Los primeros meses de María Luz López-Carrasco en la Presidencia de Fenin han estado marcados por los vínculos que intenta mantener con las Administraciones Públicas, a pesar de la ausencia de un Gobierno estable a nivel estatal. Por un lado, reconoce que la cifra de facturas pendientes de pago de las CCAA es 'la más baja en una década', y, por otro, reclama que la compra de tecnología sanitaria innovadora no se base 'en el precio como criterio casi exclusivo'.
¿Cuáles han sido sus primeras acciones desde la toma de posesión como presidenta?
Mis primeras acciones se han enfocado a seguir fortaleciendo las relaciones con la Administración central y autonómica, y a mantener nuestra posición de interlocutor y aliado clave a la hora de implantar las políticas sanitarias que garanticen el acceso de los profesionales y los pacientes a la innovación tecnológica. Y seguiremos trabajando para dar a conocer el gran papel que tiene el sector de tecnología sanitaria y su aportación a los pacientes y profesionales sanitarios.
¿Cómo valora desde Fenin la inestabilidad política de los últimos meses? ¿Esta situación afecta a los planes del sector de la industria tecnológica sanitaria?
Efectivamente, asumí la presidencia en un momento políticamente complejo. Desde el sector, siempre comprometido con la mejora continua a través de la innovación, seguiremos colaborando en el desarrollo social y económico de nuestro país y la mejora de la salud y el bienestar de la población. Trasladaremos al nuevo Gobierno que se forme el peso indudable de nuestro sector en la economía del país, así como de los grandes beneficios que aporta la tecnología sanitaria a la sociedad española. La toma de decisiones requiere un escenario político que proyecte seguridad, con decisiones y medidas que favorezcan la estabilidad que necesita la industria. Por nuestra parte, ofreceremos toda la colaboración para identificar políticas efectivas de impulso al sector empresarial que contribuyan a una mejora en la eficiencia del sistema sanitario.
También se han producido muchos cambios políticos a nivel autonómico. Es inevitable abordar la deuda que tienen los servicios de salud con el sector. ¿Los nuevos responsables autonómicos son más conscientes de la necesidad de mantener una Sanidad sostenible, sin aumentar su deuda con las empresas?
De la deuda podemos decir que estamos significativamente mejor que como hemos estado en los últimos años, pero también que aún hay un claro margen de mejora hasta conseguir la erradicación definitiva de la misma. Gracias a las herramientas establecidas por el anterior gobierno, y tras la inyección de fondos a las CCAA a través de los Fondos de Liquidez Autonómica (FLA) y el Fondo de Facilidad Financiera (FFF) realizada en el mes de diciembre de 2015, la cifra de facturas pendientes de pago de las comunidades autónomas a nuestras empresas es la más baja en una década, y se ha situado en 1.085 millones de euros. En cuatro años el volumen de deuda se ha reducido más de cuatro millones de euros y la disminución también ha sido patente en el periodo medio de pago, que ha pasado de 475 a 148 días.
En 2014 Fenin anunció que la inversión en I+D+i del sector suponía el 9,5 por ciento de los ingresos. ¿Qué le parece esta cifra? ¿Cree que podría mejorarse?
Puede mejorarse, pero no deja de ser una inversión muy significativa si se compara con la de otros sectores. Representa, sin duda, una apuesta clara por la innovación. El resultado de todo ello es más que evidente. no hay más que ver, por ejemplo, los beneficios asociados a las nuevas técnicas de diagnóstico por imagen, la cirugía mínimamente invasiva, los biomateriales y, más recientemente, la eHealth y la mHealth, que en todos los casos está teniendo un claro impacto en la mejora de la calidad y prolongación de la vida de los pacientes. Hemos centrado parte de nuestros esfuerzos en la promoción y financiación de la innovación, así como en asesorar sobre las pautas que guían la transferencia tecnológica en Ciencias de la Salud a través de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria con la que prestamos apoyo a las empresas en su proceso de renovación.
Ahora que se habla de recuperación, ¿se observa en el sector cifras más positivas en el ámbito de la inversión, de los recursos humanos o en la reducción de la deuda?
La situación económica parece que remonta, pero también hay que señalar que lo hace muy lentamente. Hay áreas en las que se debería hace un esfuerzo especial de inversión, como es en la mejora de la obsolescencia tecnológica de los equipos instalados en nuestros hospitales. Será muy importante poner en marcha planes concretos para su renovación y mejorar la situación.
La crisis ha afectado especialmente a las empresas pequeñas y medianas (PYMES), y unas 500 han desaparecido. ¿Cree que cuando la situación económica mejore volverán a surgir pymes de tecnología sanitaria?
Es pronto para poder afirmar que la crisis está en remisión. En cualquier caso, como he comentado antes, la recuperación económica será un factor clave para restablecer el terreno perdido. En nuestro país tenemos muchos emprendedores con ideas magníficas, y Fenin apuesta por ellos dándoles soporte para el desarrollo de esas ideas que ojalá puedan convertirse en el motor para la creación de nuevas pequeñas empresas.
Desde Fenin siempre dicen que invertir en tecnología sanitaria no debería considerarse un gasto, sino una inversión. ¿Le ha llegado el mensaje a las Administraciones Públicas?
Es cierto que van llegando mensajes más positivos, pero necesitamos una respuesta global aún más contundente. La Administración no puede pasar por alto que el sistema se está transformando y que ese cambio viene motivado por una nueva estructura demográfica, el aumento de la cronicidad y un nuevo perfil del paciente. Eso exige, primero, una adaptación por parte de todos, y después, políticamente, una visión más a largo plazo, apostando por estrategias de prevención de la enfermedad y promoción de la salud a través de la formación y la educación en salud. Y ahí, lo hemos dicho muchas veces, la tecnología sanitaria puede ser clave aportando herramientas que ayuden al paciente a gestionar mejor la enfermedad y a mejorar la eficiencia del sistema.
¿Las CCAA siguen considerando el precio como principal o único factor de adjudicación? ¿Qué opinión le merece?
Es difícil hablar de una única respuesta o consideración para la globalidad de todas las CCAA. Deben saber que la compra de tecnología sanitaria innovadora no puede basarse en el precio como criterio casi exclusivo. es preciso analizar, entre otros aspectos, el valor que aporta a lo largo de todo el proceso asistencial en la mejora de la calidad de vida de los pacientes y en la eficiencia de la gestión del sistema sanitario.
¿Cómo valora la central de compras que ha puesto en marcha el Ministerio de Sanidad?
Desde Fenin hemos expresado en ocasiones previas que las centrales de compra, los sistemas de compra centralizada y la Plataforma de Compras Centralizadas del Sistema Nacional de Salud deben conseguir eficiencias y facilitar la creación de sistemas'sanitarios competitivos, sin limitar el acceso a todas las empresas para evitar la desaparición de tejido industrial, la concentración del mercado y posibles pérdidas de empleo. La centralización debe hacer frente a riesgos como la tendencia a la simplificación de las ofertas basadas en el precio o a la difícil incorporación de proveedores e innovación tecnológica durante la vigencia de los contratos centralizados.
Entre los principales recortes, destaca la falta de actualización y mantenimiento de los equipos hospitalarios. ¿Qué perjuicios supone para los pacientes? ¿Y para las empresas? ¿Se está revirtiendo esta falta de inversión con los nuevos mandatarios autonómicos?
Este asunto es, sin duda, una de las grandes preocupaciones del sector. Llevamos casi siete años en los que el ritmo de renovación de los equipos va a menos, especialmente los relacionados con diagnóstico, monitorización y terapia, extendiendo la vida media de su uso más allá de lo recomendable. El resultado es que la tecnología sanitaria instalada en muchas CCAA es la más antigua que ha existido en las últimas dos décadas. La falta de actualización y mantenimiento de los equipos hospitalarios puede comprometer la seguridad de los profesionales sanitarios y pacientes. Cada día que pasa nos alejamos un poco más de las normas europeas que establece en esta materia el Comité de Coordinación Europeo del sector de Radiología, Electromedicina y Tecnologías Sanitarias (COCIR). Estas son claras e indican que al menos el 60 por ciento del equipamiento médico tenga una antigüedad de instalación inferior a los cinco años. Confiamos en que pronto se pueda revertir esta situación y se materialice un plan gubernamental que haga posible la necesaria renovación del parque tecnológico.
Hace unos meses se planteó la posibilidad de negociar un plan con Hacienda para renovar los equipos médicos en hospitales a medio y largo plazo. ¿Se ha podido poner en marcha esa reactivación de la inversión?
Es una de las líneas de trabajo establecidas con el Ministerio de Hacienda. Trabajamos para alcanzar un acuerdo que permita actualizar inversiones mediante nuevas fórmulas de gestión de tal modo que, dentro del actual marco de austeridad, se pueda garantizar el acceso a la innovación y a una asistencia sanitaria al máximo nivel. En este plan será preciso que se definan nuevos modelos de compra que faciliten la incorporación de tecnología.
Durante la crisis se incrementó la expansión internacional de la tecnología sanitaria española. ¿Qué cifras se manejan?
Probablemente sea el único efecto colateral de la crisis que admite una lectura positiva. La tecnología sanitaria española es en estos momentos referente en los mercados externos. En los últimos años, el sector ha aumentado su presencia internacional y pone en valor la calidad y ventaja competitiva de la 'marca España' fuera de nuestras fronteras con cifras de negocio que superan los 2.300 millones de euros. Los países de la Unión Europea continúan siendo los principales destinatarios de las exportaciones del sector, concentrándose el 74 por ciento del total de las operaciones realizadas en cinco países europeos: Alemania, Portugal, Bélgica, Francia e Italia. Sin embargo, la apertura hacia mercados no comunitarios o emergentes, a los que se dirigen más del 20 por ciento de las operaciones comerciales, como Estados Unidos, Brasil, China, México o Turquía, están abriendo nuevas vías para demostrar la capacidad de respuesta de nuestro sector. Dicho esto, necesitamos reactivar las ayudas para potenciar la actividad de las empresas. Una de nuestras peticiones al Gobierno será un compromiso de apoyo a la internacionalización de un sector estratégico que favorezca la entrada en nuevos mercados.
¿Cuáles son sus retos más inmediatos?
En el año 2005 Fenin aprobó su Código de Buenas Prácticas, cuya misión y finalidad es garantizar el cumplimiento de los máximos estándares éticos para el sector. A lo largo de estos años, el CBP ha sido objeto de varias modificaciones para ir adecuando sus disposiciones a las nuevas necesidades y armonizando su regulación con la del resto de estados europeos de nuestro entorno. Con el nuevo Código Ético Medtech, aprobado a finales del pasado año 2015, la Federación está inmersa en un proceso de cambio del Código de Buenas Prácticas que nos permitirá seguir trabajando en las reglas que garanticen una mayor transparencia e independencia en las relaciones con los profesionales, pacientes e instituciones sanitarias. Será uno de los retos más importantes de la Federación, y por tanto mío propio, establecer todos los mecanismos necesarios para que el nuevo código se ponga en marcha en enero de 2018. Por otra parte, será clave durante mi presidencia seguir apoyando a los emprendedores a través de los proyectos puestos en marcha como son los foros de innovación e internacionalización y conseguir que las ideas encuentren empresas que desarrollen e inviertan hasta su comercialización.
Finalmente, ¿es fácil compaginar su labor en la Presidencia de Fenin y su trabajo como directora general del área vascular de Abbott?
Es un reto que afronté con la mayor ilusión, y estoy dedicando todos los esfuerzos que sean precisos para cumplir los objetivos que nos hemos marcado. Cuento además para ello con el apoyo imprescindible de un equipo profesional interno con el que me siento plenamente identificada