El Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) ha reclamado la creación de un 'gran observatorio' catalán que evalúe las agresiones a profesionales sanitarios y permita poner medidas para acabar con la violencia practicada a los profesionales de la salud. Así lo ha explicado el director del Área de Praxis del COMB, Josep Arimany, que ha destacado la necesidad de combatir una lacra que afecta a todos los estamentos sanitarios y sobre la que ha reivindicado 'tolerancia 0'.
Arimany ha pedido colaboración al Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona (COIB), a la Consejería de Salud de la Generalitat y demás estamentos del sistema sanitario para tirar adelante el proyecto.
'La Junta de Gobierno del COMB está muy preocupada por las agresiones a los médicos y los profesionales de la salud', y ha dicho que, pese a que las cifras de agresiones registradas en el colegio permanecen estables, suponen sólo la punta de un iceberg que ha pedido visibilizar.
En 2014 se abrieron 46 expedientes por agresión a médicos de la capital catalana, de las cuales nueve -el 28 por ciento- se tramitaron por vía judicial, mientras que en 2013 se abrieron 43 expedientes por violencia física o verbal.
'Que las cifras sean estables no significa que sean reales', porque no todas las agresiones se denuncian, ha observado Arimany, que ha destacado que la Unidad contra la violencia a los Médicos del COMB recibe felicitaciones de todo el Estado.
La unidad asesora al médico a nivel jurídico, de seguridad y psicológico en caso de que sea necesario en el marco de un 'acompañamiento integral' al facultativo afectado por una agresión, generalmente de tipo verbal y de amenazas.
Las áreas de Urgencias, Psiquiatría, Evaluación Sanitaria y bajas y Atención Primaria suelen ser las más sensibles y proclives a situaciones de violencia, ha explicado Arimany, quien ha señalado que los médicos suelen recibir cursos sobre habilidades comunicativas en casos de tensión.