El Dr. Enrique Gómez Álvarez, jefe del Servicio de Cardiología del CMN 20 de Noviembre ISSSTE y ex presidente de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Ateroescleroris y sus Complicaciones (AMPAC), reveló durante la inauguración de su IX Congreso Nacional que en México las enfermedades cardiovasculares provocan una de cada tres muertes.
Dicho evento se celebra del 28 de junio al 1 de julio en Boca del Río, Veracruz, y en él se abordan temas de salud cardiovascular de actualidad dirigidas a los médicos generales, especialistas, nutriólogos y en general a profesionales de la salud.
En el primer día de la reunión hay conferencias para el público general y pacientes con el propósito de difundir la cultura de salud cardiovascular, pues aunque las enfermedades vasculares son la causa de muerte número uno en México.
Estas enfermedades son multifactoriales, por eso es importante que el paciente sepa que la obesidad, el sobrepeso, la diabetes mellitus, los altos niveles de colesterol y el consumo de alcohol y tabaco son potenciadores de las enfermedades vasculares, sumando a esta condición los inadecuados hábitos alimenticios.
Es importante mencionar que aquel paciente que ha sobrevivido a un infarto tiene parte del tejido cardiaco dañado tienen más del 50 por ciento de posibilidades de padecer un nuevo infarto en los siguientes 5 años por lo que debe extremar precauciones y seguir el tratamiento adecuadamente.
Los infartos mayores conducen a la muerte del paciente o bien a una gran pérdida de tejido muscular cardíaco que deja como secuelas insuficiencia cardíaca que es una causa de discapacidad funcional de los pacientes y una pobre calidad de vida.
Según información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México la tasa de mortalidad por infarto agudo al miocardio es de 27.2 por ciento, la más alta entre los países miembros de este organismo.
Casi siempre el infarto del miocardio se presenta de manera súbita e inesperada manifestada por la aparición de dolor en la parte anterior del pecho, ligeramente a la izquierda, opresivo, con frecuencia irradiado al brazo izquierdo y a la mandíbula.
Aquellos pacientes que sobreviven un primer infarto tienen más del 50 por ciento de posibilidades de padecer un nuevo infarto en los siguientes 5 años por lo que es necesario tomar medidas para prevenir el reinfarto y disminuir la posibilidad de muerte por estas causas, por lo que es importante seguir insistiendo en el apego al tratamiento.
Gracias a los avances médicos, desde hace algunos años en México se cuenta con una novedosa estrategia para asegurar la adherencia de los pacientes al tratamiento. Este concepto preventivo se conoce con el nombre genérico de Polipíldora, creada por los laboratorios Ferrer y que consiste en tomar esta triada de medicamentos en un solo comprimido una vez al día.
Numerosos estudios realizados en Estados Unidos y Europa han demostrado que esta estrategia de tomar la Polipíldora de manera indefinida logra reducciones de hasta el 80 por ciento de reinfartos, constituyendo una estrategia de primer orden en la prevención del infarto del miocardio y su empleo debe difundirse en beneficio de la salud cardiovascular, finalizó el cardiólogo.