“Yo creo que se están realizando esfuerzos para mejorar la atención sanitaria de las mujeres mayores de 50 años en nuestro país. Sin embargo, no siempre son suficientes para cubrir todas sus necesidades de salud, especialmente considerando las condiciones prevalentes en esta población, como son la osteoporosis, la incontinencia, el síndrome genitourinario de la menopausia o las infecciones de orina”. Así opina la doctora
Lola Sánchez Gallego, especialista en urología funcional femenina de ROC Clinic.
Como describe la profesional, las mujeres en la
menopausia requieren una atención específica debido a los cambios hormonales que afectan su salud general y su bienestar. Esto incluye tratamientos para la atrofia vaginal, terapia hormonal sustitutiva y otros cuidados uro-ginecológicos. Aunque hay una oferta de tratamientos disponibles, la accesibilidad y la cobertura pueden variar, lo que pone en evidencia la necesidad de una mayor inversión en servicios de salud específicos para esta etapa de la vida.
Esta etapa se diagnostica después de 12 meses consecutivos sin período menstrual y puede traer consigo una serie de síntomas físicos y psicológicos debido a los cambios hormonales, como sofocos, alteraciones del sueño, menor libido, cambios de humor o problemas de salud ósea y cardiovascular. Estos cambios se deben principalmente a la disminución de las hormonas sexuales femeninas, estrógeno y progesterona, producidas por los ovarios.
Así,
los cambios hormonales durante la menopausia son una parte natural del envejecimiento de la mujer. Aunque pueden ser desafiantes, existen múltiples enfoques que pueden ayudar a manejar los síntomas y mantener una buena calidad de vida durante esta transición.
Entre los principales cambios hormonales se encuentran la disminución de estrógenos y
de la progesterona, el aumento de la Hormona Folículo Estimulante (FSH), así como la disminución de los niveles de testosterona.
Soluciones concretas
Por otro lado, la experta comenta que podemos decir que las políticas de salud
y los programas dirigidos a personas maduras están en constante evolución. La implementación de programas específicos, información para pacientes, creación de unidades multidisciplinares de atención a la menopausia o las campañas de prevención de enfermedades crónicas son pasos en la dirección correcta, pero aún hay áreas que podrían beneficiarse de una mayor inversión para garantizar una atención integral y equitativa para todas las mujeres en este grupo etario, opina.
El láser vaginal se ha convertido en una opción para muchas mujeres que buscan alivio de la atrofia vaginal sin recurrir a terapias hormonales, ofreciendo mejoras significativas en la calidad de vida y la salud sexual. En este sentido, la doctora explica que la aplicación del láser para el tratamiento de la atrofia vaginal o síndrome genitourinario de la menopausia es un procedimiento que se realiza de forma ambulatoria.
Este se aplica a través de un dispositivo que se inserta en la vagina (similar a un ecógrafo transvaginal). El tratamiento completo son 3 sesiones separadas 4-6 semanas y que duran apenas 5 minutos, pudiéndose realizarse un recuerdo anual en función de la evolución. Puede generar una ligera sensación de calor o picazón, pero la molestia es mínima y la tolerancia de las pacientes excelente.
Después del tratamiento se recomienda evitar las relaciones sexuales y usar unos óvulos hidratantes por unos días. A priori, cualquier paciente con atrofia genital, infecciones urinarias de repetición o con problemas de incontinencia leve es candidata a este tratamiento. Sólo está contraindicado en aquellas mujeres con tendencia a la formación de queloides o que ha recibido tratamiento con isotretinoína en los 6-12 meses previos.
Mediante CO2 induce una respuesta regenerativa en los tejidos vaginales obteniendo beneficios como la estimulación de la producción de colágeno, mejora de la circulación sanguínea o el rejuvenecimiento de la mucosa vaginal. Así, describe que, aunque actualmente, no hay cifras oficiales disponibles sobre la cantidad exacta de personas que se someten a tratamientos de láser vaginal en España anualmente, sabemos que
este procedimiento ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus múltiples beneficios, sin embargo, consideramos que hay muchas más pacientes que podrían beneficiarse del mismo.
La menopausia y los cambios derivados de la misma son en muchas ocasiones asumidos por las mujeres como cuestiones “inevitables” a las que se tienen que resignar y por ello no consultan a los especialistas. Afortunadamente, cada vez existe más información para pacientes y médicos formados en el tratamiento y mejora del síndrome genitourinario de la menopausia.
Además de para la atrofia vaginal, el láser CO2 se utiliza para tratar otras condiciones como la incontinencia urinaria leve, las infecciones de orina de repetición y para procedimientos de rejuvenecimiento genital. Este láser ha demostrado ser eficaz en la estimulación de la producción de colágeno, lo que redunda en mejora de la elasticidad y tonicidad de los tejidos, mejoría de la lubricación natural y recuperación del pH natural de la vagina. Todo ello, mejora significativamente la calidad de vida de las mujeres que se someten a él.
No obstante, al preguntarle sobre qué le falta a España en investigación para una mejor calidad de vida en temas urológicos, la experta especifica que “
uno de los principales factores limitantes en la investigación es el económico.
Disponemos de un magnífico capital humano que, en ocasiones, se ve incluso empujado a salir del país para continuar con proyectos excelentes de investigación. Y prosigue, “si nos fijamos específicamente en los profesionales sanitarios, la sobrecarga asistencial en muchas ocasiones limita la capacidad investigadora dedicada a identificar nuevos tratamientos o técnicas orientadas a mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Se necesita, por tanto, una estrategia integral que combine una mayor inversión en I+D, innovación tecnológica, formación especializada, colaboración internacional y políticas de salud efectivas para mejorar la calidad de vida urológica de hombres y mujeres”.
¿Qué otras opciones hay?
La experta informa que hoy en día existen diversas técnicas centradas en el tratamiento de la atrofia vulvovaginal. La más extendida es el tratamiento local con cremas a base de estrógenos. Tienen un efecto local y precisa una aplicación regular. Están contraindicados en pacientes con antecedentes de tumores ginecológicos. Tratamientos similares al láser es la radiofrecuencia, que también tiene resultados prometedores. Hoy en día no existe ningún estudio que lo compare con el tratamiento con láser CO2. También insiste en que recientemente se están empleando otras alternativas para el rejuvenecimiento vaginal como el PRP (plasma rico en plaquetas) o las infiltraciones con ácido hialurónico que tienen resultados muy esperanzadores para el manejo de esta patología.
Tratamiento de atrofia vaginal mediante láser
En definitiva, la atrofia vaginal, también conocida como vaginitis atrófica, es una condición común en mujeres posmenopáusicas que se caracteriza por el adelgazamiento, sequedad vaginal e inflamación de las paredes vaginales debido a la disminución de los niveles de estrógenos.
Esta condición tiene un alto impacto en la calidad de vida de las mujeres postmenopáusicas, que sienten picor, sensación de ardor (que empeora al orinar), dolor durante las relaciones sexuales, aparición de grietas o heridas. Además por su estrecha relación con el sistema urinario, puede predisponer a la aparición de infecciones de orina de repetición e incluso vaginosis bacterianas u hongos.
Especialistas en urología funcional femenina de
ROC Clinic afirman que “
hoy en día existen alternativas innovadoras para abordar la atrofia vaginal sin necesidad de optar por terapias hormonales, ya que existen pacientes que prefieren no emplearlas o bien no pueden utilizarlas por enfermedades intercurrentes como el cáncer de mama”.