El Comité Ejecutivo de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (
CESM), reunido el pasado viernes, ha querido manifestar su
malestar por la actitud que desde hace meses está mostrando el Ministerio de Sanidad hacia la profesión, especialmente tras la última reunión mantenida la pasada semana entre representantes de la Formación Sanitaria Especializada y miembros del equipo ministerial.
Los representantes de FSE han corroborado que Sanidad no parece
tener ninguna intención de considerar las demandas planteadas e incluso ha decidido pasar por alto compromisos firmados por el propio director general de Ordenación Profesional en junio de 2021.
CESM considera que el modo de actuar del gabinete que dirige
Carolina Darias está limitando al máximo la interlocución con los representantes de la profesión hasta el punto de rozar las prácticas antidemocráticas.
Esto, señalan, se ha podido comprobar también con las recientes reuniones mantenidas por el grupo de trabajo del Ámbito de Negociación sobre temporalidad para adaptar el Estatuto Marco a la Ley 20/2021, en la que bajo la excusa de la premura por los plazos normativos se está limitando la propia negociación obligatoria con los representantes sindicales, convirtiendo las reuniones en meras exposiciones informativas.
Parálisis del Foro Profesional
Estas circunstancias, apuntan, se suman a la
parálisis que vive desde hace casi un año el Foro Profesional, a la espera de nuevas convocatorias después del compromiso ministerial de abordar la documentación enviada con la problemática concreta en lo referente a Recursos Humanos, Atención Primaria y Formación con cada colectivo profesional, algo que meses después aún no se ha producido.
'Todo esto no hace sino incidir en la
sensación creciente de ninguneo a la profesión médica'.
Por todo ello, CESM ha abordado la necesidad
de volver a las movilizaciones para defender a la profesión frente a la actitud ministerial, desde los futuros especialistas hasta los médicos cercanos a su retiro, puesto que la situación que viven los profesionales actualmente resulta intolerable. E insta a la ministra de Sanidad, como máxima responsable de la cartera, a que
tome la iniciativa para encauzar la situación y retome el diálogo para abordar los graves problemas de la profesión.