El Colegio de Castellón ha registrado 7 casos de agresiones a médicos en lo que va de año

Los servicios jurídicos del Colegio de Médicos de Castellón han registrado, en lo que va de año, 7 casos de agresiones a facultativos durante el ejercicio de la profesión. De éstos, cuatro corresponden al presente ejercicio y dos han sido calificados como delito de atentado por la Fiscalía provincial. El Colegio condena enérgicamente cualquier tipo de acto violento en un centro sanitario y recuerda que, en defensa de los médicos, demandará a los agresores.

Desde la entidad colegial informan que de las siete agresiones sobre la mesa, dos están pendientes de fecha para el juicio. Una de ellas es la de un médico que recibió un cabezazo y varios puñetazos de un paciente que no aguantaba las colas y los retrasos en el centro de salud. El otro caso corresponde a un enfermo que amenazó de muerte a su médico de cabecera y lo menospreció con insultos reiterados. Si bien las siguientes denuncias son faltas por agresiones verbales menores, el asesor jurídico del Colegio, Miguel Manero, recuerda que 'no dejan de ser situaciones graves. Hay que concienciar a los médicos de que deben denunciar estas acciones, porque es la única forma de atajarlas'.

El interés por las agresiones a profesionales sanitarios se ha vuelto a incrementar después de que, este mismo mes de septiembre, un paciente que se encontraba en la unidad de Urgencias de un centro hospitalario de la provincia sacara una navaja para amenazar a un vigilante de seguridad.

Desde el año 2004, en el que el Colegio de Castellón centralizó los casos de agresiones a través de un acuerdo firmado con la Consejería de Sanidad, se han registrado un total de 85 agresiones a facultativos. 16 fueron agresiones físicas y 67 verbales. El peor año fue 2007, cuando se tramitaron 16 expedientes por esta causa. Hasta 22 denuncias han terminado en juicio de faltas y sólo en un caso se produjo el archivo de la investigación. Si bien los dos últimos años las agresiones han descendido, los inicios de la crisis registraron niveles preocupantes: 11 en 2008, 13 en 2009 y otros 15 en 2010. En este sentido Miguel Manero asegura que 'no engañamos a nadie si decimos que se está volviendo a disparar este tipo de delito'.