La Medicina Personalizada de Precisión supone un cambio de paradigma y una nueva realidad asistencial para el sistema sanitario, siendo la formación una herramienta fundamental para contribuir a su plena incorporación y aplicación a la práctica clínica. Así se ha manifestado en la jornada
Configurando la Medicina del Futuro: necesidades formativas en Medicina Personalizada de Precisión', organizada por Next Educación con la colaboración de la
Fundación Instituto Roche.
En esta jornada,
diferentes expertos de referencia nacional han profundizado sobre las
necesidades y los retos en formación a los que se enfrentan los profesionales sanitarios y las
oportunidades que aporta la
adquisición de competencias en nuevas áreas de conocimiento como palanca para la incorporación de la Medicina Personalizada de Precisión, en beneficio de los pacientes y la sociedad en general.
La bienvenida ha corrido a cargo de Manuel Campo Vidal, doctor en Sociología, periodista y presidente de Next Educación, quien ha moderado este panel para ver dónde estamos, dónde vamos y hacia dónde queremos ir “porque no hay tiempo que perder”.
La formación de los profesionales sanitarios del siglo XXI
Celia Gómez González, directora General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, entrevistada por Manuel Campo Vidal, ha asegurado que “estamos en un momento donde ya se van conformando planes”, manifestando la importancia del
big data y la Inteligencia Artificial. “Tenemos una cantera de líderes para poder ayudar al resto”, aunque “no en todos los centros se recibe hoy en día esa formación”.
¿Vamos más adelantados en la captación que en el análisis? Según la experta, sí: “Hay que compartir experiencias y la mejor manera de enseñar es con el análisis de casos de éxitos”.
Según ella, la pandemia ha permitido dar el salto a la salud digital, una herramienta básica para el sistema. Asimismo, ha recalcado que lo que buscamos es tener herramientas cuyo acceso sea equitativo a todos los profesionales, permitiendo que el conocimiento se difunda. Para ello hay que apoyarse en líderes, ha opinado. Todo ello es un gran “cambio cultural, pero es un proceso necesario, con una perspectiva holística”. Y es que “tener una visión global es fundamental”.
Así, ha insistido en que si algo nos ha enseñado esta situación es que las fronteras no existen. Que cuantos más datos tengamos, mejor, y mayor conocimiento. Por ello se va a crear el
Espacio Europeo de Salud, dando la oportunidad de tener datos compartidos para lo que se pueda necesitar, pudiendo organizar el conocimiento.
En cuanto a la velocidad de aplicación para ponernos al día, ella cree que “la pandemia ha ayudado a acelerar el proceso, aunque no es nuevo. Además, tenemos el reto de los Fondos Europeos, etc.”. En conclusión: “Hay que ser optimistas”.
Formación, clave en la Medicina del Futuro
A continuación, ha tenido lugar la
mesa de debate con grandes expertos, en la que han debatido sobre el tema.
Juan Cruz Cigudosa, consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital del Gobierno de Navarra, ha especificado que “tenemos un déficit formativo en medicina de precisión” y ha recalcado que “España es el único país de Europa que no tiene reconocida la especialidad de genética clínica en los hospitales”.
La sostenibilidad, así, viene de dos fuentes: de que se asegure un presupuesto satisfactorio para todos y que tenemos que trabajar juntos: “digitalización y equidad son fundamentales. Los datos funcionan”.
En todo esto nos encontramos con 4 barreras, ha explicado el profesional: tecnológicas,
formación, conocimiento ético y legal, además de incorporar al paciente en la decisión.
Llamada de interés a las instituciones. Todos a una
Fernando Martín Sánchez, profesor de Investigación en Informática Biomédica, de la Escuela Nacional de Sanidad. Instituto de Salud Carlos III, asegura que hay que aprender a manejar datos y que haya especialistas concretos para apostar por la medicina de precisión. “Hay países que ya llevan recorrido en la profesionalización, definiendo programas de acreditación. En España vamos un poco retrasados en esta área”. Además, ha especificado que sobre todo hay que tener en cuenta que la medicina de precisión se distingue de la genómica en que tiene un enfoque más holístico.
Los profesionales sanitarios van a disponer de dos herramientas básicas, describe: La historia clínica, “que quizá tiene que cambiar y ser mejor, para soportar este tipo de procesos” y, la segunda, los sistemas de soporte a la decisión. Sin ellos no se puede poner todo en práctica, porque superamos el umbral cognitivo de cualquier persona”.
Según el experto, ahora hay que conseguir el interés de las instituciones (ministerios, consejerías, colegios profesionales…) para que pongan en marcha todos los instrumentos, que se basan en un marco de competencias, y que den esos pasos para hacer certificar a los profesionales y hacer realidad un mecanismo de obtención de credenciales en este ámbito.
Los datos curan
Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, ha explicado que en este documento (‘
Propuesta de Competencias en Medicina Personalizada de Precisión de los profesionales sanitarios’), que presentan han participado expertos de diferentes disciplinas y asesores porque “entendemos que la medicina de precisión tiene que tener un perfil multidisciplinar”. Y es que, como ha apuntado, se ha producido un hito importante en estos años: por una parte, la eclosión de las ciencias ómicas (genómica y otras) junto a un desarrollo exponencial de la salud. Lo que ha condicionado que el sistema sanitario se adapte. Para ello, “hace falta que los profesionales estén formados, no que solo tengan las herramientas, sino que sepan utilizarlas”. Asimismo, ha insistido en que “los pacientes tienen que ser parte activa de la transformación del sistema”.
Así, la medicina de precisión no es una necesidad que se imponga, sino una demanda social evidente sustentada por la digitalización, ha especificado. Y es que, como ha remarcado, “los datos curan y el modelo de investigación está cambiando”.
De este modo, este documento de propuesta de recomendaciones se convierte en “una hoja de ruta que tiene que seguir el sistema, con la máxima permeabilidad posible”.
“Nada tiene sentido si no se hace en un entorno y con un fin social”
Carlos López-Otín, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, ha opinado que “si no nos educamos globalmente perderemos el tren de la innovación”. En este sentido, apuesta por la educación y dedicar todos los esfuerzos a crear estructuras pedagógicas. “Para ello hay que insertar el conocimiento de los lenguajes para que no sean extraños”.
Hay que hablar de configurar la medicina del futuro, describiendo que la medicina surge para responder nuestras imperfecciones. Y hay que prevenir. “La sociedad tiene que educarse y ser corresponsable de su salud”.
Por otro lado, ha comentado que, a veces, “parece que solo una élite tendrá lugar a ciertas innovaciones y no es cierto. La mejor manera de combatir eso es invertir en Atención Primaria”.
En definitiva, hay que familiarizarse con los datos. “Hay que perder el miedo” a preguntar y meterse de lleno en ello. Hay que tomar datos no solo de los enfermos, sino también de los entornos. Y es que ninguna mente humana puede abarcar todo ello. Hasta que no resolvamos el humanismo no deberíamos profundizar en el post humanismo. “No hay que perder todavía el componente humano. El conocimiento no da miedo, en cambio, la ignorancia, sí”.