Redacción, La Coruña (14-06-2007).- El 9,5 por ciento de las mujeres en edad de trabajar sufre de incontinencia urinaria. Así, una de cada diez españolas laboralmente activas, con edades comprendidas entre los 25 y los 64 años, padece esta patología. A partir de los 65 años este problema ya afecta al 15 por ciento de la población, un porcentaje que asciende al 50,5 por ciento de mujeres y al 33 por ciento de varones que viven en residencias de la tercera edad. Así lo demuestra el estudio EPICC, cuyos resultados preliminares se han presentado en el LXXII Congreso Nacional de Urología, celebrado en La Coruña. Este estudio, coordinado por el doctor Eduardo Martínez Agulló, del Servicio de Urología del Hospital La Fe de Valencia, es un proyecto institucional de la Asociación Española de Urología (AEU).
Cuando los expertos hablan de este proceso, reconocen que no se puede hablar de una enfermedad en sí misma, sino de un problema que responde a varias causas. 'Por eso', sostiene el doctor Martínez Agulló, 'es complicado homologar todas las incontinencias en una sola. A esto hay que añadir que la incontinencia abarca desde los que presentan el escape de unas gotas esporádicas una vez al mes o al año a aquellos que se ven obligados a cambiarse de ropa de seis a ocho veces al día. Estamos ante una patología que tiene manifestaciones completamente diferentes, que van del niño que se orina por las noches durante toda la enseñanza primaria, hasta el paciente con Parkinson que no llega nunca a tiempo al lavabo'.
El estudio es una investigación epidemiológica para determinar la prevalencia, carga y coste de la vejiga hiperactiva e incontinencia urinaria en nuestro país. Ya se dispone de datos provisionales sobre la frecuencia de estos trastornos en distintos segmentos de edad. Entre las mujeres con menos de 64, se entrevistó a unas 3.000, la mayoría de ellas casadas (64 por ciento) y con un hijo o más (65 por ciento). Por debajo de los 45 años, la incontinencia de orina afecta al 6,4 por ciento de las españolas, al 10,5 ciento entre los 45 y los 54 años. y al 15,5 por ciento entre los 55 y los 64 años. El 30 por ciento de las afectadas presentaba al menos un episodio de incontinencia urinaria al día. El consumo de material absorbente varía con la edad, pero el más frecuente es el salva-slip (45,4 por ciento), seguido de la compresa (13,3 por ciento) y el pañal (1,6 por ciento). 'La prevalencia de la vejiga hiperactiva y la incontinencia de orina aumenta con la edad. Y lo mismo puede decirse del material absorbente', explica el doctor Martínez Agulló.
En el caso de los varones con menos de 64 años, se hizo un millar de encuestas y se pudo comprobar que la incontinencia afecta al 1,1 por ciento por debajo de los 55 años. El estudio EPICC concluye que en la población masculina este problema se duplica entre los 55 y los 65 años respecto a los menores de 55. Tanto la incontinencia de orina como la vejiga hiperactiva están relacionados en el varón con la presencia de trastornos prostáticos.
Se sabe que el 25 por ciento de los mayores de 65 años con incontinencia de orina necesita cambiarse de ropa hasta ocho veces al día. Sin embargo, cuando se les preguntan qué tal toleran este trastorno, sólo el 11,4% asegura que tolera mal o muy mal dicho problema. 'La única explicación a esto es que la capacidad de adaptación de los mayores es infinita. Se adaptan a circunstancias límite con una facilidad impensable en la gente joven y madura', asegura el doctor Martínez Agulló.
En la población anciana es donde los casos de incontinencia están experimentando un mayor crecimiento. Un aumento que, en palabras del doctor Martínez Agulló, resulta obvio teniendo en cuenta el progresivo envejecimiento de la población española a raíz de la mayor esperanza de vida. El estudio EPICC ha recogido datos de un millar de mayores que viven en residencias geriátricas. La incontinencia afecta al 50% de las mujeres y al 33% de los varones con más de 65 años. El 77,7% de los afectados presentaba al menos un episodio de incontinencia urinaria al día. Según el doctor Martínez Agulló, 'estamos ante un problema frecuente entre nuestros mayores, sin diferencias importantes entre hombres y mujeres, y con un consumo elevado de material absorbente'.
El estudio EPICC también ha analizado, a través de más de 1.200 encuestas, el problema de los escapes de orina que durante las noches (enuresis) afectan a niños en edad escolar (entre los 6 y los 11 años de edad). Afecta al 7,8 por ciento de la población pediátrica, siendo el doble de común entre los niños (10,9 por ciento) que entre las niñas (4,7 por ciento). Por edades el pico de prevalencia se sitúa a los seis años (14 por ciento) y desciende al 3 por ciento a los 11 años de edad. En el 73 por ciento de los casos de enuresis los niños tenían antecedentes familiares de esta complicación. 'Los datos revelan que hay una tendencia entre estos niños a tener menor peso, talla e índice de talla corporal', comenta el doctor Martínez Agulló.
Este especialista también hizo mención a la incontinencia infantil durante el resto del día. 'Estos últimos son los menos, pero sufren más porque son objeto de burla en el colegio. En este sentido, debe tenerse en cuenta que el niño necesita una atención y un cuidado especiales por parte de los educadores'.
En otro orden de cosas, las causas que están detrás de un escape involuntario de orina varían mucho dependiendo de la edad. En la mujer madura (45-60 años) la causa principal es la incontinencia de esfuerzo. 'En estos casos', explica este experto, 'la mujer presenta una uretra incompetente asociada siempre a un suelo pélvico que ha perdido el tono que tenía en la juventud. Esto está directamente asociado a su vez con la caída hormonal en la menopausia'.
En los mayores de 65 años, la causa dominante sería la hiperactividad vesical. Los mecanismos inhibitorios del reflejo miccional están alterados y esto se traduce en un fallo del control voluntario de la micción. 'El afectado', precisa el doctor Martínez Agulló, 'siente las ganas de orinar, pero no puedes controlarlo'. Otro grupo importante, concretamente unos 250.000, que padece incontinencia de orina es el de los pacientes con una alteración neurológica (enfermedad cerebrovascular, Parkinson, esclerosis múltiple,')'.
La incontinencia urinaria es un problema social que puede resultar incapacitante por su elevado impacto sobre la calidad de vida. Sin embargo, la gravedad o el grado de incontinencia no es proporcional con el sufrimiento con el que lo vive un paciente. Según el doctor Martínez Agulló, hay incontinencias leves que suponen una carga importante porque son muy mal toleradas y producen mucha inseguridad en el afectado. 'El que no se ve capaz de controlarlo desarrolla la misma inseguridad, de cara a los demás, que el que tiene un tic o una mueca que no controla'.
La incontinencia de orina provoca el 10 por ciento de los ingresos en residencias para la tercera edad. También es causa importante de fracturas en pacientes mayores. La urgencia con que estos afectados se incorporan para ir al baño les motiva numerosas caídas. 'Entre los pacientes de edad avanzada', dice el doctor Martínez Agulló, 'es frecuente la depresión por este motivo y es común que veamos casos como el de una anciana que sufre porque la nieta se burla de ella si lleva la ropa mojada'.