La doctora en Neuropsicología Jessica Caldwell también formada en Neurociencia, afirma que los cambios en el cerebro asociados al Alzheimer se producen hasta 20 años antes de la aparición de los síntomas, por lo que nunca es demasiado pronto para empezar a aplicar un estilo de vida saludable que reduzca el riesgo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Alzheimer es la forma más común de demencia y puede contribuir al 60-70 % de los 55 millones de casos de demencia en todo el mundo.
Cada año se producen casi 10 millones de nuevos casos de demencia y se prevé que esta cifra aumente junto con la creciente proporción de población anciana en la mayoría de los países, pues cualquier persona mayor de 65 años corre el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Modificaciones del estilo de vida
El Alzheimer es una enfermedad multifactorial. Así, por ejemplo, en una persona que desarrolle la forma más común, el Alzheimer de aparición tardía, la causa será probablemente una combinación de factores como el envejecimiento, la genética, los antecedentes familiares, el estado general de salud, los comportamientos relacionados con el estilo de vida e incluso efectos ambientales como la contaminación atmosférica. Investigadores han identificado hábitos que pueden potenciar la función cerebral, entre ellos, la Dra. Caldwell recomienda tres consejos de estilo de vida en particular, ya que ofrecen múltiples beneficios y favorecen la salud en general. Nunca es demasiado tarde en la vida para poner en práctica estos tres hábitos saludables, ya que ayudan a maximizar la función cerebral durante el mayor tiempo posible, y a mejorar los resultados de quienes ya han sido diagnosticados de deterioro cognitivo.Consejos que favorecen la salud
- Hacer ejercicio con regularidad: El ejercicio tiene beneficios cerebrales inmediatos y a largo plazo, desde el aumento de la química cerebral que favorece la salud de las células cerebrales, hasta la reducción de factores como la inflamación corporal crónica que puede ser perjudicial para el cerebro, también tiene beneficios cerebrales indirectos, por ejemplo, mejora el estado de ánimo y el sueño, reduce el estrés, favorece la salud cardiaca, aumenta las oportunidades de socializar y disminuye la presión arterial, el colesterol y el riesgo de diabetes, todo lo cual reduce el riesgo de deterioro de la memoria con la edad.
- Dormir lo suficiente: Dormir bien mejora el humor, agudiza el intelecto y consolida nuevos recuerdos para almacenarlos a largo plazo, también da a nuestro cerebro la oportunidad de eliminar residuos, entre ellos la beta amiloide, una proteína que puede agruparse y aglutinarse para formar la placa de Alzheimer. Se recomienda de siete a ocho horas continuas de sueño como objetivo para los adultos.
- Sigue una dieta equilibrada: Las investigaciones demuestran que una dieta de estilo mediterráneo rica en pescado, cereales integrales, verduras de hoja verde, aceitunas y frutos secos ayuda a mantener la salud del cerebro y puede reducir el riesgo de padecer Alzheimer. Es recomendable reducir al mínimo la carne roja, los quesos grasos, la mantequilla, alimentos fritos, dulces y limitar el consumo de alcohol.