La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha hecho un llamamiento para que se aborde con urgencia la situación en la que se encuentra la asistencia sanitaria. Los profesionales han visto un aumento progresivo de la presión en Urgencias Hospitalarias.
En muchos hospitales solamente se están realizando cirugías urgentes, oncológicas o inaplazables. No obstante, los ingresos por COVID ocupan o bloquean camas de Reanimación y Planta. Todo ello sumado a una
Atención Primaria absolutamente saturada y desbordada en todos los aspectos.
Más allá del aumento de contagios en esta sexta ola, esta situación con los ingresos COVID y su gestión en Atención Primaria también se debe a la falta de medidas. Todo ello sumado,
según CESM, a decisiones erróneas que se arrastran desde hace años. La mayoría basadas en improvisación y el uso de parches temporales.
En esta línea, recuerdan que en España contamos además con un presupuesto en sanidad muy bajo. Este es además inferior a la media europea. Asimismo, “arrastramos recortes severos desde, al menos, el año 2010”. Esto conlleva el innegable maltrato a los profesionales, gran precariedad laboral y bajos salarios.
Presión en los ingresos por COVID y en la AP
En el primer nivel asistencial, la atención de pacientes COVID se está produciendo
una merma del diagnóstico, tratamiento y seguimiento de otras patologías no COVID. Según fuentes de Atención Primaria, puede alcanzar al 50 por ciento de las enfermedades crónicas. Esto es
incluyendo las oncológicas.
Por otra parte, según datos de la Secretaría Técnica de Hospitales de CESM,
los ingresos por COVID en planta son crecientes, entre 200 y 350 al día. Sin embargo, son cifras menores a la de hace un año, dada la menor virulencia de las últimas cepas del virus. Por ello, la presión aproximada es del 10,10 por ciento por ciento.
La
ocupación de las UCIS por pacientes COVID se mueve en una horquilla que va desde un 21 a un 40 por ciento. Estos datos corresponden a una incidencia acumulada nacional de 3.127,91. Aunque esta puede llegar a 4.000 o incluso 5.000, según las comunidades autónomas
Finalmente, hay una gran cantidad de pacientes asintomáticos, estos son el 70 por ciento. Sin embargo, los mismos
siguen reportando problemas tras sufrir la infección, que van desde severas secuelas físicas, neurológicas, mentales, hasta el COVID persistente.
Esta situación impacta directamente en los profesionales. Según CESM, se ha constatado un
aumento de los casos de suicidio en facultativos. Igualmente, quienes pueden hacerlo optan por la prejubilación para abandonar su profesión antes de tiempo.