Desde el año 2014 se ha registrado un aumento en la detección de estos tumores en jóvenes de 20 años y más, además, dos de cada diez casos de cáncer en varones se encuentran en órganos digestivos y tres de cada diez mujeres con cáncer son diagnosticados en las mamas.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de cada 100 mujeres que son hospitalizadas cuatro mueren a causa de tumores malignos en órganos hematopoyéticos, como son el bazo, ganglio linfático, hígado o médula ósea, mientras que en la población masculina, mueren cinco de cada cien.
Si catalogamos por grupo de edad, el pico de mortalidad se encuentra a partir de los 80 años de edad con 18 fallecimientos de varones y 13 de mujeres por cada 100 egresos hospitalarios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las últimas dos décadas se incrementó el diagnóstico de casos nuevos en un 70 por ciento, por lo cual, las acciones para tratar el cáncer, pero sobre todo para diagnosticarlo a tiempo han crecido en gran escala gracias al apoyo de diversas instituciones de la salud.
En cuanto al diagnóstico en niños se ha encontrado que encuentra con 80 por ciento de diseminación, mientas que en los adultos se encuentra de manera regional, en ambos casos el cáncer es encontrado de manera accidental por estudios o ultrasonidos que estaban destinados a otros rubros.
La mayoría de los tumores en edad pediátrica pueden ser tratados con quimioterapia y obtener una buena respuesta, sin embargo, en la edad adulta se requiere un tratamiento más complejo.
Existen cinco estadios, que van desde el estadio 0, es decir, que no es cáncer pero hay presencia de células anormales, sin diseminación, que pueden evolucionar a la enfermedad y llega hasta el estadio IV, la metástasis, en la cual el cáncer que inició en un órgano ya se diseminó a partes distantes del cuerpo, generalmente hígado, pulmones o cerebro.
Es importante mencionar que la esperanza de vida de un paciente con cáncer es cada vez más favorable si se descubre y atiende a tiempo, la mayoría de los tumores son prevenibles en un 80 por ciento, sin embargo,se necesita un refuerzo en la cultura de detección temprana.
Por ejemplo, fortalecer con las campañas de prevención que alertan con sus síntomas, que en su mayoría son inespecíficos y pueden ser desde cansancio, desgana, dolores óseos y excesiva sudoración nocturna, esto con el fin de crear conciencia sobre la importancia de la vigilancia en la salud de este grupo poblacional.
Cabe resaltar que entre los varones que tienen menos de 20 años de edad hubo un incremento en la edad de la tasa de morbilidad hospitalaria por tumor maligno de hueso y de los cartílagos articulares, la cual aumentó de 1.06 en el grupo de 0 a 4 años, a 10.40 en el de 15 a 19 años de edad, lo que es una señal de alarma para los jóvenes.