La calidad de la atención a los enfermos avanzados no está garantizada sin una ACE en Cuidados Paliativos

La calidad de la atención a los enfermos en situación avanzada e irreversible y a sus familias se debe garantizar con la declaración de cuidados paliativos como Área de Capacitación Específica (ACE). Así lo han firmado en Madrid, en un documento de apoyo a la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), seis sociedades científicas: Anestesiología y Reanimación  (SEDAR), Atención Primaria (SEMERGEN), Geriatría y Gerontología (SEGG), Medicina Interna (SEMI), Médicos Generales y de Familia (SEMG) y Oncología Radioterápica (SEOR). El acuerdo, al que en breve se espera que al menos se sumen otras tres sociedades, señala que la atención al final de la vida 'sólo se puede hacer desde la formación y experiencia avanzada, tal y como reconoce la propia Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos'.

Esta firma es la respuesta a los términos en los que está redactado el proyecto de Real Decreto que regula la Troncalidad y otros aspectos del Sistema de Formación Especializada en Ciencias de la Salud, dejando a cuidados paliativos fuera de las ACE. Así lo recoge el documento, suscrito en el marco de una jornada sobre especialización en paliativos organizada por el Hospital Centro de Cuidados Laguna.

Álvaro Gándara, presidente de la SECPAL, ha celebrado este apoyo científico como un 'serio toque de atención' que el Ministerio debiera tener en cuenta antes de aprobar definitivamente el Real Decreto de troncalidad. 'Ya somos siete al menos las sociedades científicas que exigimos que la atención al final de la vida y el manejo de síntomas en enfermedades avanzada se lleve a cabo por profesionales con competencias y experiencia  acreditadas', ha apuntado.

Por otra parte, estas sociedades están trabajando en un acuerdo conjunto para la mejora del abordaje del dolor en enfermos crónicos, ancianos y pacientes de cuidados paliativos. Lo que persiguen, dada la importancia del alivio del dolor y del sufrimiento, es profundizar en la colaboración interdisciplinar para el adecuado manejo de este síntoma en el final de la vida. En este sentido, se considera que el dolor genera un intenso sufrimiento durante la fase final de la vida en las personas enfermas y en sus seres queridos. Asimismo, se estima que un 70-80 por ciento de los pacientes con enfermedades avanzadas, tanto oncológicas como por insuficiencias orgánicas y otros procesos crónicos, presentan dolor, en muchos casos insuficientemente controlado.