La necesidad imperiosa de que la colegiación obligatoria se implante para que el médico sea el principal garante de la actividad asistencial y la búsqueda de alternativas para parar esa fuga de profesionales sanitarios que no sólo afecta al MIR, sino a médicos ya con años en la profesión. Esos fueron algunos de los argumentos que se discutieron y se elevaron en las III Jornadas de Colegios de Médicos de Andalucía que se celebraron el pasado fin de semana en Sevilla y a las que asistieron en torno a un centenar de personas. Los asistentes, además, dieron su punto de vista sobre la importancia del mantenimiento del PAYME y que su éxito se extienda a todas las provincias andaluzas, el papel complementario y a su vez clave de las sociedades científicas o los nuevos modelos de gestión sanitaria.
Una de las primeras mesas de intereses se centró en la importancia de la existencia de los colegios de médicos. Preciamente, Antonio de Torres Viguera, asesor jurídico del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, hizo un repaso sobre la nueva legislación, en concreto de la nueva ley de colegios profesionales, que se encuentra ahora en el Consejo de Estado y que 'tiene como base la obligatoriedad de la colegiación de determinados servicios, en el que se encuentra el desempeño de los médicos'. Así, reivindicó que los colegios son 'autoridad pública' identificado por el Pacto de la Sanidad y que, además, no hay que comparar con los sindicatos, ya que 'mientras estos últimos protegen aspectos económicos y sociales, los colegios de médicos tiene su máxima en velar por el interés del paciente'. En ese punto, catalogó una cierta confusión de en el legislador -en concreto en Andalucía, donde todavía no se ha aprobado la colegiación obligatoria a pesar, se recordó en la mesa, de una sentencia del Tribunal Constitucional que así lo avala-, que no diferencia entre los servicios y funciones de los colegios.
Ya en la mesa redonda, el presidente del Colegio de Médicos de Jaén, Emilio García de la Torre, moderó una mesa titulada 'La colegiación, garantía para la sociedad', en la que relató la máxima de que los colegios deben 'salvaguardar la profesión, arropar al médico y al paciente, combatir el intrusismo y defende la calidad del servicio'. Defendió el papel colegial como libre y no dependendiente de la política -'sólo nos debemos a nuestros estatusos, el código deontológico y la Constitución española', aseveró-. Por eso y otros motivo, reivindicó 'la colegiación universal' y abogó por acabar con los 'malos entendidos' entre la Consejería de Salud y el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos en esta materia.
Tras esa presentación, llegó el momento de los ponentes, que ahondaron en la línea de que se implante en toda España la colegiación obligatoria. Arcadi Gual Sala, presidente de la Fundación Educación Médica, realizó varias reflexiones sobre los peligros que acechan al patio sanitario y advirtió que 'el contrato social de la profesión médica corre riesgo de romperse poor los pecatos de todos: médicos, colegios, administración,...'. Y, en ese marco, señaló a los colegios como 'los únicos que pueden garantizar la calidad de la asistencia sanitaria' en estos tiempos de recortes. El presidente del Colegio de Enfermería de Badajoz, Carlos Tardío Cordón, que no sólo reivindicó el vinculo entre médico y enfermero, que 'no existe el uno sin el otro', sino que abogó por realzar una profesión médica que, a través de la colegiación, debe regular por sí misma sus normas y códigos deontológicos. Al hilo de ello, avisó de la pretensión de la administración de ejercer un control sobre los colegios, pero 'hay que recordar que estos no han recibido nada' y no deberían estar a su servicio.
En esa defensa de los colegios profesionales se sumó Juan Moreno, presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía (UCE). Este señaló los colegios como 'una garantía para la sociedad' y, aunque reconoció que los servicios profesionales representan un 10 por ciento del PIB, los vinculados con la salud 'no hay que entenderlos como un mercado'. Los colegios de médicos velan por la salud y eso no puede tener las mismas reglas que el resto', afirmó, a la par que reclamó a la Junta de Andalucía la aplicación de la colegiación obligatoria por ley.
Luces y sombras de los residentes
Otra de las patas de la mesa fue las armas que manejan los médicos para hacer frente a la huída de profesionales sanitarios al extranjeros y de potenciar uno de sus principales valores que es el sistema de formación MIR. En la mesa redonda titulada Los MIR, creación de espacios y situación para evitar la emigración a otros países, se perfiló primero con datos. Jaime Campos, director de la escuela AMIR, desterró alguno de los mitos acerca de los MIR que desmontó con números. Así, sobre que en España sobran médicos, recordó que este país es el cuarto en número de médicos por cada 100.000 habitantes, superado por Suiza, Noruega y Austria y un puesto por encima de Alemania, uno de los destinos de los médicos españoles. Además, no existe una falta de especialistas, ya que España se sitúa 'al nivel medio de la únión europea en porcentaje de especialidades en relación a atención primaria', mientras que Alemania, Francia o Portugal están a la cola en este ránking. El problema, según Campos, reside en que desde la Administración no se ha dibujado una estrategia a medio/largo plazos y siempre se ha apostado por acciones cortoplazistas que 'luego repercute'. Así, citó el efecto llamada de profesionales extranjeros que se produjo en 2008. 'Ahora se ha corrido el bullo que la culpa de la marcha de profesionales es por los médicos extranjeros', manifestó, aclarando que ocupaban puestos 'que nadie quería'.
En su aportación de números, no dudó en que se está formando un cuello de botella por los recortes 'que sí están afectando a la sanidad y la educación'. Así, citó las jubilaciones y los ceses de eventuales que no se cubren por una tasa de reposición del 10 por ciento que considera que no cubre las expectactivas y la actividad asistencia. 'La oferta de plazas es insuficientes para cubrir el relevo generacional y la necesidad de un servicio en aumento', reivindicó, que no dudó en aportar que, con esta situación, a los MIR le quedan dos caminos: o marcharse al extranjero -3.400 ya han escogido esta fórmula en 2013, la mayoría a Reino Unido- o tirar de la reespecialización del MIR.
En paralelo a estos datos, las jornadas de la CACM también trasladaron las impresiones personales de los que sufren esta situación en sus carnes. Alberto Amador Gil habló en representación de los médicos de postgrado en formación y lamentó las dificultades para encontrar una cierta estabilidad, partiendo de que el SAS 'tarda un año en dar legalidad a la entrada en la bolsa pública para poder ser contratado' y después la precariedad y eventualidad de los contratos que encuentran, que obliga a estos profesionales a buscarse hasta cuatro trabajos eventuales distintos 'para poder vivir'. Del lado de los MIR participó Antonio Gila Bohórquez, director general de Médicos MIR del Colegio de Médicos de Sevilla, que cuestionó el nivel de formación impartido en la Universidad, que tildó de deficitario ya que 'no enseñan a ser médicos sino a aprobar exámenes', y la carestía en el periodo de residencia, donde echó en falta una mayor tutorización y facilidades para potenciar los conocimientos en quirófano.
Sin embargo, esas críticas fueron rebajadas por Pedro Terol, jefe de estudio y presidente de la Comisión de Docencia del Hospital Virgen Macarena, que aunque constató que 'hay muchas cuestiones que mejorar en la formación del residente', sí que defendió que hay una estructura bien consolidada con posibilidad para la investigación y la formación. En esta misma línea, participó el subdirector médico de los hospitales Virgen del Rocío y Macarena, Juan Carlos Gómez Rosado, que indicó que 'la formación está muy bien considerada' y que supone 'una auténctica pena que estamos perdiente a grandes especialistas', por los que abogó a buscar alternativas. Entre ellas, abogó por no poner el ojo en los grandes hospitales, sino también buscar hueco en los hospitales comarcales. 'Todo el que ha pasado por estos centros luego lleva un marchamo de calidad que se le nota en el bagaje', afirmó. A su vez, alertó de que, dentro de la huida de profesionales al extranjero se esconde 'más de un timo o estafa', por lo que abogó a los residentes que recelen ante algunas ofertas de otros países que no acrediten todas las garantías legales.
El médico, como líder del cambio
También se debatió en las jornadas médicas del papel del médico en la actualidad y de cara al futuro. En esa mesa participó José Manuel Bajo Arenas, presidente de la Asamblea de la Federación de Asociaciones Científicos Médicas Españolas, que recordó que hasta hace poco el SNS era 'bueno, de calidad y universal', pero que se ha visto con la crisis que hay un déficit real y una necesidad de refuerzo. 'El SNS es un mastodonte burocrático', definió Bajo Arenas, que reivindicó que deben ser los médicos los que asuman el liderazgo y que sean ellos los que asuman la gestión de los recursos 'de manera real' y no como algunas unidades de gestión clínica que 'no tienen ningún poder y que parece que trabajan con billetes del Monopoly'. Así, reclamó un menor peso de la burocracia y más para servicios como atención primaria, además de que el médico 'tenga el control del 70 por ciento de los gastos', teniendo en cuenta algunas pautas de conducta como evitar 'pruebas diagnósticas inútiles', basar buena parte de su trabajo en la evidencia y apostar por la investigación y la formación para no quedar obsoletos.
No se diferenció mucho de lo que comentó también Arturo Domínguez Fernández, subdirector de Ordenación y Organización de la Dirección General de Profesionales, que reclamó la necesidad de que haya 'una nueva raza de médicos' que se apoye en pilares como la concentración de profesionales, la telemedicina, el apoyo a las NNTT, etc. 'La atención en salud actual tiene algo de componente caótico y fragmentario, en el que no se ha podido absorber la sobreinformación', aportó Domínguez Fernández.