La Atención Primaria de Cataluña se encuentra en crisis, como sucede con la mayoría de los servicios de salud de las distintas Comunidades Autónomas del Estado. La falta de recursos humanos, el empeoramiento de las condiciones laborales y la desafección del nuevo personal médico por la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria son datos preocupantes que desde el Sindicato Médico catalán viene advirtiendo.
Este primer nivel asistencial del
Instituto Catalán de Salud (ICS), que gestiona el 80% de los centros de salud, tiene 689 facultativos menos que antes de los recortes, según ha constado el MC a partir de las cifras de la evolución de la plantilla recogidas en los últimos planes de ordenación de recursos humanos.
En 2010, la red de Atención Primaria disponía de 6.853 licenciados sanitarios (personal facultativo especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Pediatría, Odontología, y Obstetricia y Ginecología), mientras que, en 2021, tenía 6.164, sumando el personal fijo, interino, eventual y sustituto en ambos casos.
Pérdida de plantilla
El sistema primario de salud todavía arrastra la pérdida de plantilla experimentada durante la última década. Además,
deberá afrontar la jubilación forzosa por edad de 944 médicos de familia (el 23% de la plantilla de esta categoría profesional) en el período 2022-2026, así como también de 134 pediatras (el 26% de la plantilla pediátrica).
Según alerta el sindicato médico, la
capacidad de retención del talento de los centros de Atención Primaria (CAP) del ICS no es la más idónea. Y no parece que pueda mejorar si se mantienen las condiciones laborales tan precarias.
De acuerdo con los últimos datos del pasado mes de marzo, solo un 58,3% de los médicos internos residentes (MIR) que terminaron su especialización en la AP en los años 2019, 2020 y 2021 se quedaron a trabajar en la institución. El 41,7% restante se fueron a otras empresas de salud de Cataluña o hicieron las maletas para marcharse fuera de la Comunidad.
Mover ficha
Desde MC consideran que 'llueve sobre mojado' e instan al Gobierno a mover ficha 'inmediatamente' si quiere reflotar el primer nivel asistencial de la situación límite en la que se encuentra.
Demandan
una inyección de más recursos económicos –un mínimo de 1.000 millones de euros anuales más sobre la partida actual de 1.885 millones– para alcanzar el 25% de inversión, respecto al presupuesto sanitario global, como recomienda la OMS. Actualmente, el presupuesto que destina el departamento de Salud solo alcanza el 16,7% del total de sus cuentas, que se elevan a 11.244 millones.
Asimismo, reclaman una mejora “urgente” de las condiciones de trabajo, tanto retributivas como de bienestar profesional, para hacer más atractiva la atención primaria y lograr atraer a las nuevas generaciones y retener a los profesionales que se marchan a otros países.
La organización médica aboga igualmente por reducir la sobrecarga de trabajo y la burocracia en las consultas, ya que es una reivindicación histórica “que no se acaba de cumplir y resta tiempo a los profesionales para dedicarlos a los pacientes”, sentencian a
EL MEDICO desde el MC.