El 31.5 por ciento de los adultos mexicanos viven con hipertensión arterial, enfermedad silenciosa que de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT), en el 60 por ciento de los pacientes es desconocida, ya que generalmente no muestra síntomas o estos son inespecíficos.
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias, para que circule por todo el cuerpo. El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar la presión arterial, subir los niveles de glucosa en la sangre, colesterol, triglicéridos y ácido úrico, lo que dificulta que la sangre fluya por el organismo.
A nivel mundial se estima que existen más de mil millones de personas con hipertensión. En México, tan solo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atiende a 6 millones de personas que acuden periódicamente a la consulta externa de Medicina Familiar para tratarla.
El Dr. Juan Pablo García Acosta, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, advirtió que aunque ésta daña gradualmente diversos tejidos del cuerpo 'en particular algunos órganos vitales como el cerebro o el riñón' no genera molestias en el paciente.
La enfermedad es cada día más frecuente en niños y adolescentes, derivada de problemas previos como insuficiencia renal o alteraciones cardiovasculares. Sin embargo, en los últimos años se presentan más casos en menores con sobrepeso y obesidad que la padecen a consecuencia de su dieta y la poca actividad física que realizan.
El Doctor Enrique Díaz y Díaz, especialista en Cardiología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, dijo que entre los factores que contribuyen a la aparición de la hipertensión arterial se encuentran aquellos asociados con el estilo de vida, una elevada ingesta de sodio, dietas elevadas en grasas saturadas y tabaquismo.
Entre los síntomas que pueden presentar las personas con hipertensión son dolor de cabeza, zumbido de oídos, falta de aire, alteraciones en la visión como manchas volando frente a los ojos, hemorragia nasal o de los ojos, palpitaciones, sensación de fatiga y cansancio e incluso impotencia y alteraciones del sistema nervioso.
La única forma efectiva y certera para diagnosticarla adecuadamente es mediante la exploración clínica, con el tradicional baumanómetro. Una vez detectada el tratamiento debe incluir cambios en su estilo de vida, alimentación balanceada, hacer ejercicio y cuidar su peso. Aunque es un problema crónico-degenerativo, es posible controlarlo para evitar su progresión.
Los especialistas señalaron que el Día Mundial de la Hipertensión Arterial que se conmemora cada 17 de mayo es una oportunidad para informar sobre la importancia del diagnóstico a través de revisiones periódicas como parte de sus controles preventivos, en la identificación de factores de riesgo para impedir su desarrollo y en tratamientos adecuados a fin de evitar daños crónicos.