El CNPT y las principales organizaciones sanitarias, en contra de una posible modificación de la ley antitabaco

Las palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pronunciadas tras un Consejo de Ministros, según las cuales se deja entreabierta la puerta a una posible modificación de la legislación vigente para que se pueda fumar en casinos y salas de juego, han sido acogidas con gran preocupación por los profesionales sanitarios españoles, agrupados en torno a las principales colegios profesionales (médicos, psicólogos, dentistas y enfermeros) y por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), entidad de la que forman parte más de 30 sociedades científicas sanitarias.

Tal como señalan los expertos, las leyes 28/2005 y 42/2010 representaron un gran avance en la protección de la salud de los españoles, habiéndose conseguido reducir en más del 90 por ciento la exposición al humo ambiental de tabaco en los espacios públicos compartidos, evitándose con ello más de 1.000 muertes anuales. En la actualidad existe en mayoritario respaldo ciudadano a esta norma que, entre otros efectos, ha conseguido que los trabajadores de los sectores del ocio, la restauración y el juego -que se encontraban sometidos a niveles especialmente tóxicos- hayan sido los más beneficiados con el cambio legislativo.

Tal y como señalan, las pretensiones y privilegios de determinados proyectos empresariales no deben ser la excusa para revertir los beneficios obtenidos hasta ahora y desproteger a todo un sector de trabajadores. Las inversiones económicas y la generación de empleo que el país necesita no deben hacerse a cuenta de un deterioro de la protección de la salud de los ciudadanos.

Por ello, conscientes de los efectos sobre la salud que puede tener esta desprotección, 'los profesionales nos vemos en la obligación de oponernos a cualquier tentativa de involución en este ámbito. Confiamos que el Ministerio de Sanidad mantenga la posición de adhesión a la regulación en vigor que ha sostenido hasta ahora y que sea capaz de no doblegarse a las presiones internas y externas que reciba para así seguir cumpliendo el papel garante que se le otorga'.