terapéuticos o centrales de compras deben de hacerse desde el Consejo Interterritorial con el Ministerio de Sanidad, de manera consensuada con los profesionales, unificadamente para toda España, ya que en caso contrario, se puede romper la cohesión de nuestro sistema y se generara desigualdad entre los pacientes de las distintas comunidades, no pudiendo recibir los mismos tratamientos en todas ellas, apunta el CACM en el comunicado.
Por último, -señalan-, 'significar que la seguridad al paciente la dan los médicos que lo atienden y conocen su patología y el mejor tratamiento, siendo los profesionales los que deben consensuar, en su caso, a nivel de Consejo Interterritorial, los terapéuticos y sus posibles equivalencias para todo el Estado. Los tratamientos deben individualizarse atendiendo a las características de cada paciente, ya que los distintos medicamentos autorizados para una misma indicación difieren en su mecanismo de acción, su perfil de seguridad, sus condiciones de administración y otros factores. La eficacia del mismo debe de estar avalada por la Agencia Española del Medicamento, y su uso debe de apoyase en guías terapéuticas consensuadas a nivel nacional e internacional y no por estimaciones indirectas, siendo esencial actuar bajo las premisas del rigor clínico y científico de los médicos, con el objetivo de posibilitar el mejor tratamiento para cada paciente'.